En la noche del martes 13 de noviembre de 2018, nuestro cubanísimo Chucho Valdés recibió un Premio Grammy Latino a la Excelencia Musical. El evento tuvo lugar en Las Vegas (Nevada, Estados Unidos), a dos días de la celebración de la 19na. edición oficial de estos premios.

La velada fue una manera de reconocer el quehacer incesante de varios maestros de la música, quienes han dedicado su vida al enriquecimiento de esta manifestación artística en Latinoamérica. Junto a su labor, fue destacada la obra sostenida y grandiosa de varios amigos de nuestro país,  como Dyango, Johnny Ventura, Andy Montañez y Wilfrido Vargas.

Foto: Tomada del sitio oficial de los Premios Latin Grammys
 

El objetivo de la Academia, al rendir dicho homenaje, fue dignificar a estas figuras, agradecerles sus aportes significativos a la cultura de nuestros pueblos y mostrar el respeto a su trabajo, en nombre de la comunidad latina en general. Parafraseando a Gabriel Abaroa Jr., presidente de la institución, estos premios son el ancla de la gran nave que representa la Academia.

Todos los astros parecen estar alineados, en tanto Chucho Valdés pone en inmensas letras rojas el nombre de nuestro archipiélago en un evento de alcance continental, el festival JoJazz casi abre sus puertas, y Esteban Insausti estrena su largometraje de ficción Club de jazz.

Este reconocimiento nos suena a buen piano y lo recibimos llenos de orgullo, porque decir Chucho Valdés, es decir Cuba. Estamos en presencia de una personalidad que aún con todos sus lauros y caminos recorridos jamás se ha creído famoso. Da gusto disfrutar su sencillez y carácter afable en cada entrevista y presentación. Él mismo no se cree haber llegado tan lejos, así lo demostró al recoger su estatuilla dorada: “Pensaba que (a estas alturas) yo iba a estar en el patio de mi casa dándole de comer a mis gallinas”.

Decir Chucho Valdés es decir identidad, tradición de generación en generación, es recordar a Bebo y revivirlo gracias al prodigioso talento de su hijo con las teclas; es entender la gratitud a nuestros mayores y besar su memoria en cada solo al piano.

El ministro de Cultura cubano Alpidio Alonso se pronunció al respecto en la red social Twitter, sirviendo de portador del orgullo popular: “Felicidades para CHUCHO VALDÉS, gran músico y honorable embajador de nuestro pueblo, por su GRAMMY Latino honorífico, recibido anoche en Las Vegas. La Cultura no se puede bloquear”.

Dionisio Valdés Rodríguez, nuestro amado Chucho, no solo constituye un exponente vital dentro de los anales de la música cubana; sino que nos ha enseñado el valor de la fusión musical, al integrar el jazz con otros géneros como el rock, la música clásica y los ritmos afrocubanos. Su presencia en Irakere, junto a otros grandes de nuestro país, fue una inyección de adrenalina a la dinámica musical de ese contexto, y una escuela para las generaciones venideras. Con cuatro premios Grammy en su haber y la distinción de Premio Nacional de la Música en el 2000, Chucho no es un maestro, Chucho es la escuela misma.

Foto: Tomado de la página de Facebook de Telmary & Habana Sana
 

Entre los nominados cubanos a esta 19na. edición encontramos exponentes jóvenes de diversos géneros musicales, entre ellos la rapera Telmary, el trovador Diego Gutiérrez y el trompetista Alexander Abreu. Asimismo, el Septeto Santiaguero y Omara Portuondo compiten en la categoría de Mejor Álbum Tropical Tradicional. Esta coexistencia del arte joven con figuras y agrupaciones ya consagradas constituye una prueba de la garantía del relevo de la cultura cubana. La Mayor de las Antillas está asistiendo cada vez más a eventos de alcance internacional —recordemos el reciente Festival de las Artes—, y a decir de los nominados, el solo hecho de estar allí ya es un premio para nuestro país, aun cuando el gramófono dorado no los acompañe al regreso.

Solo queda esperar la decisión final de la Academia el próximo jueves en la noche, así como degustar la excelente presentación de nuestros artistas en esta celebración. ¡Brindemos por la grandeza de la cultura cubana al ritmo del piano de Chucho!