Una Semana para el realce de la cultura holguinera

Erian Peña Pupo
20/1/2020

Primero fue el hato, la génesis urbana de Holguín. A inicios del siglo XVI el capitán extremeño García Holguín recibió estas tierras ubicadas al norte de Bayamo. Después sería el pueblo: su fundación coincide con el traslado y edificación en el lugar de una iglesia, que ofició su primera misa el 4 de abril de 1720. El pueblo recibió el nombre de San Isidoro de Holguín, a iniciativa del gobernador de Bayamo, Bartolomé de Silva y Tamayo, escogiéndose para su ubicación la zona flanqueada por los río Jigüe y Marañón, y rodeado de elevaciones de poca altura, de las cuales sobresale al norte el Cerro de Bayado (a partir de 1970, Loma de la Cruz). Después vendría la ciudad, cuyo título fue otorgado por real cédula en febrero de 1751 y que traería, un año más tarde, el propio Gobernador de Santiago de Cuba, mariscal de campo Alonso de Arcos y Moreno.

Por tanto, el holguinero celebra esos tres momentos fundacionales: el hato, el pueblo y la ciudad, pero en 2020, pone el énfasis en el 300 aniversario del pueblo de Holguín.

 El pueblo de Holguín cumple trescientos años. Fotos: Wilker López
 

Por tal motivo, este año la Semana de la Cultura holguinera, en su 38 edición, del 13 al 19 de enero, dedicó buena parte de sus actividades a celebrar los tres siglos del pueblo que diera origen a una de las ciudades con un movimiento cultural más activo en el país. Además, estuvo dedicada a los dos siglos del poblado de San Andrés, al 25 aniversario de la Oficina de Sitios Históricos y Monumentos, así como al historiador, profesor e investigador José Novoa Betancourt, al músico, arreglista y director de la Orquesta Avilés, Gastón H. Allen Binhar, y al reconocido realizador de televisión José Ramón Artigas.

La Semana —que se inició con la gala y el acostumbrado desfile desde la Casa del Teniente Gobernador, la construcción más antigua de la urbe, hasta el parque Calixto García— es un espacio para mostrar los resultados del territorio en materia cultural durante un año.

Conciertos, actividades comunitarias, fiestas campesinas, exposiciones de artes visuales, presentaciones literarias, paneles y conferencias integran el programa de la Semana.

El Teatro Eddy Suñol acogió la puesta de La viuda alegre, versión del Teatro Lírico Rodrigo Prats, de Holguín, de la conocida opereta de Franz Lehár; la presentación de la Compañía de Narración Oral Palabras al viento con Confesiones, obra concebida a partir de El libro de los abrazos, del uruguayo Eduardo Galeano; y de la Compañía Folclórica La Campaña.

La Jornada de Arte y Cine Erótico El cuerpo del otro, organizada por la Uneac holguinera, la XXXI edición del evento Guerras de Independencia, en la Casa Natal de Calixto García y la entrega de reconocimientos a los hijos ilustres y destacados de la Ciudad, distinguen la semana, que acogió también un ciclo de estudios de la cultura holguinera, conversatorios sobre la historia local, proyecciones cinematográficas y presentaciones de libros del catálogo de Ediciones Holguín y La Luz, sello de la AHS en Holguín.

En materia de artes visuales, fueron abiertas al público las exposiciones El que no tiene de Congo…, de Aníbal de la Torre; Holguín 300, del artista naif Rolando Pavón; Presagios, del colectivo Bayado, y el Salón de la Ciudad en su 34 edición, espacio que por excelencia aúna buena parte de la creación holguinera, principalmente joven, cada año.

 El cantante Waldo Mendoza.
 

Además, los holguineros disfrutaron de la presencia del repentista e improvisador Emiliano Sardiñas, de la Feria de Tradiciones, donde se realzan los valores de la cultura campesina y de las presentaciones del popular músico Waldo Mendoza.

La Semana de la Cultura, en su 38 edición, concluyó con la entrega, en el Teatro Eddy Suñol, del Premio de la Ciudad en diferentes manifestaciones (poesía, narrativa, comunicación, arquitectura, video, música, etc.) y con un concierto de la Orquesta Avilés.

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