“No tengo más dioses que mis amores”

Rosa Elena Encinas Hurtado
18/10/2018

Tiene el escribano algo que decir, y lo hace en un canto a la sobrevida, en una suerte de festín entre poetas y cantores; allí donde los límites de la muerte y el tiempo se quiebran. Son sus fantasmas los que entre versos nos hablan de una época añorada y maldecida, de un tiempo futuro para amar, soñar, crear.

Han pasado veinte años de sus primeras líneas en la revista Somos Jóvenes bajo el seudónimo de el Diablo Ilustrado, y tras la publicación del libro homónimo y una segunda parte, Confesiones, Fidel Díaz Castro da luz a nuevas obsesiones, esta vez con un proyecto que incluye un libro de relatos —en proceso de edición con la casa Editora Abril— y un fonograma: Los Amores del Diablo Ilustrado (Sello EGREM).

Norma y Santiago,
Sin mañana, sin pasado
Sin perdón de inquisidores
temerosos de un destello de sinceridad.

Santiago y Norma,
Danza hereje de las sombras
Como cuerpos que se queman
En un beso desmedido y saturado, sin final.
Diez temas y un bonus track conforman este disco, que sin dudas es un homenaje a la canción de autor y a la historia de la América Nuestra. Su universo sonoro inicia con el tema Norma y Santiago, en un paralelismo improbable pero seductor: Norma Jeane, la mujer que había detrás del mito de luz que fue Marilyn Monroe, y el eterno, desafiante y sincero trovador que sigue siendo Santiago Feliú, el Santi.

“En los relatos de esta nueva propuesta hay un poco de ficción, se juega con la poesía de los mismos personajes. Una historia imposible es la de Santiaguito y Norma, la Marilyn Monroe real, la que escribía poemas y llevaba una agenda roja que desapareció misteriosamente. Todo parte de la canción Beso, que Santi dedica a Marilyn Monroe”.Si Judith a Julia tuvo que emigrar
y Jonh Lennon nunca más fue Juan,
basta que preguntes para reencarnar:
¿Cómo vivirá la otra mitad?

El segundo tema, Revolution 2, dialoga con el Album Blanco de The Beatles a través de la historia de Judith, la cubana que conoció a Jonh Lennon, y en quien él se inspiró para componer “Julia”. Mito o realidad, estos versos recrean una historia fascinante entre Lennon y Judith, “la bendita santiaguera” que por azares coincidió con el Diablo, encargado de revelar aquel secreto.

Bajo la luz de Casiopea, otra vez el Diablo se refugia en su guitarra, en el “contacto curador” de una Silviada  siempre necesaria. Rompe el silencio la voz de Luis Rogelio Nogueras con su cisne salvaje y, en dulce canto, Eme Alfonso nos devuelve la existencia.

La Madona con niño
revoloteaba al parto de ocurrencias
como lloviendo santos,
o protegiendo el halo,
o palpitando ausencias.

“Hay un poco de azar alrededor del tema Silviada, dedicado a Silvio y a su entorno: Roque Dalton, Luis Rogelio (Wichy) Nogueras, la generación del Caimán Barbudo. Esa canción la iba a grabar un trovador importante, amigo de Silvio además; pero por esos días estaba enfermo. Ya teníamos premezclado el arreglo del tema y tuvimos que decidir qué hacer. Rober Luis Gómez, el productor musical y arreglista del disco sugirió proponerle el tema a Eme Alfonso. Ella llegó al estudio embarazada, le faltaban apenas días para dar a luz, y resulta que una parte de la canción dice: ‘la madona con niño revoloteaba al parto de ocurrencias’. Para más casualidad supimos en medio de la grabación que su verdadero nombre, el que consta en su carnet, es Madona. Ahí no terminan los azares: hace poco, en una entrevista que le hice a ella para un programa de radio, nos contó que la primera grabación que hizo con siete años fue la voz de Escaramujo, es decir, que su primera grabación fue con Silvio Rodríguez”.

Oración por tu piel es un canto a Violeta Parra desde el anonimato del Diablo, desde los versos que se fecundan tras su partida física, su silencio y quebranto. Él no niega la nostalgia, en cambio prefiere recordar la sobrevida de una de las grandes cantoras de América: “los verdaderos amantes son eternos”.A Emma
No sientas que te falte
El don de hablar que te arrebata el cielo,
No necesita tu belleza esmalte
Ni tu alma pura más extenso vuelo.

El poeta Bladimir Zamora recrea sus versos para estremecer la mudez del tiempo, para convocar el ruido que hace vibrar en la voz de Suylén Milanés el hermoso poema A Emma, escrito por José Martí con apenas 19 años.

Una máquina de escribir anuncia el primer sonido, se mezclan las voces del actor Sergio Corrieri en la película Memorias del subdesarrollo y de la cantautora Martha Valdés; se abre el pandemonio y otros amores comienzan a conspirar: Lenin, Galeano, Silvio, Lezama, Carpentier, Benny Moré, Retamar, Roque Dalton, Martin Luther King, el Che, Mercedes Sosa, Chávez, Fidel. Revolution 9+50 resulta una pieza inclasificable, auténtica, necesaria en tanto nos recuerda esencias de la América Nuestra.

“Cuando comenzamos a pensar en los poetas para el disco, hablamos de los que dejábamos fuera. Así nació la idea de hacer Revolución 9+50, una especie de analogía con Revolution 9, del Álbum Blanco de The Beatles, pues precisamente desde mayo hasta noviembre de 1968 se estuvo grabando ese disco, hace exactamente 50 años. Quisimos involucrar también a Lennon en esta suerte de historia «nuestroamericana» que intentamos apresar con los poetas, los trovadores. Revolution 9+50 tiene alrededor de 40 cortes en una mezcla de sonidos, voces, discursos, fragmentos de películas, canciones emblemáticas. Es entonces en este tema del disco que logramos reunir buena parte de esos amores que no queríamos dejar fuera de los relatos y las canciones, y son tantos que, como diría Matamoros, «se atropellan». Así tratamos de narrar una historia contada por ellos, entrando un sonido con otro, una frase poética con otra. Creo que se logró una lógica y a la vez dimos señales a través de un discurso muy polisémico”.

Vuelve a sentirse la paz en el universo sonoro del disco. Roque Dalton da paso a los primeros acordes de guitarras. La atmósfera intimista de su poema Desnuda encuentra ecos en las voces de Leonardo García y la intervención especial de Mirta Ibarra. 

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
Pasa a ser mi universo, el credo que me nutre;
La aromática lámpara que alzo estando ciego
Cuando junto a las sombras los deseos me ladran.
“La declamación que hace Mirta de una estrofa del poema nace a partir de un documental sobre Roque Dalton, donde descubrimos que ella y Titón eran amigos del poeta. Ya para ese entonces andábamos con la idea de convocar a todos los fantasmas posibles”.

 

Él la reclama desde su realidad
Ella le evade desde su pasión
Por el temor de que pueda una cruda verdad
Derribar la ilusión
En Un poema de amor, Nicolás Guillén desconoce “el tiempo que anduvo sin encontrarla nuevamente”, y en esa búsqueda incesante Luna Manzanares le canta al poeta A través del cristal.

 

Yo prefiero ser –de veras mi amor-
Tu tercermundista gris o verde natural;
Ciertamente un caso no muy tentador,
Mas dice mi abuela que “del lobo un pelo”
Y “tras la paloma se aprende a volar”.

En El momento que más amo, Fina García Marruz nos cautiva tras la escena final en la que el vagabundo Charlot se queda “sonriendo sin rencor ante la dicha inalcanzable”. En ese camino de luces y sombras que es la poesía, la voz de Héctor Tellez Jr. gravita en un rock denso para quebrar la realidad e inventar una mejor versión del Príncipe azul: “tercermundista gris o verde natural”.

“A mi vuelta sabré si me has querido, por la música útil y fina que hayas aprendido para entonces: música que exprese y sienta, no hueca y aparatosa: música en que se vea un pueblo, o todo un hombre, y hombre nuevo y superior”.

Este fragmento de la carta que escribiera Martí a María Mantilla en 1895 aparece en la voz de Fidel Díaz como credo del disco.  

“Yo creo como Martí que ‘la poesía es indispensable a los pueblos’. Y eso él lo estaba diciendo en el siglo XIX. En esencia los problemas vienen siendo los mismos, lo que multiplicados por el poderío mediático global que ha distorsionado completamente la sabiduría humana, su esencia. Nos venden que la felicidad depende de los objetos, no que estos sean un sostén para que seas feliz, sino al contrario, convierten los objetos en el sentido de la felicidad, un absurdo total. Para lograr esto se intenta despoetizar la vida, contaminándola con sonoridades que no aportan nada, vaciando de contenido la música, el cine, todo. Tratan de atrapar al ser humano en una mecánica autómata donde no tiene espacio la reflexión, ni la creación. Muchas cosas se crean bajo las lógicas del mercado, canciones con frases hechas para que se vendan con facilidad. No creo que ese sea el sentido de la creación. También ocurre que en los grandes circuitos están quienes reproducen cánones y patrones estéticos; se desechan las culturas auténticas de los pueblos y se crean productos seudoculturales donde la manera de amar, crear, soñar y poetizar la vida también son desechados.

“En esa sintonía estábamos todos los que participamos en el disco. La idea es darle a la gente otra opción, una más de las que existen en Cuba. No es nuestra intención entrar en algún mercado con este disco, ni ganar algún premio; nos anima la idea de que un grupo de personas lo escuche y sientan cada vez más la necesidad de soñar, de rebelarse, de debatir. Y creo que de eso trata la nueva entrega: ser una parte de esa rebelión necesaria”.

El penúltimo tema, Los Amores del Diablo, que inicia con la idea martiana, es una obra instrumental a guitarras de Rober Luis Gómez, quien logra atrapar en solo cuatro minutos la atmósfera sonora del disco.

“En el CD tienen un peso mayor los arreglos que hizo Rober Luis, quien además fue el guitarrista de Santiaguito. Que Rober fuera el productor musical y arreglista del disco le daba un sentido más especial, porque era como el hijo que le dejó en herencia Santi a Enrique Carballea (productor general del fonograma). Carballea venía desde los inicios de la trova con Santiago Feliú (con quien trabajó muchos años) y Donato Poveda, después con Silvio Rodríguez, Vitier; y ha trabajado con grandes de la canción y de la música cubana.

En el disco también hay tres drums (Alain Ladrón de Guevara, Ruly Herrera y David Suárez Marrero) que Rober Luis decidió escoger para darle matiz a las piezas, y resulta que todos son jóvenes de la misma generación y han tocado con Santiaguito, Varela, Gerardo. Esos vínculos van surgiendo porque hay una especie de cadena que se da en esa cultura raigal de los trovadores y poetas que los va intervinculando. Sin dudas, hay muchos azares y consecuencias en este disco. No soy místico. No tengo más dioses que mis amores, estos que están en el disco”.  

Las tardes del bardo
hoy tienen de ausencia,
pero están a salvo del olvido,
porque las almas ya se han querido
aunque esas tardes no vuelvan más.

Como toda obra genuina, Los Amores del Diablo Ilustrado tiene un buen comienzo y un buen final, la voz de Santi abre, y cierra Sindo Garay (Las tardes del bardo), en un clima trovadoresco que recrea Ray Fernández con las guitarras del dúo Jade. Vuelve el Diablo a ilustrar la poesía, a desentrañarla, volverla música, canción.


Fidel Díaz Castro y Enrique Carballea en la presentación del disco en Casa de las Américas
Fotos: Internet


El trovador Frank Delgado abrió con Norma y Santiago, primer tema del disco
 


El trovador Leonardo García interpreta el tema Desnuda

 

El trovador Roly Berrío interpreta el tema Revolution 2

 

Enrique Carballea, Productor general del disco junto a Beatriz Márquez

 

Fidel Díaz Castro, autor del disco


La sala Che Guevara fue el espacio perfecto para presentar Los Amores del Diablo Ilustrado