Eme es de esas artistas a la que solo le bastan minutos para adentrarse en el corazón de quien la escucha. Heredera de Síntesis, de todo lo bueno de los Alfonso, de su tierra, y digna representante de las raíces afrocubanas. Ella es aún muy joven, pero ha logrado calar sentimientos en la Mayor de las Antillas y el mundo.

A propósito de su tercera entrega discográfica, Voy, galardonada en la pasada edición de los Premios Cubadisco en la categoría de fusión, Eme Alfonso conversa con La Jiribilla sobre un álbum que propone un viaje por la música del mundo, el contacto con otras culturas dentro de la misma Cuba.

¿Cuál es la propuesta de Voy?

Es un disco en el cual me propuse dialogar con mis ancestros, dando siempre mi punto de vista y enfocándome en el presente artístico en el que vivo. Es un disco donde se mezclan elementos electrónicos con las leyendas pasadas e historias personales, con claras influencias del jazz, la música africana y otras vertientes de la música del mundo. Voy es la vuelta a casa después de un viaje increíble. 

¿Qué aspectos lo diferencian de otras producciones?

Creo que este disco resume mucho de mi obra; en mi opinión, es mucho más redondo que mis dos discos anteriores. Musicalmente no es más complejo ni más sencillo que el resto, simplemente es más directo. Creo que salté una barrera, he dejado a un lado esa timidez que me caracterizaba, para defender mi voz y mi opinión artística, al menos me siento así.  

¿Cuáles son los puntos en común entre Voy, Síntesis y los Alfonso?

Creo que este disco es una especie de homenaje a mi familia; nos une el amor por la música de raíz, específicamente la afrocubana. De ellos he aprendido prácticamente todo, así que lógicamente encontrarán muchísimos puntos en común, como la fusión de elementos modernos con la música africana, formas de armonización que utiliza mi padre, etc.

Aunque debo confesar que también hay grandes diferencias sonoras: la primera de ellas es que Síntesis y X se nutren directamente de la rítmica cubana y la afrocubana para lograr su fusión, en Voy no aparece ni un solo instrumento rítmico que muestre un toque o un patrón específico. Mi idea siempre fue lograr sinergia entre varias percusiones menores para simular o interpretar estos ritmos sin comprometerse, o sea, que no escucharas un toque a Obatalá, ni un son montuno, pero sí quizás aparecen elementos que te recuerdan a ellos. 

¿Por qué incluir los sonidos afrocubanos en tu música?

En este disco no solo aparecen elementos de la música afrocubana, Voy es el resultado de una búsqueda de elementos de todas partes del mundo. Tiene influencias de la Tumba Francesa, palos haitianos, ritmos tradicionales de Mali, música afrocubana, música afroamericana, ritmos brasileños, música celta y música latinoamericana. Gracias a meses de duro trabajo en estudio, todos estos elementos se mezclaron orgánicamente y cobraron vida gracias a los músicos e intérpretes que estuvieron a mi lado durante el proceso y, por supuesto, gracias a Alê Siqueira, el productor del disco. 

¿Cómo fue la elección de los temas y los invitados del disco?

El disco no tiene invitados, los músicos que me acompañaron fueron los intérpretes y protagonistas de la música: Jorge Aragón en el piano, Julio César González en el bajo, Alain Ladrón de Guevara en la batería, Roberto Luis Gómez en la guitarra, Luizinho do Jeje en las percusiones brasileñas y Yaroldy Abreu en las percusiones cubanas. 

Los temas los fui componiendo poco a poco. Escribí específicamente para el disco, pensando cada detalle y relacionando una canción con otra. 

Ya la producción ha obtenido nominaciones y premios en Cubadisco y los Lucas. ¿Cómo valoras el resultado final de Voy?

El resultado de un disco no lo dan los premios, creo que son reconocimientos importantes y estoy súper agradecida, pero el verdadero resultado del éxito de cualquier obra es la aceptación nacional e internacional del público. Y este disco me ha llevado hasta el momento a otras latitudes y hermosos escenarios en el mundo, como ha sido la reciente gira con la Orquesta Filarmónica Portuguesa dirigida por Osvaldo Ferreira, donde interpretamos las canciones de Voy arregladas por Jorge Aragón y Pepe Gavilondo. 

La música ha llegado a muchísimas personas gracias a las plataformas digitales como Youtube y Spotify, así que mi intención es seguir abriendo caminos donde se pueda en todos los campos posibles. 

¿Cuáles pasos aún le quedan por dar al disco?

El ciclo de un disco en vivo dura aproximadamente dos años, estoy casi empezando a defenderlo dentro y fuera de Cuba. 

Aún quedan videos por hacer, quizás un par más de las canciones que más han gustado. Y queda pendiente estrenar el DVD que grabamos el pasado 21 de diciembre en el Mella.

¿Qué imagen intentas proyectar como cubana y como músico en los escenarios internacionales?

La imagen que puedo proyectar es la que tengo, no puedo disfrazarme y pretender ser algo que no soy. Así que trato en todo momento de que mi imagen acompañe mi música, que esta sea consecuente en estilo y presencia, que me haga sentir cómoda donde quiera que vaya.

¿Cuáles son los proyectos futuros de Eme?

Por lo pronto, seguir haciendo lo que estoy haciendo y ver crecer todos los proyectos que he ido sembrando en el pasado y que son muchísimos.