Una mirada al trabajo sociocultural comunitario

Yoamaris Neptuno Domínguez
29/5/2019

Hablar sobre el trabajo sociocultural comunitario en nuestro país es reconocer el desarrollo de procesos creativos, artísticos, de prevención social y protección ambiental; gestados por creadores, instructores, promotores culturales, líderes comunitarios y otros actores sociales involucrados y comprometidos con las transformaciones que se visibilizan hoy en comunidades rurales y urbanas del país.

 Proyecto comunitario Vocal Clave de Sol. Foto: Tomada de la página de Facebook del proyecto
 

Las diferentes modalidades de este trabajo reciben, en su mayoría, la atención y asesoría del Sistema de Casas de Cultura: de 447 experiencias registradas, 198 son asesoradas por el Sistema y 379 regularmente tributan a los programas especiales en sus territorios.

Como fortalecimiento a la labor comunitaria, en las zonas de Plan Turquino funcionan 44 proyectos socioculturales y 126 grupos portadores.

Basados en los resultados de los diagnósticos socioculturales —que deben tener como punto de partida la realidad comunitaria—, y en la búsqueda de alternativas que puedan atenuar los problemas detectados, es que, desde y por la comunidad se hacen las propuestas; lo cual implica como premisa la autogestión y participación consciente de dicha comunidad como sujeto activo.

Generalmente se identifica una comunidad con la población ubicada en un territorio, pero la definición en estos procesos va más allá. Se comparten rasgos, necesidades e intereses comunes junto a las formas de vida; asimismo, podemos agregar otras ligadas a valores de justicia y sentidos de futuro compartidos, tales como los grupos sociales que concentran a diferentes personas en torno a la defensa del ambiente, creencias, tradiciones comunes, la reivindicación de sus derechos de género o culturales.

Los vínculos comunitarios también generan sentido de pertenencia, un compromiso compartido entre sujetos singulares; se reconocen aquellos procesos, acciones y experiencias que evidencian o promueven vínculos, significados afines y ambientes orientados a la solidaridad y la reciprocidad.

La utilización del arte es el denominador común entre las iniciativas que potencian la atención a grupos vulnerables desde la perspectiva de equidad y justicia social, y el realce de la identidad de las comunidades, recuperación de la memoria histórica y salvaguarda de su patrimonio cultural. Es una constante la incidencia en la transformación comunitaria.

Las comunidades se convierten en espacios donde se desarrollan las manifestaciones del arte mediante la organización de talleres, fundamentalmente de creación, y las actividades de sensibilización que se realizan contribuyen a estimular la participación e inclusión de amplios sectores y de todos los grupos etarios de la población, con el incremento de opciones artísticas, recreativas y culturales en sus múltiples variantes; así como el enriquecimiento del trabajo con el movimiento de artistas aficionados.

Sus objetivos van encaminados a transmitir a las nuevas generaciones valores que contribuyan al fortalecimiento de su educación formal, el conocimiento de la historia y el alcance de una cultura general integral, e influir en la elevación de la calidad de vida, del gusto estético, la apreciación de las artes, la preservación de la identidad cultural y el mejoramiento de conductas de los participantes en los distintos procesos.

Las iniciativas, fruto de las alianzas con organismos y organizaciones, muestran resultados loables que generan investigaciones acerca de la historia, identidad y patrimonio local de los territorios, lo que impulsa el desarrollo de intercambios con otras experiencias comunitarias.

Algo que distingue desde su nacimiento hasta la actualidad al trabajo sociocultural comunitario es la gestión de los gobiernos locales, a partir de la propia diversidad, intersectorialidad y multifactorialidad de las iniciativas.

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al intervenir en la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en julio del 2017, significó que ante las propuestas de las plataformas de restauración neoliberal, resulta vital fomentar iniciativas locales que se aparten de lo banal e indecente y fomenten los valores éticos defendidos por el país. Además, subrayó que hay que tomar en cuenta las aspiraciones de la comunidad, unificar las potencialidades y, mediante el ejercicio participativo y los diagnósticos integrales, dar solución a los problemas propios de los territorios [1].

Nos toca entonces reconocer la valía de las personas que realizan esta labor, de manera humilde, en cualquier región de nuestra Isla, con más o menos recursos, pero con muchas ganas de hacer.

 

Nota:
 
[1] “Díaz-Canel resalta importancia de proyectos comunitarios”, por Gloriadelys Wright Hernández. Prensa Latina, La Habana, julio 2017.
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