Una deuda saldada

Elier Ramírez Cañedo
1/7/2019

Un altísimo honor significa para mí poder presentar el libro Ramón Paz Borroto. En la forja de una proeza, del Coronel de la Reserva de las FAR -devenido ya en investigador histórico con varios libros publicados- Alberto Alvariño Atiénzar y los historiadores Mílderth Álvarez Pérez y Cecilio Jiménez Marroquí, con un extraordinario prólogo del General de Ejército, Raúl Castro Ruz.

Cubierta del libro. Tomado de Cubadebate
 

Debo confesar que prácticamente nada conocía sobre Ramón Paz Borroto hasta que supe de sus heroicidades en el libro del Comandante en Jefe, Fidel Castro, la Victoria Estratégica, en el que podemos percatarnos de la admiración y el respeto que sentía el líder de la Revolución por Paz Borroto, quien desempeñó un papel fundamental en los combates de la Sierra Maestra frente a la Ofensiva de Verano de la dictadura, y cuyo desenlace constituyó un viraje de 180 grados, tanto desde el punto de vista militar como político-moral, a favor de las fuerzas revolucionarias.

En una ocasión, cuando transitaba por la calle G de El Vedado capitalino, me percaté que había una residencia estudiantil que llevaba el nombre de “Comandante Ramón Paz Borroto”, y me pregunté cuánto sabía realmente nuestro pueblo de la historia de este destacado combatiente del Ejército Rebelde, si muy poco se había escrito sobre él. Me contaba Alvariño, que el Comandante en Jefe, insistía mucho en la necesidad de que se conociera más sobre la historia de algunos de los más valiosos héroes de la última etapa de nuestras luchas por la liberación. Figuras que habían caído tempranamente, pero habían dejado una huella profunda en el proceso revolucionario y en sus compañeros de fila. Por supuesto, entre esos héroes que mencionaba el Comandante, estaba Ramón Paz Borroto.

Ahora, gracias a este libro que sale a la luz, luego de una encomiable labor investigativa de sus autores, podemos tener a nuestro alcance una amplia información sobre uno de los combatientes más integrales del Ejército Rebelde, cuya caída en combate se produce en el momento en que más descollaban sus excepcionales cualidades como guerrillero, revolucionario y ser humano, precisamente dos días después de que fuera ascendido a Comandante del Ejército Rebelde, grados ganados apenas 8 meses después de su llegada a la Sierra Maestra a fuerza de coraje, capacidad de mando y la destreza táctica mostrada en importantes y complejos combates. Como destaca el General de Ejército en su prólogo: “En medio de aquella epopeya, entre los jefes a los que Fidel se dirigía y encargaba las acciones más complejas y riesgosas estaba Ramón Paz Borroto con una disposición a toda prueba, quien sabía interpretar a cabalidad las ideas de las acciones del máximo jefe rebelde y cumplía con firmeza invariable las misiones recibidas. A fuerza de cualidades de dirección, disciplina y valentía supo ganarse la confianza del líder de la Revolución”.

Contaba, en el momento de su muerte, con 33 años, pero ya acumulaba méritos revolucionarios sobresalientes. Como se narra en este libro, cuando Paz llega a la Sierra Maestra en noviembre de 1957, ya era un destacado líder sindical y de la lucha clandestina en las minas de Charco Redondo, Jiguaní, en la actual provincia de Granma, de ahí sus estrechos vínculos con Frank País.

Sin duda, en el libro Ramón Paz Borroto. En la forja de una proeza, editado por la Editorial Verde Olivo, los autores han logrado desentrañar aspectos totalmente inéditos sobre la infancia y la juventud del héroe, así como precisar datos de su biografía sobre los cuales existían versiones distintas, como por ejemplo el lugar y la fecha de su nacimiento. Se aclara que ocurrió el 31 de agosto de 1924 en la ciudad de Ciego de Ávila, en ese entonces provincia de Camagüey. También se logra establecer que la fecha de incorporación al Ejército Rebelde fue a mediados de noviembre de 1957, así como que no tuvo ascenso póstumo a Comandante, sino que este ascenso ocurrió antes de su caída en combate. El propio Comandante en Jefe se encargó de aclararlo en una nota cuyo facsímil manuscrito aparece en los anexos de este libro: “Paz no tuvo ascenso póstumo. Tenía ya muchos méritos. Con seguridad al morir era comandante”.

Actividad de presentación del libro.
 

Para lograr todas estas precisiones, los autores cruzaron toda la información obtenida de 25 fuentes orales, entre familiares, amigos y compañeros de lucha y de una importante y amplísima documentación de los fondos: Ejército Rebelde, Fidel Castro Ruz, Celia Sánchez Manduley y Ernesto Che Guevara de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado. Los anexos (con dibujos hechos por el propio Paz, documentos y mapas), fotografías, y la cronología biográfica que aparecen al final del libro, enriquecen la historia y la dimensión humana del héroe.

La condición de masón de Paz Borroto, comprobada a partir del hallazgo de su expediente en Jiguaní; su intento no logrado de incorporarse a la expedición de Cayo Confites –lo que nos refleja sus sentimientos internacionalistas-, los intercambios de mensajes entre Fidel y Paz durante los combates para hacer frente a la Ofensiva de Verano de la dictadura, son algunos de los elementos novedosos o totalmente inéditos que nos aporta también esta obra.

En la introducción, los autores indican que uno de sus propósitos fue “reflejar a un Paz tal y como era, hacerlo real, creíble y convincente”. Pienso que lo lograron con creces. A través de las páginas de este libro podemos ver y sentir al joven inquieto, divertido y enamorado, al padre cariñoso, al capitán autocrítico y con vergüenza ante el error, al jefe recto pero a la vez muy humano en el trato con sus subordinados y también con los prisioneros adversarios, al revolucionario de profunda convicción y al siempre fiel discípulo de Fidel.

Otro elemento a destacar de la obra, experiencia vivida directamente, es que su lenguaje sencillo y directo —para nada ampuloso—, permite una lectura fácil, agradable y atrayente, la que, en determinado punto, se agiliza y hace que sus más de 200 páginas sean leídas en pocas horas.

Solo me resta agradecer a los autores por el servicio que le hacen a Cuba, por rescatar la historia de Paz Borroto para las nuevas y futuras generaciones y ponerlo a combatir nuevamente junto a nosotros. Estoy convencido de que el Comandante en Jefe se sentiría muy feliz con este libro que rinde homenaje a uno de sus mejores y más devotos combatientes.