En “el sofá habanero”, como algunos llaman al Malecón, se despidió la XIII edición de la Bienal de La Habana. Con las numerosas obras artísticas del proyecto Detrás del Muro a sus espaldas, Irene Rodríguez ofreció las palabras de bienvenida al público presente. La escuela de la compañía que lleva su nombre fue una de las que se presentó como parte de las actividades programadas por la clausura de la Bienal de La Habana 2019. Niños y adolescentes como protagonistas de esta tarde de domingo, Día de las Madres.

Comienza la función y el orgullo de Yeni García Marrero sobresale en su mirada, allí está su tesoro, su hija Rachel, de 16 años, que baila con el resto de sus compañeras. La chica ocupa el lugar central de la coreografía, interpreta su baile con el cuerpo y… su rostro, tan dramático y expresivo como la pieza que ofrecen.

La madre está muy atenta a cada movimiento, le muestra la actuación a su hermana que vive en los Estados Unidos por videollamada, todos tienen que ver a su “niña”. Delante de ella está cada minuto de esfuerzo y sacrificio invertidos. Rachel este año debe graduarse como bailarina profesional, luego de tres años perfeccionando su talento en la escuela de la Compañía Irene Rodríguez.

Yeni es maestra de una escuela primaria. Cuando llega del trabajo, al igual que muchas madres cubanas, se encarga de tener todo listo para la llegada de su hija, su comida y lo que pueda necesitar para la siguiente jornada. “La niña sigue esta rutina la mayoría de los días de la semana, sale muy temprano de la casa y llega sobre las 9 de la noche, es muy constante y disciplinada, por eso el mayor regalo que puedo tener hoy es ver a mi hija bailar y ver el resultado”, comenta.

De esta manera inusual y sublime confluyen dos momentos de significativa importancia para Cuba: Por un lado, la clausura del evento internacional más trascendental de las artes visuales realizado en Cuba desde 1984 y, por el otro, el día dedicado a las madres, las mujeres más trascendentales en la vida de cada uno… Aquellas madres que están detrás del logro de cada hijo, que se dedican con especial tesón a sus proyectos y que, incluso el día dedicado a ellas, lo aprovechan para apoyar a su razón de ser.