Tras casi dos años de aislamiento, volver al espacio de la galería de arte para disfrutar de obras expuestas por los artistas visuales de la Isla nos hace creer quizás que ya estamos un poco más cerca de la ansiada “normalidad”, tanto en lo cotidiano como en lo referente a las dinámicas del circuito del arte cubano contemporáneo. Después de una edición completamente virtual en Post-it 7, ya era hora de poder asistir a la muestra concurso en su formato habitual, cuidando las medidas sanitarias por la aún persistente situación epidemiológica. Así, la octava entrega de Post-it quedó inaugurada este sábado 16 de octubre a las 5:00 p.m. en la Galería Galiano, única sede en esta ocasión.

Es la primera inauguración después de todo este tiempo, al menos una abierta al público con todas las rutinas habituales antes de la pandemia, a las que se sumaron otras que a cualquiera ponen en tensión. Si se ha logrado hacer esto una vez más es gracias a la voluntad de un grupo de personas más allá de cargos o instituciones, y en medio de un contexto súper complejo en muchos sentidos. Solo diré que la máxima ha sido mantener un espacio, no dejar que se pierda como ha ocurrido tantas veces. Tuvimos Post-it, una vez más, ahora virtual pero también presencial. Finalmente”, consideró Sandra García, galerista de Galeano.

Para Post-it 8 se recibieron propuestas de 158 artistas cubanos de todas las provincias del país y quedaron seleccionados 27. La muestra es resultado del análisis de un jurado de selección, integrado por la curadora Meira Marrero como presidenta; Liesther Amador y Gabriel Cisneros, artistas visuales premiados en Post-it 6, e Indira Carrillo y Patricia Santos, especialistas de las galerías Collage Habana y Galiano respectivamente. Por su parte, el jurado de premiación —José Villa Soberón, Meira Marrero, Liesther Amador, Dania González Sanabria y Miriam Pérez Casanellas— sesionará ahora que la muestra concurso es organizada de forma presencial en la galería, pues los premios solo se otorgan una vez apreciadas las obras en físico.

“La octava entrega de Post-it quedó inaugurada este sábado 16 de octubre a las 5:00 p.m. en la Galería Galiano, única sede en esta ocasión”. Cartel: Tomado del muro de Facebook de Galerías Galiano

Este concurso de artes visuales, que convoca la participación de artistas cubanos menores de 35 años, surgió en el 2013 como una iniciativa del Centro Nacional de Artes Plásticas Collage Habana (actualmente UEB Galerías de Arte) y del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC). Los creadores seleccionados de la muestra concurso provienen de diferentes niveles de enseñanza; ocupando el primer lugar, por cantidad, los de nivel medio en Artes Visuales, seguidos por los graduados de la Universidad de las Artes (ISA) y los autodidactas. Los estudiantes del ISA, de acuerdo con la conferencia de prensa, fueron los menores en número (cinco), de los 27.

En cada edición Post-it se asume como un espacio resiliente y constituye ahora mismo el certamen expositivo de arte joven más activo del país capaz de adaptarse hacia otras formas de acercamiento al público, de ahí también las experiencias digitales asumidas el pasado año. En palabras de Meira Marrero, curadora del Centro de Artes Visuales, “la propuesta es una plataforma indudablemente valiosa para las nuevas hornadas de creadores y el trabajo del jurado de selección fue arduo y riguroso”. “Se tuvo la intención de darle al evento la fuerza y salud que merece y fue importante que la expresión visual se correspondiera con el contexto, sin perder de vista la frescura y espontaneidad de la edad de los concursantes. Es una inmensa satisfacción creer que regresamos a las salas”, añadió.

Hay que señalar que durante las tres primeras ediciones del concurso —2013, 2014 y 2015— la participación se mantuvo en ascenso, pero a partir de la cuarta edición las cifras demuestran decrecimiento. No obstante, en las más recientes muestras, del 2020 y 2021, se observa una tendencia al ascenso nuevamente, condicionado en parte por la apertura hacia artistas que no están inscritos en el Registro del Creador (RC). Como el concurso se organiza desde una institución con licencia comercial, todas las obras expuestas se amparan en un contrato legal, pero por haberse celebrado la séptima y octava ediciones —en el contexto de la pandemia— se permitió que participaran artistas sin RC. Las manifestaciones predominantes en esta ocasión fueron la pintura y fotografía, seguidas por la instalación.

La inauguración virtual quedó a cargo nuevamente de la Red Colaborativa de Artes Visuales Behart y Artemorfosis: Plataforma de Arte Cubano. Según Sandra García, para esta edición se hizo más complejo el modelado de ambas exposiciones, porque contaron con un grupo de obras tridimensionales (esculturas, instalaciones) mucho más difíciles de insertar en el espacio virtual, pues no cuentan con todos los medios para lograrlo, pero igualmente estarán todas las piezas representadas en dichas muestras. “Hemos dicho en todas las intervenciones que creemos en las posibilidades ofrecidas por el espacio virtual y mantendremos la realización de ambas exhibiciones (presencial y virtual) siempre que nos sea posible, ya que se extienden los horizontes de visibilidad y promoción para los artistas jóvenes que participan en el concurso”, señaló.

“Para Post-it 8 se recibieron propuestas de 158 artistas cubanos de todas las provincias del país, y quedaron seleccionados 27”.

Algunos de los títulos en concurso que se pueden apreciar son Como la luna, de Adriana Pérez; Canto de grillo, de Henry H. Crespo Enriquez; El lugar en que tan bien se está, de Manuel Almenares; La voz de Diego, de Evelyn Aguilar Sánchez; El abrazo, de Yeinier Núñez López; Unicornio, de Yari Delgado; Selfie, de Lisandra Isabel García López; The Jump, de Alberto Domínguez Castillo, entre otros.

Hoy, si bien el consenso entre producción artística de calidad y mercado sigue siendo un punto de debate, Post-it tiene el mérito de mantenerse fiel a sus directrices de trabajo y lograr su posicionamiento como evento anual en la escena del arte cubano contemporáneo. Se dice esto porque hablamos de un escenario que adolece cada vez más de certámenes artísticos, salones y exposiciones personales o colectivas de importancia donde primen cuestionamientos conceptuales serios y no una dinámica de la reunión de obras por géneros o temáticas ligeras. Resulta innegable el incentivo que Post-it crea entonces en los artistas jóvenes, sobre todo en aquellos que no cuentan con los medios para abrirse paso en un mundo tan complejo y a veces hasta belicoso como del arte. El concurso deviene entonces en primera instancia la posibilidad de ver sus obras en un espacio galerístico y de ser valorados por especialistas del medio para ser llamados a posteriores exposiciones o colaboraciones.

Cuando el sector de la cultura se vio ampliamente afectado y quedaron cerrados cines, teatros, museos y galerías, el alejamiento de los espacios físicos llevó a muchas personas a redireccionar su labor hacia el espacio digital. Post-it simbolizó aquí uno de los eventos que asumió la nueva dinámica online, con una postura sumamente valiente por parte del equipo de trabajo, pues no son pocas las vicisitudes de trabajo en un certamen tan heterogéneo. Sin embargo, aunque el espacio virtual nos aproxime a las obras desde la comodidad del hogar, es imposible efectuar una correcta apreciación de piezas pictóricas, fotográficas, escultóricas o instalativas observándolas a través de una pantalla. Ahora que queda inagurada esta octava muestra, de manera presencial, el público podrá constatar por sí mismo si hay reiteración y linealidad en las ideas presentadas o una verdadera fuerza discursiva en el concurso y su curaduría, disponible para asistir ahora de manera real.

La exposición estará alrededor de un mes como es habitual. Los horarios de la galería son de 10:00 a.m. a 4:00 p.m. La versión virtual quedará publicada con una duración más extensa porque así se podrá acceder a la muestra concurso aun cuando ya se haya retirado de Galiano.

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