Música extrema: un lenguaje sin manipulaciones

Miriela Fernández
26/2/2018

El Brutal Fest llega a Camagüey donde además de las bandas extranjeras se presenta el grupo local Sex By Manipulation.

Martes en la noche. No es un día común para una de esas cenas en colectivo en que se logra saciar el hambre de música extrema. Pero el Brutal Fest ha puesto su carta en El Casino de Camagüey, incluyendo, además de las bandas extranjeras Man’n Sin y Point Mort, de Francia, y Convulsif, de Suiza, a Sex by Manipulation, un grupo local que ha unido el grindcore al death metal y es parte de la escena desde el 2014. El espacio va poblándose poco a poco hasta hacerse grueso el arco del público, lo que comienza a dar una idea del gusto por el rock, el metal y el hardcore en un territorio al que muchos, durante los noventa, giraron la mirada para seguir la música de un “Caballo de fuego”.

Nelson Comas, “ese gran vocalista nuestro”, dice el baterista Luis Batista (Machine), daba vida al tema que montó Mr. Dominus y que también integró el repertorio de Monserrat. Entre otras bandas legendarias del territorio habla de Rhodas: “Cuando todavía no había muchas, fue de las primeras en defender el heavy metal. De ahí se desprendieron otros grupos”. Grinder Carnage, una alineación de cabecera dentro del metal extremo en Cuba, Strike Back, Hirden, Konflikt, por ejemplo, han conformado la historia más reciente de estos géneros en Camagüey, los cuales han sido promovidos, en gran medida, por el festival “Sonidos de mi ciudad”, que en mayo del 2018 arriba a sus 15 años.

La entrada en la dinámica de estas músicas que posibilita el Brutal Fest y la celebración que se aproxima conduce la breve conversación con Luis al estado de la escena allí, sus problemáticas y, claro, a los caminos por los que transita Sex By Manipulation, su nueva banda.

Grupo Sex By Manipulation en el Brutal Fest
Sex by Manipulation, otra vez en el Brutal Fest. La banda debutó en la edición del 2015.
Fotos: Cortesía de la autora

 

Las nociones en torno al rock y el metal para su comercialización en el circuito local, los espacios para la realización de eventos, así como la promoción son, al decir del drummer, los obstáculos que todavía siguen afectando a estos géneros en la actualidad: “Los Grinder Carnage con más una década de trayectoria llegaron a hacerse profesionales hace 4 años, acogidos por la empresa comercializadora de la música. Para la AHS fue un logro porque ayudó a insertar en ese espacio a una banda que creció en la Asociación y ojalá que otros grupos puedan también conseguirlo, lo que ha quedado un poco estancado aquí. Se sabe que es algo difícil rodar nuestra música por ese circuito, pero puede intentarse.

“Hoy estamos cayendo en la falta de promoción. Para el Brutal Fest sólo hubo posibilidades en un programa que se llama Vistazo. Nacionalmente tampoco fue fuerte la difusión y eso evita que se conozca el evento como una forma de intercambio entre grupos cubanos y extranjeros, y que también aquí defendamos este tipo de música.

“Otro tema son los locales. Logramos conquistar este para el festival, pero generalmente en los lugares abiertos se comercializa salsa y lo que ha venido nombrándose timbatón. Si el Brutal Fest hubiera sido otro día, no se hubiera podido hacer aquí por esa situación. Antes teníamos el Club de la Universidad, más conocido como El Bosque, que ahora es un centro tecnológico. Si bien este es un proyecto genial, siento que existen otros lugares que pudieron acogerlo. Ahora se abrió un anfiteatro y ojalá nos den cabida allí.

“Los directivos tienen que prestarle un poco más de atención a esta escena. El rock no es una música de moda. No tenemos que esperar a que las cosas se vuelvan un caos como sucedió con el cierre del Patio de María y la gente se volcó a otros espacios y luego se creó la Agencia. Aquí la gente oye rock and roll hace mucho tiempo. Hoy también tiene un público”.


Sex by Manipulation

 

Las palabras del baterista resuenan sobre una pista muy mojada. Son parte de la lluvia que sigue cayendo en el terreno del rock y el metal en Cuba y que, si bien es constante en todo el país tiene sus especificidades en cada territorio. El Brutal Fest ha permitido tomar el pulso a esas diferencias, pero también ha devuelto la necesidad de abordar el desarrollo de esta cultura que ha venido asentándose a lo largo de décadas. Hoy se está hablando de reconstruir desde la escena la relación  entre instituciones y seguidores, que en varios momentos ha sido tensa. Los debates pasan por pensar cómo impulsar las formas independientes de evolución cultural que han venido apareciendo; ponderar los esfuerzos de la AHS y la ACR en el actual contexto; contar con un mayor conocimiento sobre los rasgos que definen a estas músicas para quienes tienen responsabilidades con las mismas; sobre la integración a lo interno de la escena, y cómo consolidar la propuesta de una banda, lo que atraviesa tanto su nivel técnico, su concepto musical y la proyección performática de cada uno de sus miembros.

Para Luis, el hecho de que en estos tiempos se vuelva a rescatar el hardcore en Camagüey es un elemento importante en el sentido de la diversificación: “La gente se había embarcado en el metalcore o el electrocore que era algo más comercial, pero gracias a los mismos Brutal Fest se está haciendo también hardcore. El público joven, si no le diversificas la música, puede quedarse sólo en una onda. El hardcore es un estilo musical de mucha energía y siempre de protesta. Suicidal Tendencies, que dará próximamente un concierto en La Habana y otro en Holguín, es una de las bandas pioneras, junto con Biohazard. A la juventud le va a gustar. Hoy se está fusionando mucho el hardcore con el grindore, con el thrash. El mismo Sex by Manipulation hace una especie de cruce entre grindcore y hardcore porque es algo que a la gente le gusta, que les hace mover…”


Point Mort en Camagüey. La banda francesa que se presenta en el Brutal Fest es representativa del posthardcore

 

Actualmente Sex by Manipulation forma el catálogo de bandas activas en Camagüey, en el que se incluye Desbroce. Circunstancias sociales del lugar dan de comer a su música, las letras y al deseo de continuar sobre la escena: “El grupo quiere sacar lo privado a la calle. Se trata de buscar lo que pasa en la intimidad de la pareja, en el sexo y sacar afuera miedos o tabues. Hay temas que cuentan historias verdaderas que han sucedido en Camagüey. A la vez que se ‘vacila’, tratamos de prevenir, dejar enseñanzas sobre la violación de etapas en la vida, la gente que se vende por dinero en los tiempos difíciles que se viven, la prostitución masculina, la diversidad sexual, el valor de la mujer. Tenemos un tema que no lo pudimos tocar hoy que se llama 'Sexo libre para mi amigo', que habla de un homosexual que por tabues no sabe cómo decirlo…

“Nuestra música es para que la gente se sienta libre. El rock es una música en la que tú expresas tus sentimientos. Generalmente se cataloga como un género para jóvenes que tienen problemas. Eso también pasa, no lo niego. Pero en ese caso logra que el joven tenga algo en vez de estar inventando, que encuentre un refugio. También es una hermandad, como está pasando ahora mismo. Conoces gente de todo el mundo. Aquí el idioma que se habla es el de la música.”