El Caballete de Lucas

Rufo Caballero
6/3/2017

II

Hola gente, qué tal, cómo va la vida. Nosotros en Lucas, agradeciendo todos los regalos, las críticas, las sugerencias en ocasión de nuestro aniversario. Entre ellos, el regalo que nos hizo el colega Hurón Azul, un programa entero dedicado al videoclip en Cuba. Creo que quedó excelente con diferentes opiniones de los realizadores, en fin. Allí se abordó quizás de pasada, de modo un tanto tangencial, y quedó la duda en muchos de ustedes, que me lo han dicho en la calle, a qué nos referíamos exactamente con la frase de la democratización que supuso el video, que supone el video. Las diferentes posturas allí se escucharon.


Rufo Caballero.Foto: Internet

(Video de Hurón azul)

(Aparece en pantalla Santana, realizador de videoclips):

“(…) la conocidísima llevada traída democratización audiovisual de los medios, por así decirlo. Traduciéndolo: quien tenga en su casa una computadora, tarjeta de video y una cámara con una determinada resolución, puede facturar un discurso audiovisual. A partir de ahí creo que comienza todo. Es decir, no significa naturalmente negarle la posibilidad a nadie de que incursione, trabaje, ahora lo voy a decir a la inversa. A mí nunca se me ocurriría producir un director.

(Vuelve imagen de Rufo Caballero)

Indudablemente, para abordar el tema tendríamos que remitirnos al momento en que surge el video, muy temprano en los años 60. Recuerden que el grupo Fluxus lo introdujo muy rápidamente. Y en el año 65 la Sony consigue el primer gesto de comercialización de una grabadora de video portátil. Aunque en buena lid, es en los años 70 que se expande la comercialización del video, que conoce una apoteosis en los 80.

Ahora, ¿qué sucede? A diferencia de la televisión, que surge como un medio de trasmisión, eso quiere decir básicamente, muy comprometido con la documentación informativa de lo real; el video surge como registro de escritura, esto de escritura es una metáfora cultural. Quiere ello referirse a que el video supone registro pero también expresión, supone creación de discurso e incluso, de relato.

Se ha considerado que fue algo maravilloso que un hijo de vecino, cualquiera, pudiera tomar una cámara y hacer, por ejemplo, una videocarta. Porque este hijo de vecino estaba construyendo relato, estaba generando una narración, y esto es maravilloso en la historia de la democratización del acceso al capital cultural, porque se rompe la distancia entre el autor y el receptor. El receptor potencial puede también ser autor.Con el desarrollo de la tecnología digital esto ha supuesto también la posibilidad de que realizadores neófitos, sin un conocimiento del oficio, se aventuren también a grabar sus relatos audiovisuales.

Esto en el mundo de la plástica, del arte contemporáneo, tiene un equivalente: cuántas veces usted ha estado en una galería de arte y hay una exposición de arte contemporáneo, digamos, de esos artistas que tienen un excelente nivel de síntesis: Basquiat, Bedia, Kcho, por ejemplo, y han escuchado a alguien al lado que dice “eso lo puedo hacer yo”.

Cuando eso vuelva a ocurrir yo le pido que usted le diga: “pero es maravilloso que usted sienta que puede estetizar su relación con el mundo, vaya mañana coja una cartulina y empiece a hacer garabatos. Es maravilloso. O coja una cámara y empiece a rodar un video. Eso es realmente extraordinario”.

¿Qué pasa? Con el desarrollo de la tecnología digital esto ha supuesto también la posibilidad de que realizadores neófitos, sin un conocimiento del oficio, se aventuren también a grabar sus relatos audiovisuales. El caso más notorio es el de X Alfonso, que comenzó a hacer videos como comenzó Almodóvar a hacer cine. O sea, aprendiendo sobre la marcha.

Hoy día ya X Alfonso es un virtuoso del discurso audiovisual. Sin embargo, es curioso que algunos de los videos actuales de X no tienen la fuerza de aquellos otros que a veces incurrían en algunos errores de gramática audiovisual pero que eran extremadamente sugerentes. ¿Por qué? Porque la creación y el arte, tienen en el oficio un momento, incluso importante, mas no determinante. Porque la inspiración, el talento, la singularidad con que dialoguen con lo real, esto no depende de un título académico.

Si fuéramos a exigir demandas en contra de la democratización, tendríamos que reconocer a un realizador como Joseph Ros que no tiene un título de una escuela de audiovisuales y que en Reinas de la noche se fue a grabar con dos fuentes lumínicas maltrechas, que daban grima, y logró, sin embargo, a fuerza de talento y de inspiración, figurar entre las cinco mejores fotografías del año.

Este es un ejemplo que nos hace meditar acerca que lo democrático de los medios y de la tecnología no es necesariamente un problema. Que a río revuelto ganancia de pescadores y de impostores. Luego vienen las instituciones, valga decir el criterio de programación, la crítica, el jurado a fin de año, que establecen decantaciones, jerarquizaciones. A eso no hay que temerle, pero creo que tampoco a abrazar las posibilidades de la democratización de los medios.

Entonces me parece que pudiéramos despedimos hoy recordando este video del año pasado, que hace rato no se pasa. Ernesto Blanco dirigido por Joseph Ros en Reinas de la noche.

 

III

Hola amigos de El caballete de Lucas. En las últimas semanas y dado que en los tres primeros meses del año he estado yo tan positivo, algunos dicen que desconocido, para nada, yo soy mayormente positivo. En los últimos programas hemos estado explicando por qué determinados videos no logran clasificar en cuanto a la exigencia de Lucas después de 12 años en el laboreo con el videoclip cubano. Hemos estado hablando de un repertorio de problemas, por decirlo de alguna manera, que es común a la mayoría de estos videos que nos han llegado y que no logran clasificar para la promoción, al menos, de Lucas.


Baby Lores. Foto: Internet

Uno de los problemas reside en la falta de intencionalidad en la selección de las locaciones. A veces da la impresión de que eso se pudo filmar lo mismo en la locación escogida que en su contraria. Hay una serie de estereotipos que asedian a género: mucho capitolio últimamente, mucha costa, esa idea de que los personajes sean batidos por las olas, a la orilla de la costa, eso parece sumamente poético. Y yo no puedo menos que recordar aquella frase de Oscar Wilde: “No hay poesía mala que no parta, que no brote de un sentimiento sincero”. Puede el sentimiento ser sincero, pero de buenas intenciones está preñado el camino del género. Y realmente son cuestiones muy lamentables.

Pero sobre todo la mímesis, la copia. En la mayoría de estos trabajos hay muchas cadenas, muchos cinturones, mucho dorado, mucho plateado, mucho descapotable. En algunos casos se trata de gente muy exitosa que puede que cuente con esos recursos porque han trabajado porque se han ganado la atención de la audiencia y pueden demostrar determinado estatus. Realmente una de las características de la cultura popular es que sus exponentes tienen un gran talento pero son humildes, o no tienen necesariamente una cultura sistematizada y entonces caen en el fenómeno de la ostentación, confunden cultura con estatus. No se dan cuenta que la tenencia de cuestiones materiales no es lo que está definiendo su valía cultural sino otros muchos raseros.Puede el sentimiento ser sincero, pero de buenas intenciones está preñado el camino del género.

En algunos casos el peligro está solamente, y es bastante, en lo mal que se visten, en el mal gusto, pero por lo menos cuentan con los recursos. Estoy pensando en los más exitosos: lnsurrecto, Lores, Los Cuatro, por ejemplo, que tienen últimamente un trabajo musical muy interesante. Pero sucede que muchos reguetoneros que no tienen ni siquiera los recursos para ello, impostan un estatus de una manera verdaderamente patética. Y en el caso de algunos de provincia que no son de Ciudad de la Habana, imitan a los capitalinos que imitan entonces a los de los centros metropolitanos de expansión del reguetón. Esto viene a ser una copia de segundo grado doblemente patética.

Ahora, en muchos de estos trabajos miméticos y, por supuesto, no soy yo un detractor del género, incluso me felicitó un joven en la calle, en Miramar, me paró y me dijo: “al fin alguien que no la emprende contra el reguetón en Cuba”. No creo ser el único. La Dr. María Teresa Linares, esa visionaria, no la emprende contra el reguetón ni contra ningún género. Algún día vamos a hablar en Cuba y en el escenario de Lucas sobre los valores culturales y musicales del reguetón, que no son todo lo pobres que se supone, por lo menos no en la totalidad del género.

Ahora, hay una pseudoproducción, una producción de segunda línea en donde verdaderamente están ocurriendo toda una serie de fenómenos muy lamentables. Por ejemplo, la apología del dinero, alrededor del dinero. Aquí mismo quiero hacer una salvedad porque me parece importante que se asuma, se interiorice que el confort no es un problema. Calidad de vida es calidad de emociones. Y el sacrificio no es una finalidad, es un medio.

Ahora, de ahí a tener el dinero como el gran paradigma en la vida, verdaderamente va un largo trecho. Incluso, hay uno de los grupos donde se dice: “yo muestro, yo enseño mis mañas”, y lo que se enseña es la tenencia de CUC. O dicen: “las muchachas se me encarnan porque yo vivo en España”.

Verdaderamente son videos que están contribuyendo a la distorsión de valores. En ese mismo video, uno de los estribillos dice: “cuando Tin tiene Tin vale, cuando Tin no tiene, ni timbale”. No es que en realidad no haya gente muy materialista, esto es cierto: hay gente muy materialista. Lo que pasa es que en el tono con que eso se canta, se dice, se siente una extraña complacencia como si se quisiera estar suscribiendo un antivalor en el lugar de un valor. Por no hablar de los timbales, que no son propiamente los musicales, y que nos hablan de una vulgaridad gratuita que se encuentra también en no pocos de estos videos donde se habla del negricidio de una suegra que no soporta los negros, pero entonces por detrás le gusta “la pinta”. O el contraste maniqueo entre una muchacha peleona, dramática cubana y la temba pudiente, realmente con posibilidades. Verdaderamente son visiones reductivas, simplificadoras de nuestra realidad y que no le hacen nada bien al género.Pero también pensamos que un sistema cultural no se hace de exclusiones. Nuestro compromiso es con toda la música, con todos los géneros, siempre que haya un mínimo de calidad.

Por otra parte, el empobrecimiento del lenguaje y del vocabulario. En algunos de estos videos escuchamos “venemos”, muy divino, “eses” después de verbos en segunda persona: “dijistes, expresastes, me trajistes”. Verdaderamente eso implica una involución galopante. Y Lucas ha dejado muy claro siempre que tiene un compromiso horizontal con toda la música.

Los muchachos inteligentes, exigentes, de la Asociación Hermanos Saíz nos critican con frecuencia porque quieren más compromiso con la canción inteligente, compromiso que a nosotros no hay que pedírnoslo. Realmente lo que más disfrutamos es eso. Pero también pensamos que un sistema cultural no se hace de exclusiones. Nuestro compromiso es con toda la música, con todos los géneros, siempre que haya un mínimo de calidad.

Ahora bien, si tenemos este compromiso, también tenemos la responsabilidad aún mayor con un proyecto de cultura y de nación. ¿Qué quiero decir con esto? Que si ética se necesita para respirar, cómo no se va a necesitar para hacer música. Todas estas razones hacen que estos videos que ahora integran este collage, no clasifiquen en la producción que Lucas legitima, que promueve.
 

IV

Buenas tardes gente. Pues se ha filtrado que buena parte del equipo, yo creo que todo el equipo de Lucas, es Industrialista. Industrialista es su director, Calzado, nuestro luminotécnico, el productor, el conductor Silva, ni se diga. Yo también. Entonces, la gente me ha parado en la calle y me ha preguntado: “pero Rufo, ¿no vas a hablar un poco del sentido cultural que tuvo el play off?”. Creo que esa es una aseveración acertada.

En realidad, el play off de 2010 en nuestro país fue un acontecimiento cultural y un acontecimiento político, además de un acontecimiento para el mundo del deporte. Por lo tanto, pudiéramos perfectamente introducir una lectura cultural del play off.


Foto: Internet

Lo primero llamaba la atención muchísimo era cómo se disparaba el imaginario popular en los días del play off. Al finalizar el último juego se recibieron no pocas llamadas en varios jardines mortuorios de la ciudad, a través de las cuales la gente encargaba coronas muy precisas: “Descansa en paz Villa Clara”. Se hicieron instalaciones en diferentes partes de la ciudad, se hizo una lápida con corona y tal en Belascoaín. Frente al Museo Nacional de Bellas Artes se inventó una instalación plástica que era una exprimidora de naranjas.

Los correos que han estado circulando, simpatiquísimos: “Desayuno de campeones" (un león que desayuna con naranjas); por el contrario, un león que tiene gripe a falta de vitamina C. Los poemas, las décimas, las parodias a Pestano. Ustedes saben que Pestano es un excelente jugador, uno de los grandes bateadores de este país y un gran cubano, pero por lo mismo quería darle a su ciudad y a su equipo el éxito e hizo cada cosas: eso de las señales de la cámara a los jugadores.

Las parodias por el correo: “claro que había que desclasificar a Industriales, porque la mujer de Germán Mesa llamaba al presidente del ICRT, este a la división de deportiva, este localizaba al cámara y le trasmitían la señal a los deportistas”. Las parodias, no solo temperamentales, seguramente como buen cubano, con sentido del humor, ya Pestano debe estarse divirtiendo con todas estas cosas.

Pero todo esto nos dio la medida de que los regionalismos y el sentimiento hacia o por lo propio, no fueron necesariamente un problema. Yo sentí en la mayoría de los equipos, por no decir en todos, una enorme ética a lo largo del play off.

La defensa de lo propio se hacía por afirmación y no necesariamente por negación del otro y muchísimo menos por odio al otro. En este sentido, el equipo Industriales hizo alarde de ética todo el tiempo. Cuando se entrevistaba a Tabares, Mayeta, Frank Camilo o a Germán, todo el tiempo el equipo reverenciaba la excelencia de su contraparte en Villa Clara o antes en el equipo de La Habana, verdaderamente con muchísima ética. Estas expresiones regionales de la cultura verdaderamente redundaron en un afianzamiento del sentimiento de pertenencia.De manera que no hay que temerle a estos grandes acontecimientos culturales que tienen connotaciones políticas, lúcidamente políticas, sino por el contrario, auspiciarlos y felicitarnos con gratitud por ello.

Creo que después de este play off, Cuba quedó fortalecida. Por eso, entonces, me pareció muy hermoso el recibimiento que la ciudad de La Habana preparó para los hombres de Industriales. Estos jugadores se convirtieron en heroicos en estos días no solo por un gran juego de pelota.

Qué me dicen del noveno y el décimo innings, donde Socarrás, casi como un zapador que va localizando bombas, tuvo que vérselas con no pocos grandes bateadores de Villa Clara y logró entre los dos innings ponchar a cinco hombres. Verdaderamente se convirtió en heroico Socarrás. No solo él, creo que en los próximos meses Germán Mesa debe seguir cuidando la heroicidad de su equipo que tanto ha propiciado, así también como la humildad de estos buenos cubanos que verdaderamente han logrado un resultado heroico. Pero no solo en lo estrictamente beisbolero, los Industriales contribuyeron a remobilizar el consenso, a incrementar las alegrías, las ilusiones, el entusiasmo de la gente. Y nada hay más sagrado que contribuir a las ilusiones de la gente. Creo que el play off demostró y nos enseñó que hay formas sutiles de hacer política, y que muchas veces pueden tener que ver con el espectáculo cultural, ¿por qué no?, en los grandes espectáculos. Algún día, cuando se estudie la dramaturgia de los espectáculos de Lucas, se podrá comprobar que hacia el final nosotros siempre aprovechábamos la intriga de la competencia, el furor de los muchachos por los reguetoneros, y al final siempre está el afincamiento de un sentimiento de cubanía, de nacionalidad, de defensa de la cubanidad, profundo.

De manera que no hay que temerle a estos grandes acontecimientos culturales que tienen connotaciones políticas, lúcidamente políticas, sino por el contrario, auspiciarlos y felicitarnos con gratitud por ello.

Entonces hay que felicitar al heroico equipo de Villa Clara, con esa ciudad preciosa, esa gente maravillosa, esa cultura que tienen; a los Industriales, desde luego, a Cuba toda, fortalecida después de este gran evento cultural que fue el play off, y en cuanto a los ganadores … tú sabes.

 

V

Si a mí me preguntaran con un grado de abstracción máxima, cuál es la característica más importante del clip en Cuba, yo pienso que el efecto realidad y el compromiso, la indagación, la exploración de lo real con una franca naturaleza sociocultural y antropológica; en contraste con el principio de seducción que a nivel internacional trata de acariciar al espectador y de sumergirlo en una especie de atmósfera de ensoñación, en una realidad “otra” que lo aleje y distancie de la que vive. Todo lo contrario, ha sucedido en Cuba, más que todo de los años 90 hacia acá.


Fotograma de El revólver, videoclip dirigido por Alejandro Gil.

De ahí que entonces, una premisa fundamental para evaluar la calidad y la suerte del clip en Cuba, sea el tipo de trato que establece el realizador, su equipo con lo real, con la realidad, qué abordaje, qué tratamiento, qué sesgo, qué acento prefiere. Y ha habido en estas tres décadas de video cubano mucha polémica y mucha crítica al respecto. Hay una línea, fácilmente perceptible, que va de Rudy y Cruzata a Bilko Cuervo, pasando con mucha fuerza por X Alfonso, es una línea que se preocupa por expresar el sudor de la gente, la vida del día a día. Ahora tuvimos un buen video, hace unos años, de Alejandro Gil, también en esa dirección, El revólver.

Algunos críticos, algunos puristas, aparentemente puristas dicen: “Cuidado, eso es negociar con la identidad, eso es hacer de ciertas zonas de pobreza una especie de comercio o de mercadeo, eso es deshonesto estéticamente. Porque están utilizando sobreempleando estéticamente una zona de éxito que en la vida social suele proyectarse todo lo contrario, como pérdida”.

En cambio, me he fijado que cuando algunos artistas se acercan a ciertas zonas físicas venidas a menos, y lo hacen con un grado de nobleza estética determinada, de cualificación, aparece la otra prevención. Recuerdo que cuando Pavel Giroud estrenó Maracujá, algunos dijeron: “Bueno, pero ese no es el Almendares profundo, de fondo, eso está demasiado romantizado, edulcorado, y tampoco hay que escamotear la sordidez”.

Si yo fuera un realizador sistemático me diría: “¿pero qué hago?, palo porque boga y palo porque no boga. Si vaya la realidad dura, a La Habana profunda, estoy negociando con la identidad y convirtiéndome en un mercader de lo cubano. Si ennoblezco, traiciono porque no tengo que ocultar la sordidez. ¿Qué hago?".Y cuando vemos sujetos blancos en contextos físicos ennoblecidos, cualificados, entonces eso no es Antropología.

Eso puede ser muy difícil y embaucador, digamos, para los realizadores, porque pudiera conducir a la parálisis. Por suerte, ellos han realizado sus clips y que el discurso después se encargue de lo demás. Como parte de este discurso, hace algunos años, algunos críticos venimos hablando del video antropológico. Ese video que se ocupa de estos sujetos. Pero me he fijado que le hemos llamado video antropológico (y piensen en estos realizadores que ha mencionado: Rudy, Cruzata, Bilko, X Alfonso) que se ocupan de sujetos negros, mulatos, mestizos, en la calle, a veces en situaciones jacarandosas, pero a veces incluso en situaciones violentas. Y me he dicho: “(en los últimos meses he pensado en esto) Bueno, si la antropología es la ciencia que estudia las relaciones del hombre con sus circunstancias culturales, las variaciones hereditarias, en fin, del hombre, en general; por qué cuando hay sujetos mulatos, mestizos o negros y sus situaciones culturales típicas, a veces tópicas, por qué eso es un video antropológico”.

Y cuando vemos sujetos blancos en contextos físicos ennoblecidos, cualificados, entonces eso no es Antropología. Y me doy cuenta que los propios críticos, incluido yo, hemos caído en una trampa de nominaciones. Y cuidado, porque aquí puede estar deslizando una especie de racismo o de exclusión, por supuesto, nada intencional, pero hay que huir de esas trampas del lenguaje.

Video antropológico puede ser todo aquel que observe, comente, aprecie circunstancias culturales del hombre, del sujeto, de lo cubano, pero sin esas exclusiones, esos subrayados capciosos de unos sujetos o de algunos grupos sociales.

Para que ustedes queden pensando acerca de si nos hemos equivocado o no, los vamos a dejar con un collage de videos importantes a lo largo de estas tres décadas, en donde los perfiles de lo cubano emergen antropológicamente de muy diferente manera.

 

Fragmentos del libro Lucas. 15 años, de Yuleidys Rojas García y Lizt Martell Caballero, Ediciones EnVivo, La Habana, 2013.