Este año la reconocida intérprete Yaima Sáez ha llevado por primera vez un variado repertorio de música cubana a España. La Habana fue el pretexto para este primer encuentro, ahora las puertas de la “Madre Patria” vuelven a abrírsele para que muestre una variedad musical, que desde la Canción, ha tendido un sensible puente de comunión con un público para el cual hasta entonces fue desconocida.

Sobre esta experiencia nos comenta en exclusiva la intérprete:

Llegué a España por primera vez entre mayo y junio de este año, con una invitación hecha a través del Ministerio de Cultura para formar parte de un espectáculo que se realizaría en La Plasita, centro de referencia de la cultura cubana en Reus, Tarragona. Este jolgorio formaría parte de todos los tantos otros festejos que se han realizado este año dentro y fuera de Cuba para celebrar los 500 años de la fundación de La Habana.

“A partir de ese primer encuentro y de la formidable reacción del público habitual de este centro cultural, hecho que agradezco infinitamente, su directora general Amarilys Pérez Martínez, a quien agradezco de la misma manera el interés que demostró por mi trabajo, propició esta segunda invitación para efectuar una serie de conciertos, ya en solitario.

Cómo ha sido la química con este público

La experiencia está siendo muy especial. Te encuentras personas que valoran mucho la música cubana, aun cuando no tienen información actualizada de lo que está ocurriendo en la Isla en términos esencialmente musicales. Por eso ha sido una gratísima sorpresa que aprecien mi manera de hacer la canción cubana específicamente, que apuesta por arreglos más novedosos y, en ocasiones, hasta arriesgados,

Es válido agregar en ese sentido la conexión que ha existido con los jóvenes músicos catalanes pertenecientes a la Escuela Superior de Música de Cataluña (Esmuc), los que me han estado acompañando en los conciertos, admirados por la complejidad tanto de los arreglos como de la diversidad rítmica de la música cubana; se han retado a sí mismos en pos de lograr una sonoridad genuina y eso me ha hecho sentir muy halagada y honrada de que me acompañen.

Sus nombres son Biel Solsona en el piano, Marc Dino Gómez en el drums, Ferran en el bajo y Gisela Alegret en la trompeta.

Al referirse Yaima a la complejidad tímbrica del repertorio que actualmente defiende, de inmediato sale a relucir su más reciente fonograma titulado Armonía y su impacto en este nuevo público.

En efecto, el repertorio que más estoy manejando en estos conciertos en España, independientemente de los clásicos de la canción cubana, es el del fonograma Armonía que, sin dudas, ha marcado un despegue en mi visión y progresión de trabajo.

Considero que ha sido mi álbum más completo hasta hoy; fue producido por la casa discográfica más antigua de Cuba, la Egrem. Con los temas de Armonía siento que he logrado una alta empatía con el público. Este se ha identificado con los que han escuchado bajo otras sonoridades y sin embargo ‘a mi manera’, curiosamente les han funcionado.

Y es que el público de La Plasita me recuerda al que en Cuba asiste a mis espacios, incluso en ocasiones se comporta más expresivo que el de casa cuando algo les sorprende para bien. Disfrutan mucho de la entrega, y el premio siempre son sus sostenidos aplausos.

Realmente estoy muy feliz con lo que estoy viviendo, ya llevo en mis alas la idea de lo que podrá ser mi próxima producción discográfica, la que también deberá moverse bajo el sello de la experimentación armónica y seguir apostando por la Canción.

Definitivamente por muy fuertes que batan los aires ¿el camino sigue siendo la Canción para Yaima Sáez?

Sí, con venturas y agravios, el camino definitivamente es la Canción porque es con la que vivo, sufro, gozo; me despierto cada día segura de lo que soy y quiero.

Así que por lo pronto en diciembre nos vemos en Cuba haciendo Canción.