Flores blancas para Nicolás Guillén

Thalía Fuentes Puebla
16/7/2019

Recordar a Nicolás Guillén no debe ser tarea de un día, sino de la vida entera. Desde el pasado 10 de julio comenzó una jornada de homenaje a quien Alpidio Alonso, ministro de Cultura, calificó como un soldado de filas para las batallas presentes y futuras.

Fotos: Ariel Cecilio Lemus
 

Las rosas blancas fueron las protagonistas de la mañana de este martes, cuando artistas e intelectuales cubanos fueron hasta el capitalino Cementerio de Colón: una peregrinación para honrar a Guillén en el panteón donde se guardan sus restos mortales.

Justo cuando se cumplen 30 años de su desaparición física, Alpidio Alonso resaltó sus ideas revolucionarias, su legado a la cultura nacional, y todas esas cualidades que lo hicieron merecedor del título de Poeta Nacional de Cuba.

 

El ministro cubano exhortó a recordar a Guillén en todo momento, porque “es nuestra responsabilidad encontrarle cauce preciso a una obra que aún está vigente”. Asimismo aseguró: “Su poesía sintetiza y eleva las esencias de nuestra identidad, concentrando lirismo, sentido de profundidad, ritmo y carácter en una extraordinaria capacidad de comunicación”.

La poesía de Guillén estremece, está considerada como la más plena expresión de las más legítimas y revolucionarias aspiraciones populares en el período histórico en que se inscribe. Es conocido por introducir el tema negro en la poesía en lengua española.

En la ceremonia de este martes también estuvieron miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, organización que presidió desde 1961 hasta 1985. Durante esos años dotó a la UNEAC de un camino para canalizar las inquietudes y preocupaciones de los intelectuales cubanos.

 

Su obra ha sido traducida a varios idiomas y ha merecido comentarios elogiosos y estudios de destacadas personalidades de las letras contemporáneas, porque ha sabido interpretar a plenitud el espíritu de lucha de los seres humanos, y su esperanza de conquistar una sociedad mejor.

Entre sus títulos literarios más destacados se encuentran: Motivos de son, Elegía a Jesús Menéndez, Sóngoro cosongo, El son entero. Por su obra obtuvo el Premio Viareggio y el Premio Nacional de Literatura en 1983.

Y tal como dijera en sus versos refiriéndose al Che: “No porque hayas caído / tu luz es menos alta”, Nicolás Guillén aún vive en el pensamiento de los artistas en Cuba, aquellos que sostienen su legado y defienden las ideas de una sociedad más culta, culta para ser libre.

El final del merecido homenaje correspondió a la presentación del poemario La paloma de vuelo popular, publicado por Guillén en 1958, y que llega en esta ocasión de manos de Ediciones Sensemayá, la casa editora de la Fundación que lleva su nombre.

La paloma…, que viera la luz poco tiempo antes del triunfo de la Revolución, toma su real sentido por la condición de exiliado de su autor, que siente añoranza de su verdadero lugar, que se desespera ante la distancia física que lo separa de su país y que, sabe también que tarde o temprano las cosas en su Isla cambiarán, según una nota de prensa del Instituto Cubano del Libro.

Esta jornada abarcó coloquios y conversatorios en los que se destacó su magna obra. Se develó además una tarja conmemorativa en la escultura de Guillén que se encuentra en la Alameda de Paula de la Avenida del Puerto.

 

Asimismo, destacados artistas de la plástica, bajo la batuta de la presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de la UNEAC, Lesbia Vent Dumois, rindieron tributo al autor de Sóngoro Cosongo con la inauguración de una exposición en la Galería Villa Manuela, que gira en torno a su poema Iba yo por un camino.