Ahora es triste y terrible momento para querer lo que realmente vale; ser cotidianamente humanista; sentir por los que han sufrido en el suceso casi apocalíptico de Matanzas; llenarse de buena vibra en pos de la esperanza de salir pronto de lo que hoy experimenta nuestra golpeada nación; donar a los que requieran algo de nosotros; ser moralmente veraces y evitar caer en las redes destructoras de la especulación ignorante y las mentiras de fieras e insensibles; olvidar los intereses egoístas del negocio del espíritu y de las ideas; unirnos a lo mejor de la sociedad que lucha por salvar vidas y terminar con el brutal incendio; proyectar buenos sentimientos, y esperar que sean los especialistas en ciencia y tecnología quienes estudien de modo interrelacionado las consecuencias del rayo macabro.

“Ahora es triste y terrible momento para querer lo que realmente vale”.

También se impone admirar y agradecer a los socorristas, bomberos, médicos, personal de salud, combatientes de paz y gente noble que participa heroicamente en la tragedia petrolera matancera.