Yaima Sáez, vive su propia armonía

Ivón Peñalver
14/5/2019

Yaima Sáez, camagüeyana maestra de formación, avezada con sus propuestas, e inquieta en la búsqueda de formato y repertorio que reverencien, esencialmente, la historia de la canción cubana. La cantante se ha procurado otras maneras de entender su futuro musical. Tal vez sea este uno de los motivos por el cual siente que su trabajo artístico ha encontrado un nuevo punto de mira. Punto que, inexorablemente, trae consigo un necesario crecimiento personal.

Yaima Sáez. Fotos Cortesía de la autora
 

En todo este tránsito de madurez que le ha propiciado la canción, recordemos por un momento las palabras del Maestro Luis Carbonell que bien han podido ser el motor impulsor de la intérprete: Con la voz de Yaima se puede llegar al nivel  del valor que tenían aquellas canciones,(referidas al repertorio clásico de la canción cubana)…( )porque me atrevo a decirlo con toda seguridad que es una de las voces más calificadas de todo el cancionero actual y desde luego en ella esas canciones cobrarán el verdadero valor, el verdadero prestigio, la verdadera jerarquía que únicamente una cancionera del temple, de la voz y de las facultades de Yaima puede afrontar.

Ante tales retos la intérprete refiere:

“Llegar a un escenario, cualquiera que este sea, me pone los nervios de punta, y me alegro que así sea porque significa que cada presentación la siento como única e irrepetible. Interpretar para un público conocedor como el cubano, es muy dificil, en primer lugar, porque sabe crearse una expectativa alta, una vez que uno le propone su trabajo; en segundo lugar porque te sigue en tu camino y de inmediato reconoce cuando deja de ser auténtico, por tanto hay que ser verdadera, aun cuando él prefiera una zona u otra del trabajo.

 

“Así pasó con mi último fonograma, Armonía, por más que explicamos que se trataba de un disco musicalmente diferente, a muchas personas le pareció extraño, aun cuando no se alejaba de la canción. Tal vez pareció demasiado elaborado, lo que sí quedó claro es que fue novedoso, y eso me gustó porque sentí que las personas no querian alejarse de lo que ya reconocían”.

Yaíma habla de Armonía y múltiples sentimientos se mezclan en lo que parece ser hasta hoy su trabajo más completo. Veremos si opina lo mismo.

“Sí, definitivamente Armonía será un punto de partida hacia nuevos horizontes. Es mi segundo fonograma, en él interpreto 11 temas de la autoría de dos imprescindibles maestros del panorama musical cubano: Adolfo Guzmán y Juan Formell.

“Como ya he dicho en otras oportunidades el propio nombre del disco es el primer reto, porque yo pretendía que la armonía invadiera todos los espacios, no solo desde el punto de vista técnico-musical, sino también desde la comunicación que establecería con los públicos”.

“Mi primer CD/DVD Joyas del tiempo, que contó con la magia del Maestro Luis Carbonell, recreó números de las década del 40 y 50 y me despertó el bichito de contar con mi propia agrupación; luego llegó el disco Identidad, y ese sueño consumó, y es por ese fonograma que pudo nacer Armonía que es una producción más compleja, que comprende géneros como el bossa, el bolero, el son.


 

“Ha sido resultado de un serio trabajo de preproducción. Para la ocasión conté con Denis Peralta en la producción musical y arreglos de gran cantidad de temas, secundado por Efraín Chibás (Pacho), y la chelista Yamilé Pedro, a cargo entonces de la dirección musical del grupo. Esa fue otra experiencia mágica en la que todos aprendimos de todos y de todo. Creo que tenemos que estudiar mucho para que el próximo disco supere las expectativas y los resultados de este”.

Yaima Sáez ha demostrado el mismo rigor con los trabajos propios como con aquellos a los que ha sido invitada, y en tal caso su inserción en la compañía danzaria Lizt Alfonso Cuban Dance, es otra valiosa parada en su ascenso profesional.

El muy aplaudido espectáculo Amigas fue la puerta que se abrió para Yaíma Sáez dentro de la compañía. Cuba Vibra, fue la experiencia que selló esa comunión entre canto y danza, en tanto es un show que transita desde el universo del flamenco, hasta llegar a temas reconocidos de la música cubana.

El prestigioso Auditorio Nacional de México, el escenario de Cuernavaca y su más reciente presentación en el Festival of Nations, con sede en Dollywood, Tennessee, la afirmaron junto a la compañía como una intérprete capaz de armonizar con los más diferentes públicos y contextos.

“Sí, indudablemente a la Maestra Lizt Alfonso tendré que agradecerle siempre la oportunidad, la confianza en mi trabajo porque soy una cancionera que se inserta en un mundo de movimiento, color, vitalidad y en el que tengo  que lograr que mi voz signifique un punto de giro dentro de un show que trae hasta ese momento una dinámica. Me place mucho interpretar en el espectáculo Cuba Vibra, una pieza como Bésame mucho, porque gracias a los consejos de interpretación que me ofreciera el Maestro Santiago Alfonso, es un tema de especial valor en mi vida.


 

Termina esta experiencia con la compañía Lizt Alfonso Cuban Dance y ya se prepara Yaíma Sáez a visitar España. Los motivos los comenta aún llena de sorpresa:

Recientemente desde Barcelona recibí la invitación proveniente de un espacio muy característico cubano que se llama La Placita, donde se realizará el 1ro de junio un espectáculo dedicado a los 500 años de fundación de La Habana. Este espectáculo ha sido previamente coordinado con la embajada de Cuba en España. Y sí, será mi primera experiencia en esta zona de Europa. Esta vez asistiré sola, como invitada; y estoy muy feliz y muy agradecida por ello. Otra vez asumiré la responsabilidad de regalar canciones cubanas de todos los  tiempos. Y ya sabes, eso siempre me energiza”.

Cuando casi daba por terminado este encuentro con la intérprete Yaima Sáez, por conocerla, sé que no dejaría de citar algunos agradecimientos que le acompañan, solo que esta vez le propuse el orden:

“Como camagüeyana le agradezco mucho a La Habana por haberme acogido, Aquí tengo muchos afectos que me han ayudado siempre; he podido cumplir cientos de sueños, he accedido a escenarios inimaginados. Mira, hace unos pocos días junto al grupo me presenté en la Basílica de San Francisco de Asís, y mientras me preparaba pensaba en esa Habana a la que llegué un día a probarme. Y lo logré… pude trabajar en el concurrido Gato Tuerto, en el Jazz Café, hace menos en el Café Miramar; y junto con ello, he podido presentarme en los teatros Nacional, Mella y Karl Marx, y acceder a públicos diferentes, pero con un denominador común: fieles.

“Hay un país al que le debo mi proyección internacional como solista, y ese es Canadá, he actuado en el Living Arts Centre, en el Markham Flato Theatre, en el Festival Panamanía; insertado en la celebración de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, y cada oportunidad ha sido una acogida increíble para la música cubana que represento. Todo eso se lo agradezco al Sr. Don Shipley, que ha confiado en el proyecto con el grupo, ha apostado por la música cubana, esencialmente por la canción.

“Para los amigos siempre hay un espacio especial, a ellos les dedico no solo las actuaciones sino también los actos; ellos  ayudan a superar a veces mi humor, mi desesperación y son cómplices de mis mejores momentos. Entre esos afectos agradezco, musicalmente, los desvelos de Yamilé Pedro.

A los sellos disqueros Egrem y Bismusic, mi gratitud por ese apostar por la canción y por mis modestos intentos de sostenerla, y en ese sentido no puedo dejar de mencionar al tremendo músico que es Efraín Chibás (Pacho) que me sigue conduciendo por entre sus valiosas melodías que te transportan desde el jazz y te depositan en el filin o el son. Por otra parte la imagen gráfica de mis propuestas ha quedado en manos, desde mis inicios, del incondicional diseñador Santos Toledo,

“A mi mamá, y fíjate que la coloco aquí porque ya voy a terminar y sé que hablo mucho, justo porque mi ciclo comienza y termina en ella. Ha sido la responsable de todo lo que podido lograr; creo que a veces sin proponérselo incluso me enseñó a luchar por lo que se quiere, y a vivir, hoy y siempre, mi propia Armonía.