Declaración de la Academia Cubana de la Lengua

Academia Cubana de la lengua
28/10/2016

En ocasión de celebrarse el 23 de abril el Día del Idioma y en el nonagésimo aniversario de su fundación, la Academia Cubana de la Lengua ratifica, desde una  dimensión científica  y cultural,  su vocación de servicio social y su función de escuchar, acompañar y educar a quienes hablan y escriben en lengua española en nuestro país.

La Academia Cubana de La Lengua, fundada el 19 de mayo de 1926, es hoy un organismo dinámico, atento a los cambios e innovaciones que se producen en nuestra lengua española, seguro de que el idioma vive en  el pueblo, en los hablantes que con su práctica directa, con sus creaciones, a veces intuitivas y otras con pleno conocimiento, la enriquecen y distinguen.

La Academia Cubana de la Lengua

MANIFIESTA que el acontecer histórico, social y político cubano ha tenido siempre su expresión en la variedad cubana de la lengua española, así como también en los estudios que sobre ella se han realizado. Vinculada al proyecto de nación desde su surgimiento, como valladar ante el intento de imposición del inglés después, testimonio del desarrollo educacional y cultural hoy, la modalidad cubana de la lengua española, también mestiza y transculturada, es parte de ese permanente proceso en que se elabora y construye la idea de lo que somos en nuestra singularidad caribeña, americana y universal. Por su importancia, así queda refrendado en el segundo artículo  de la Constitución de la República de Cuba, al señalar  que nuestro idioma oficial es el español. La variedad  cubana de la lengua española es, con toda certeza, el soporte idiomático de nuestra cultura e identidad nacionales.

RECONOCE que el idioma es un instrumento imprescindible para acceder al conocimiento cultural y científico, y al conocimiento mismo de la realidad, en todas sus complejidades y matices; que la lengua desempeña un papel esencial en la formación de valores, en el afianzamiento de una cultura, en la creación de sentimientos de pertenencia, en la conformación en definitiva de una actitud social. Por ello, la lengua tiene hoy, cuando asistimos a un proceso de cambios tecnológicos y científicos de alcance insospechado, una gran responsabilidad en el procesamiento de la información,  la organización del conocimiento y la generación de las ideas.

SIENTE como propios los desafíos que deben enfrentar las instituciones educativas y culturales de nuestro país; entre otros, el enorme desarrollo tecnológico al que solo accedemos de una manera limitada; la fuerte presencia del inglés y su empleo, en ocasiones, indiscriminado e innecesario; el imperativo de contar con  docentes  preparados para desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lengua y la literatura; la urgencia de un modelo lingüístico en nuestros medios de difusión, así como  la pertinencia del establecimiento de una política lingüística.

TRABAJA, fiel al espíritu de sus fundadores Enrique José Varona, José María Chacón y Calvo y Fernando Ortiz, consciente de que educar, en su sentido más amplio, implica también trasmitir el patrimonio cultural y social a las nuevas generaciones —del que la lengua y su literatura forman parte esencial— no solo en los importantes proyectos panhispánicos promovidos por la Asociación de Academias de la Lengua Española, sino también en la preparación de una Gramática y un Diccionario Escolar, obras que serán publicadas próximamente. Del mismo modo, ha organizado presentaciones de las más recientes obras académicas, ha rendido homenaje a escritores cubanos, ha ofrecido ciclos de conferencias sobre revistas culturales,  sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lengua, la literatura, y su apreciación, y ha editado y reeditado obras sobresalientes de escritores cubanos. 

La Academia Cubana de la Lengua

DISEÑARÁ los principios para el establecimiento de la política lingüística de la República de Cuba y solicitará su análisis en los lugares y ante las autoridades que corresponda, de modo que podamos disponer de un instrumento que, aplicado con flexibilidad y cabal comprensión de los procesos que tienen lugar hoy en nuestro país, reconozca la necesidad de preservar la unidad de la lengua y evite deformaciones y despropósitos sobre todo en el ámbito  de la visualidad y las denominaciones.

ACOMPAÑARÁ a los medios de difusión, en la medida en que se requiera, en la construcción de un verdadero modelo lingüístico, inclusivo, equilibrado y respetuoso de nuestra idiosincrasia y de nuestra historia.

PRESTARÁ especial atención al proceso de perfeccionamiento de planes y programa de estudios que lleva adelante el Ministerio de Educación, particularmente en el ámbito de la lengua española y su literatura, y participará en este empeño en la medida en que le sea solicitado. Se trata de una tarea de vital importancia, pues el futuro de los hablantes, de la sensibilidad ante el uso adecuado al contexto y los diferentes registros, es decir, de su conducta lingüística; de sus capacidades para acceder al conocimiento; de sus habilidades para razonar y argumentar, y convertirse en comunicadores hábiles, como requieren los tiempos actuales, siempre en   el entendido de que la lengua española es un potente instrumento de cultura y enriquecimiento espiritual de incalculable valor formativo.

Al celebrar el aniversario 90  de su creación, la Academia Cubana de la Lengua, que considera la lengua española como patrimonio de  la sociedad, hace un llamado para que todos, hablantes e instituciones, velemos por su preservación y cultivo, desterremos expresiones inapropiadas que provocan actitudes y conductas sociales agresivas, evitemos el uso de extranjerismos innecesarios, cuidemos la ortografía especialmente en los espacios públicos y en los medios de difusión, respetemos los principios elementales de la comunicación, y continuemos estimulando la educación lectora. Trabajemos todos, unidos, por prestigiar nuestra variedad lingüística, como corresponde a un país que ha hecho una auténtica y nutriente revolución educacional.

Enarbolemos los valores de nuestra cultura, apelemos a la identidad que hemos ido construyendo a través de los siglos con grandes sacrificios, y preservemos las ideas en torno a quiénes somos cultural e idiomáticamente, para que la lengua, su literatura y la cultura que ella encarna, continúen siendo el sostén y amparo de nuestra existencia como nación.

Dado en el Colegio Universitario San Gerónimo, La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad, el 23 de abril de 2016.