Un cuento para dormir

El Mundo
2/6/2016

Tras pagar una elevada factura política (dimisión de dos ministros, entre ellos su compañero del Likud, Moshé Yaalón) y mediática (críticas y encuestas contrarias a su maniobra), el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha iniciado este lunes el camino de su nueva coalición con la entrada del partido derechista Israel Beitenu y el nombramiento de su líder Avigdor Lieberman como nuevo ministro de Defensa.

Tras más de un año en la oposición ejerciendo de látigo de la derecha nacionalista contra Netanyahu, Lieberman ha jurado el cargo en la Knésset (Parlamento israelí), en Jerusalén, enseñando su cara más moderada. Cincuenta y cinco diputados votaron a favor, 43 en contra y uno se abstuvo en una cámara de 120 legisladores.

En su primera intervención como ministro de Defensa, Lieberman ha dado su apoyo a la negociaciones con los palestinos basadas en la fórmula de dos Estados y ha elogiado varias veces la iniciativa del presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi para reanudar el proceso de paz.

“Ya hablé en más de una ocasión sobre el reconocimiento de dos Estados para dos pueblos. El discurso del presidente Al Sisi es muy importante y crea una oportunidad auténtica. Nuestra obligación es recoger el guante”, ha afirmado Lieberman al que varios diputados árabes del Parlamento israelí le llamaron “ministro de la guerra”.

El juramento llega tras el pacto firmado el pasado miércoles entre Likud e Israel Beitenu. El acuerdo otorga a este pequeño partido dos ministerios y a la coalición de Netanyahu el apoyo de 66 diputados en lugar de los 61 que mantenía a duras penas desde su victoria en los comicios celebrados en marzo del 2015.

El nombramiento del que fuera dirigente del Likud y ministro de Exteriores provocó en la última semana la dura crítica del centro izquierda y de los sectores más moderados en la derecha en Israel. El liderazgo palestino, por su parte, lo considera “una prueba más de la falta de voluntad israelí a llegar a un acuerdo de paz que ponga fin a la ocupación”.

“Seré un ministro responsable y sensato”, ha afirmado Lieberman a varios oficiales en la reserva con los que se ha reunido en los últimos días antes de acceder a su despacho en la Kiria (sede de Defensa y Ejército), en Tel Aviv. Mensajes públicos y discretos que el ‘halcón’ Ivette transmite para rebajar los temores provocados por su nombramiento. Un intento que ha tenido en su mensaje de esta tarde en la Knésset su máxima expresión.

“Lieberman, ministro de Defensa…”. No se trata sólo de un escenario inverosímil hace pocas semanas cuando estaba agriamente enfrentado a Netanyahu al que llamó “mentiroso y charlatán” sino de toda una “incógnita” teniendo en cuenta su escasa experiencia militar en contraste con su antecesor, el ex jefe del Ejército Yaalón que dimitió antes de ser destituido denunciando “la radicalización del Likud”. O las polémicas declaraciones y ataques que han adornado la carrera política del dirigente de origen moldavo.

Hace unos días, el ministro de Medio Ambiente, Avi Gabai dimitió argumentando que “la marcha de un ministro tan responsable y experto como Yaalón por alguien como Lieberman es un sapo que no estoy dispuesto a tragar. Netanyahu ignora la importancia de la seguridad”. Su jefe de partido (centrista Kulanu) y ministro de Finanzas, Moshé Kahlon, rechaza abandonar la coalición. El jefe de la oposición y líder laborista Isaac Herzog le pidió ayer que tome “una posición ética y deje el Gobierno radical”.

Tras dos décadas en la vida política-primero como ayudante de Netanyahu en el Likud y después como fundador y líder de un partido derechista orientado a los inmigrantes de la ex Unión Soviética llegados a Israel- Lieberman se hace con la cartera más importante del país. La que administra el 20% del presupuesto nacional. Con todo, Netanyahu ha aclarado este lunes que él sigue siendo la máxima autoridad en temas de seguridad.

¿Halcón que será pragmático?

Los analistas militares israelíes -muy críticos con el primer ministro al sacrificar a Yaalón por motivos políticos- creen que Lieberman adoptará una posición mucho más pragmática que la exhibida cuando arremetía con dureza contra la izquierda, los diputados árabes en Israel (“apoyan el terrorismo”) o el presidente palestino, Abu Mazen, al que detesta. Un sentimiento recíproco. Nadie por ejemplo cree que cumplirá su promesa pronunciada hace unos meses: “Si fuera ministro de Defensa, le diría al líder del grupo terrorista Hamas, Ismail Haniyah, que está acabado si no devuelve en 48 horas los restos de nuestros dos soldados que tienen en Gaza”.

A diferencia de Netanyahu, Lieberman prefiere evitar los enfrentamientos con EE.UU, el gran aliado de Israel a nivel diplomático y militar. Sobre todo ahora que deben pactar la nueva ayuda estadounidense para la próxima década. “La relación con Washington es muy importante para Israel”, suele decir el que como titular de Exteriores no era bien visto por su entonces homóloga Hillary Clinton.

En el pasado, Lieberman declaró estar dispuesto a ser evacuado de su casa en la colonia en Nokdim (en Cisjordania) a cambio de un acuerdo de paz con los palestinos. Por otro lado, hace dos meses censuró a Yaalón por criticar al soldado que está siendo juzgado en un tribunal militar tras matar con un disparo en la cabeza a un palestino neutralizado en el suelo que poco antes había apuñalado a otro soldado en Hebrón.

Su primer examen es la llamada “Intifada de los Cuchillos” iniciada por jóvenes palestinos en octubre. Aunque en las últimas semanas se redujo de forma considerable, un joven palestino ha sido detenido esta tarde tras apuñalar y herir levemente a un soldado en Tel Aviv.

En los últimos meses, Lieberman criticó duramente a Netanyahu y Yaalón por lo que consideraba “debilidad ante el terrorismo”. La posición de Yaalon-refrendada por el Estado Mayor del Ejército- era estrechar la cooperación en materia de seguridad con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y diferenciar entre los atacantes y la gran mayoría de habitantes de Cisjordania.

“Gracias a la política responsable y sensata de Yaalón, quizá se ha evitado la Tercera Intifada. Esperemos que no haya cambios”, señala a ELMUNDO.ES un oficial que, como el resto de la cúpula militar, espera con expectación los primeros movimientos de su nuevo ministro.

http://www.elmundo.es/internacional/2016/05/30/574c8a9046163fd9308b4586.html