Una parte de nosotros

Guille Vilar
14/12/2020

Una vez más Carlos Alfonso nos conmina a dedicar un concierto a John Lennon, por cumplirse 40 años de su partida a la eternidad. Ambos hemos asumido esta propuesta con el nivel de entrega desplegado en eventos anteriores. Si bien no fue posible llevar a cabo el recital en el capitalino parque Lennon —debido a las restricciones sanitarias impuestas por la COVID-19—, el Ministerio de Cultura nos concedió la Sala Avellaneda del Teatro Nacional. Por si fuera poco, se puso a nuestra disposición un equipo de producción tan eficiente, que yo no lograba salir del asombro ante la reconocida capacidad laboral de tres jóvenes: Amalia Rojas, Adria Stax y Malú Tarrau. Para reafirmar tal satisfacción, contamos con el apoyo de La Rueda Producciones, de Josué García, considerado uno de los colectivos más importantes en la realización y producción de eventos culturales en Cuba.

Los Beatles están considerados en la historia de la música como una de las bandas más exitosas y admiradas.
Fotos: Internet

 

A Carlos Alfonso y a mí solo nos restaba concebir un concierto que superara todas las expectativas. Mientras él se ocupaba de seleccionar el elenco participante, yo intentaba idear un espectáculo desde la plena utilización de las facilidades tecnológicas disponibles en una sala de teatro. En tal sentido, pretendimos recrear una atmósfera similar a la que montaron Los Beatles durante la grabación del tema “All you need is love”. La escenógrafa Adria Stax captó de inmediato el acogedor espíritu del peace and love de aquellos tiempos lejanos, y reprodujo una ambientación desbordada de euforia, la misma con que Los Beatles celebraban la plenitud de vivir. La joven fue pródiga en la colocación de carteles con los nombres de los cuatro músicos y las palabras paz y amor; además incluyó en la escena flores y una cebra peatonal.

Por su parte, Carlos no solo estaba al tanto de la calidad de los músicos que intervendrían, sino que solicitó un repertorio compuesto por Lennon, ya fuese durante su etapa de solista o junto a Los Beatles. Tal decisión tuvo la intención de rectificar el hecho de que en los anteriores homenajes a Lennon casi todas las canciones interpretadas eran de la autoría de Paul McCartney. Así, por primera vez se tocaban en este tipo de eventos temas como “Hey, Bulldog”, a cargo de Cock-tail, y “Cold turkey”, por La Vieja Escuela.

La invitación hecha al prestigioso crítico, cantante y conductor de programas radiales Juan Camacho aportó el condimento imprescindible de la información, ya que solo alguien como él, con sus amplios conocimientos sobre el universo del rock y sus acertados criterios, podría añadir al evento ese indiscutible glamour que todos agradecemos.

Mediante una pantalla central se proyectaban los videos correspondientes a la mayoría de las canciones interpretadas, junto a divertidas caricaturas y frases reflexivas tomadas del caudal teórico del exBeatle. Este fue también el medio para dar a conocer otras sorpresas, como el saludo enviado por los músicos Iván Latour, Osamu Menéndez y la cantante Eme Alfonso que, acompañada por el pianista Harold López-Nussa y el baterista Ruy López-Nussa, rememoró, al cabo de 27 años, aquella emotiva versión de “Let it be” ofrecida en un homenaje a Lennon en 1993, cuando eran apenas unos adolescentes.

También recibimos la ocurrente salutación del baterista Greg Bisonette, amigo personal de Ringo, y el mensaje amistoso del integrante de Men at work, Colin Hay, junto a la vocalista Cecilia Noel, para dedicar a los cubanos la interpretación de “Across the universe”, un clásico de Lennon, lo cual le otorgó al show un inesperado relieve internacional. Igualmente propiciamos la oportunidad de revivir la nostalgia con fragmentos del documental “Lennon en La Habana”, del realizador Roberto Chile.

Si alguien creyó que no habría más sorpresas en nuestro espectáculo, se equivocó. El Ministerio de Cultura hizo llegar un hermoso cuadro con la imagen de la estatua de Lennon en el parque que lleva su nombre, un obsequio de especial significación para el maestro Leo Brouwer, en reconocimiento a su oportuna labor en la incidencia de la mística creativa de Los Beatles en nuestro país. Justo en esta ocasión el guitarrista Luis Manuel Molina le dedicó su versión del clásico “Eight days a week”.

Villa Soberón, el escultor de dicha estatua —monumento que llega a su vigésimo aniversario; develado por el Comandante en Jefe Fidel Castro junto al trovador Silvio Rodríguez—, fue agasajado por todos los espectadores, quienes se pusieron de pie cuando le fue entregado el cuadro con la imagen fotográfica que recoge aquel momento inolvidable.

Tales acciones colaterales encontraron plena coincidencia en la excelencia musical de las 25 versiones escuchadas. Desde la apertura, con un maravilloso “Imagine” colectivo, todo marchó con un decoro profesional impresionante. Muestra de ello fue la cálida interpretación a cargo de Gens de los temas “In my life” y “I’m the walrus”; así como “A day in the life” y “Starting over”, el truncado amanecer de Lennon, por Eddy Escobar y su grupo.

Entre las piezas escogidas se abordaron los diversos matices presentes en la obra de Lennon. “How do you sleep?”, por Nelson Labrada y Tracks, amargada composición que John le dedica a su antiguo colega Paul McCartney; la refrescante “Norwegian Wood”, por Mezcla, y el vibrante medley de Abbey Road, por Juan Carlos Rivero.

El disco Abbey Road es el duodécimo de su producción discográfica e incluye reconocidos temas como “Something” y “Come together”.
 

Por su parte, Juanito Camacho nos trasmitió una total emoción al anunciar a Ernesto Blanco en “Come together”, canción que abre el disco Abbey Road. Luego fue interpretado “Because”, uno de los más hermosos temas de Los Beatles que Síntesis asumió con todo rigor, al igual que sucedió cuando acompañó a Jade Kohli en su “Magical mistery tour” y cuando concluyó con la no menos sugerente “Something”, de George Harrison. Cock-tail hizo resonar por primera vez en estos homenajes el poco conocido pero intenso “Hey, Bulldog”. El trío EFA entregó las mejores armonías de “Nowhere man” y ese otro himno al amor que es “All you need is love”. La Vieja Escuela asumió el desgarramiento expresivo típico de Lennon en los temas “Cold turkey” y “I’m loosing you”. La evocadora mirada de Paul a una famosa calle de su ciudad natal como “Penny Lane” fue reinterpretada por el canto de Luis Manuel Molina junto a Síntesis. El recuerdo de John por el orfelinato de Liverpool en “Strawberry fields forever” apareció matizado por el sello de Gerardo Alfonso, conjuntamente con su experimental versión de “Tomorrow never knows”. Cercano al final, David Blanco encendió la pista con el tema “Sgt. Pepper’s lonely hearts club band”, y con una de las obras de mayor carisma de Paul: “Oh, darling!”. Cerró el espectáculo un William Vivanco que conserva la huella de su personal estilo sin extraviar la fuerza de los temas “Revolution” y “Power to the people”. La euforia colectiva fue apreciada en la pieza de más alta convocatoria pública del repertorio de Lennon y McCartney: “Hey, Jude”. En esta oportunidad, la canción inició con el video de la primera estrofa enviada por Fidelito García —quien fuera vocalista de Síntesis— directamente desde Palma de Mallorca. El tema concluyó con el entusiasta acompañamiento de los chicos de Liverpool en la esperada coda, junto a las memorables imágenes de Sir George Martin cuando exhortó al público cubano del teatro Amadeo Roldán a corear esta carismática pieza de la música contemporánea. En conclusión, músicos, realizadores y espectadores nos reunimos para honrar, una vez más, a Lennon, quien será siempre una parte de nosotros.