Día especial para la danza en el coloso rebautizado

Thais Gárciga
15/1/2016
Fotos: K&K
 

La reapertura del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso tuvo lugar el primero de enero con la Gala por el Aniversario 57 del Triunfo de la Revolución. El acto fue presidido por el General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; y la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC), y contó con la presencia de importantes personalidades de la vida política y cultural de la nación.

Julián González, titular del Ministerio de Cultura, dedicó unos minutos para resumir las acciones constructivas de este proyecto de gran envergadura y relevancia cultural, histórica y patrimonial. Entre las novedades cuentan el nuevo Café de la Ópera y el salón de calentamiento de los bailarines. Se amplió el majestuoso lobby, estancia para la tertulia donde han surgido grandes ideas y proyectos y la mística decimonónica pervive.

La sala de ensayos de la Orquesta Sinfónica de La Habana fue ampliada y perfeccionada su tecnología. Se logró prescindir del mal llamado Cabaret Nacional para acondicionar allí un local de presentación, el cual podrá destinarse a grupos de danza y música de pequeño formato. De igual manera en parte de ese espacio se construyó una cava.

Tanto el foso de la orquesta como la Galería Orígenes gozan de mayor espacio, esta última exhibe actualmente piezas de varios Premios Nacionales de Artes Plásticas. Tanto el sistema contra incendios, eléctrico, iluminación, sonido como la escenografía fueron modernizados.

Para la reapertura de las funciones en la Sala Federico García Lorca se escogió la interpretación del programa Tríptico Clásico, integrado por tres clásicos del repertorio coreográfico del BNCSelecto trío coreográfico

Para la reapertura de las funciones en la Sala Federico García Lorca se escogió la interpretación del programa Tríptico Clásico, integrado por tres clásicos del repertorio coreográfico del BNC: Giselle (I acto), El lago de los cisnes (II acto) y Coppélia (III acto).

Los primeros bailarines de la compañía, Anette Delgado y Dani Hernández, protagonizaron los roles principales de Giselle, una de los ballets preferidos de la Alonso. Delgado demostró el pleno dominio que ya ha alcanzado de la historia romántica, con toda la experiencia y el saber que le imprime su veteranía como primera figura del BNC. En tanto su pareja, el Albrecht interpretado por Dani Hernández, quien ostenta la gracia y los rasgos de un auténtico dansieur noble, se condujo sobre el escenario como un príncipe danzante a la altura de su compañera.

Sadaise Arancebia asumió el rol de la hechizada princesa Odette durante el segundo momento. Sadaise lució un cisne cuasi etéreo, contenido en su dramaturgia y rigurosamente mesurado, pero a la vez técnicamente equilibrado desde el inicio hasta el final de su aparición. Sin excesiva gestualidad, sobria y medida en cada movimiento, su entrega fue candorosa como el ave inocente y pura a la cual dio vida.  

La compañía fundada por los Alonso (Alicia, Fernando y Alberto) engalanó a modo clásico el primer día del añoSu partenaire, Alfredo Ibáñez, todavía precisa crecer más para encarnar a Siegfried. El montaje no es obra menor, se trata de una de las obras clásicas por antonomasia del repertorio del ballet en el mundo, y del BNC en particular; empero Ibáñez aún no alcanza a acometer el desafío que una coreografía como esta exige de un bailarín.

El tercer acto de Coppélia cerró como colofón de la noche. El dúo Viengsay Valdés y Víctor Estévez confirmaron en esta función especial la compenetración que proyectan como pareja danzante al salir a escena, la misma complicidad que debe haber surtido efectos en la maduración de Estévez como bailarín y partenaire. Con dicha pieza además, el público tuvo la oportunidad de apreciar, por ejemplo, la evolución de Jessie Domínguez y Chanell Cabrera, bailarina principal y corifeo respectivamente.

Fue así como la compañía fundada por los Alonso (Alicia, Fernando y Alberto) engalanó a modo clásico el primer día del año. Un viernes para recordar no solo por sus presentaciones en tanto culminación de arduo e ininterrumpido trabajo, sino también por la profesionalidad digna de los miembros de un grupo danzario de tanto prestigio.

La reinauguración del otrora Teatro Tacón inicia un nuevo ciclo para el movimiento escénico y cultural del país. Las funciones, conciertos, exposiciones, servicios y demás actividades artísticas abarcarán desde esta fecha toda la manzana del inmueble, intervenido y restaurado para devolverle a este coloso del Prado habanero su esplendor de antaño.