A pesar de ser un incansable creador, Yadasni José Portillo Herrera aún no sabe cómo enmarcar su trabajo musical. Si tuviera que definirlo, diría que es “jazz cubano de hoy”. Desde que inició en el camino de la música ha bebido de los grandes hacedores de este género en la mayor de las Antillas. “Reflejo lo que estoy viviendo, mi visión y mi época mediante el jazz. Lo que hago es música que viene del alma, pensada para que llegue al público de una manera inteligente”, asegura. 

Partiendo de la premisa de llevar la creación como estandarte, nacieron sus dos discos: Cauce, bajo el sello Colibrí, nominado al Premio Cubadisco en la categoría de Jazz Ensemble, y El que fue a Mantilla, licenciado por Bis Music. Además, es productor musical y ha colaborado en fonogramas como De tu filin a mi feeling, de Yohana Peña, y Lecuona y más, de Huberal Herrera.

“En esta producción discográfica asistimos a una cita con el virtuosismo, el buen gusto musical y la cubanía, elementos de los que la música de Portillo está impregnada”.

La idea de El que fue a Mantilla viene desde 2018, mientras grababa un disco de Anaís Abreu. El productor, José Manuel García, le propuso hacerle un álbum para Bis Music. En aquel momento los planetas no se alinearon y el proyecto fonográfico no se concretó hasta cuatro años después.

En ese período fue gestando y organizando las ideas que tenía para el montaje de la narrativa del disco. “Siempre estaba escribiendo apuntes en el móvil, para que no se me olvidara nada. Este fonograma lo hice antes de grabarlo. La mente buscaba la gama de los sonidos que quería, los invitados, etc. Fue un constante proceso de creación y experimentación. Surgen nuevas ideas; desechas otras. Compuse algunos temas. Fui seleccionando y quitando hasta que me quedé con los que quería”, cuenta Portillo.

Según Portillo, El que fue a Mantilla se diferencia de Cauce en que es un disco más personal. El primero reflejaba más la identidad de Cauce, agrupación que creó Portillo en 2010 con el fin de fusionar el jazz cubano con ritmos, géneros y tendencias de la música universal. “Esta nueva propuesta es más José Portillo. Aquí busco una óptica como pianista líder, mientras que mi álbum debut era el reflejo del conjunto en sí, sin destacar mi liderazgo como productor”.

El fonograma tiene 11 temas, de ellos, nueve son de la autoría de Yadasni José Portillo. “Los dos restantes son Tengo, de Marta Valdés, esa gran compositora de habla hispana que tenemos en Cuba, y Angélica, de los temas más bellos de Emiliano Salvador, uno de mis ídolos del latin jazz”. Además, el disco se complementa con el talento de los virtuosos instrumentistas Horacio El Negro Hernández (batería), Enrique Plá (batería), Jorge Reyes (bajo) y Orlando Valle, Maraca (flauta).

El pianista refiere que en el producto fonográfico el jazz se mezcla con géneros propios de la música cubana: changüí, chachachá, danzón, bolero y “algo de ficción a la hora de crear sonoridades, colores y timbres diferentes para enriquecer la escena en esa búsqueda de cada creador para encontrarse a sí mismo”.

“Todo su potencial creativo y polifacético se pone a prueba en este nuevo material”.

En el proceso de producción del disco intervinieron los integrantes de Cauce. “Llevaba los temas a los ensayos y cada uno de ellos aportaba ideas desde su instrumento. Les enseñaba el arreglo de cada canción, les decía lo que quería y ellos le daban el terminado. Al final se hizo un trabajo en conjunto donde siempre sale beneficiada la música”.

Las notas discográficas, a cargo de la MSc. en Música, Educación y Sociedad, Mildred Aguilar, refieren: “Todo su potencial creativo y polifacético se pone a prueba en este nuevo material, El que fue a Mantilla, donde tuvo a su cargo la producción musical y ejecutiva, los arreglos, la orquestación y el acople”. Según la especialista, en el disco se reconoce a un José Portillo director musical y músico sólido, con pleno conocimiento y facultad para elegir y discernir la sonoridad deseada en cada tema. “En esta producción discográfica asistimos a una cita con el virtuosismo, el buen gusto musical y la cubanía, elementos de los que la música de Portillo está impregnada”.

Además de posicionar el disco en el panorama internacional, las expectativas con El que fue a Mantilla son, por supuesto, llegar a mayor cantidad de personas. “Sabemos que el jazz no tiene muchos seguidores, sino que es de minorías, como la música clásica. No quiero que el público piense que está oyendo jazz; mi deseo es romper con el estereotipo de que este género es una música con determinadas características. Quiero que sea el propio jazz el elemento que una a las demás sonoridades. Si bien es un jazz cubano, hay un porciento de otras culturas”.

Yadasni José Portillo tiene el reto de seguir su propio cauce y evolucionar: “Que se sienta la madurez del creador, del intérprete, del arreglista, de mi persona como realizador. Que se vea que he transitado un largo camino desde mi primer disco hasta este”.

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