Pensar Latinoamérica en Casa

Elaine Caballero Sabugueiro
17/10/2019

Una vez más Casa de las Américas abre sus puertas al debate, a intelectuales dispuestos a pensar en el aquí y el ahora del continente que habitamos desde una mirada histórica, más que necesaria para entender los tiempos que corren.

Foto: Internet
 

Por quinta ocasión profesionales de diversas latitudes se dieron cita en la institución cubana para participar en el Coloquio Internacional sobre Latinos en Estados Unidos (EE.UU). En esta edición, el evento se propuso polemizar acerca del vínculo entre la primera potencia del mundo y Latinoamérica en cuanto a las industrias culturales, temas sociales, entre otras cuestiones.

ARTE DE DENUNCIA Y POETAS DE LA DIÁSPORA

La sesión académica de este miércoles 16 de octubre comenzó con el panel “El margen como espacio de diálogo, apropiación, creación y resistencia” en la sala Manuel Galich, donde la investigadora Eva Vásquez habló sobre la importancia del teatro como fuente de esperanza y vida tras el paso del huracán María en la isla de Puerto Rico.

La sesión académica de este miércoles comenzó con el panel “El margen como espacio de diálogo,
apropiación, creación y resistencia”. Fotos: De la autora

 

En un segundo momento, otra investigadora, Margarita Drago, analizó la obra de la artista María Evelia Marmolejo, un arte de denuncia que mediante el performance hace un llamado de conciencia social, y despierta a las mentes que no ven (o prefieren obviar) actos de violencia contra la mujer y las clases desposeídas.

De acuerdo con Drago, Marmolejo, de origen colombiano, “es una excluida de la historiografía del arte. Después de 30 años de silencio, rescatada del anonimato y del olvido en el 2011 en la ciudad de New York (donde radica desde 1997), retorna a su labor de creación con una mirada madura que trasborda los límites de la geografía local para definirse continental y planetaria”.

Desde entonces, su obra ha llegado a diferentes regiones de Estados Unidos, Perú, Ecuador, Brasil, Italia, España y Canadá. El uso de la sangre, detalla Drago, es común en sus trabajos, como símbolo del abuso de los regímenes opresivos en América Latina. De esta manera hace público su compromiso político y lo expresa, precisamente, a través del performance, la vía que encontró para materializar su discurso.

Drago sostiene también “que el cuerpo del artista es fundamental para convertir lo político en personal. Es la materia prima con la que experimenta, explora, cuestiona y transforma”, explica.

Uno de sus performances más polémicos, América (1985), lo realiza en Madrid, recuerda la investigadora. El 12 de octubre, fecha en que se descubrió el Nuevo Mundo, lo declara Día de Luto en memoria de los 67 millones de indios que murieron con la colonización.

“Vestida con una rústica saya y portando una gigantesca bandera negra, la artista reparte trozos de espejos a los espectadores, como símbolo de lo que burlonamente entregaron los conquistadores a los nativos, a cambio del oro que les expropiaron”, asevera Drago.

El momento crucial de la obra, explica, sucede cuando la artista se corta la yema de los dedos con una cuchilla y con su sangre escribe el nombre de América en el pedestal de la estatua de Cristóbal Colón.

Con una valentía inmensa para recordar hechos y situaciones difíciles de la historia universal, Marmolejo es una de esas creadoras que merecen el aplauso del público por su entrega incondicional y la osadía de encarar los problemas, desde la voz propia del arte.

VIVIR EN LA DIÁSPORA

La tercera ponencia de la mañana estuvo a cargo de Juana Ramos, quien profundizó en los poetas de la diáspora y los foros latinoamericanos alternativos.

Escribir en idioma español, afirma la académica, se vuelve un acto de resistencia en EE.UU., aún más si se trata de la poesía. En ese contexto, las editoriales rara vez se interesan en publicar textos de autores latinos porque “no es para ellas rentable”, considera.

 La académica Juana Ramos profundizó en los poetas de la diáspora y los foros latinoamericanos alternativos. 
 

Ante este panorama, en los últimos años han surgido editoriales autogestionadas dirigidas por los propios poetas y escritores, donde ellos mismos asumen como editores; a lo cual se suman eventos de carácter literario para visibilizar su obra, no solo en el país norteño, sino también en la región latina.

En ese sentido, Ecuador ha encontrado la manera de unir a los poetas que viven dentro y fuera del país con el proyecto La Chifurnia, fundado por Otoniel Guevara, ejemplo que explicó con énfasis la académica en su ponencia, por el alcance positivo en el mundo editorial.

Chifurnia es una palabra ecuatoriana de origen marginal en alusión al estado de la poesía en esa nación, resultado de la falta de apoyo de las instituciones estatales. Como organización, este sello de letras nació en el 2011 y actualmente posee cinco colecciones de volúmenes donde predomina la producción artesanal. En total han promovido el quehacer de una veintena de escritores del continente, en un panorama donde los versos muchas veces se convierten en el refugio espiritual que deseamos.

Por último, el profesor Ulises Juan Zevallos, de Ohio State University, profundizó en las tres generaciones de escritores peruanos que también migraron hacia los EE.UU. para desarrollarse en su oficio de vida. Sobre sus avatares, modo de supervivencia y vínculos laborales habló el pedagogo en su conferencia, entre otros temas de interés.

Antes de finalizar la sesión matutina tuvo lugar un segundo panel, dedicado a las “Continuidades, contradicciones y coyunturas: hacia una nueva época en los estudios latinx”, para luego seguir en la tarde con otra jornada sobre los fundamentos, prácticas y retos en un campus universitario de los EE.UU.

Durante tres días Casa de las Américas se ha convertido en un espacio de diálogo, de interconexiones desde la praxis y la teoría, en un encuentro que siempre trae a la mesa experiencias profesionales para seguir creciendo desde el conocimiento.