El cine es un arte que intenta apresar las historias de una vida, de un fragmento de tiempo; incluso algunos filmes concentran sus argumentos en etapas de un personaje, sin pretender absorber todo el recorrido vital de los protagonistas. Más allá de las premisas argumentales de las historias, a muchos espectadores les motiva que los filmes sean basados en hechos reales.
Lo que se ha convertido en una etiqueta con la cual se inician los créditos de muchos audiovisuales, resulta al mismo tiempo un punto a favor de su promoción internacional. Sin embargo, en algunos casos, lo que promocionan como su principal virtud se convierte en su principal debilidad, pues aprehender las características de una historia para ser contada con alta dosis de veracidad requiere de una profunda investigación, un largo proceso de escritura y revisión del guion, asesorías…, hasta dejar terminado el texto que servirá de base a la realización audiovisual.
Con el propósito de brindar cinco historias basadas en hechos reales, el Festival de Cine de Verano, iniciativa organizada por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), propone para este 13 de julio en el cine Chaplin el inicio de un ciclo, agrupado precisamente bajo este título.
Los filmes La jungla, Percy, El asesinato de John Lennon, Los archivos del Pentágono y El mauritano se agrupan en este conjunto, relacionados por exponer en tono cinematográfico los hechos en sus verdaderas dimensiones.
Aunque con ella se cierra este ciclo (17 de julio) quisiera iniciar con El mauritano (Kevin Macdonald, 2021), un filme que expuso las acciones contra un presunto terrorista, acusado de reclutar a miembros de Al Qaeda implicados en el 11S. Después de permanecer más de diez años en la prisión de Guantánamo, Mohamedou Ould Slahi recibe la visita de una abogada interesada en su caso y en encontrar una salida justa a un demorado proceso político/legal en su contra.
La abogada, en la piel de Jodie Foster, persiste en la búsqueda de la verdad, en encontrar las evidencias que lo liberen de estar vinculado a la agrupación terrorista. Su afán permite que el gobierno de los EE. UU. declare sin cargos al antiguo acusado y pueda retornar a su vida, aunque nadie le devolverá la década perdida, los diez largos años en los cuales soportó largas torturas para que confesara hechos en los que nunca había participado.
Más allá de la etiqueta “basada en hechos reales”, en filmes como El mauritano se logra expresar la desesperación ante el enfrentamiento a todos los poderes y la necesidad de encontrar respuestas a años de encierro. Además de Foster, en el elenco de la película se incluyen Tahar Rahim como Slahi y Benedict Cumberbatch.
Los filmes La jungla, Percy, El asesinato de John Lennon, Los archivos del Pentágono y El mauritano muestran los hechos en sus verdaderas dimensiones.
En el orden en el cual podrán verse en la pantalla grande del Chaplin, habría que mencionar al filme australiano La jungla (Greg McLean, 2017), con el cual se inicia este ciclo (13 de julio).
Aunque muchos la han catalogado como un filme más dentro del género, La jungla sortea con dignidad los parámetros de exigencia de un tipo de filmes que resultan habituales en nuestra memoria como espectadores y con los cuales es difícil competir. Aunque el hecho de contar la historia de Yossi Ghinsberg, quien logró sobrevivir después de tres semanas perdido en el Amazonas, resulta un punto a favor de la versión fílmica del libro Back from Tuichi.
Además de las dos propuestas referidas, el ciclo se completa con el filme canadiense Percy (Clark Johnson, 2020); El asesinato de John Lennon (J. P. Schaefer, 2007) y Los archivos del Pentágono (Steven Spielberg, 2017), los cuales podrán apreciarse el 14, 15 y 16 de julio, respectivamente.
La conformación de este ciclo en la programación de verano les ofrece a los espectadores la posibilidad de acercarse a producciones recientes, además de propuestas que durante los últimos años han recorrido circuitos internacionales.
Los filmes que integran esta selección exponen mediante códigos cinematográficos los conceptos de “verdad” e “historia” y cada uno de ellos le aporta al relato en la medida que sus acendradas relaciones ofrecen nuevos argumentos para futuras películas. Los audiovisuales basados en hechos reales serán siempre de interés para empresas productoras y distribuidoras, las cuales se encargan de promocionarlos con la certeza de que muchos espectadores se dejarán seducir por esta etiqueta.