Vínculos libertarios entre Cuba y la República Dominicana

Kenia Méndez Mederos
6/6/2019

La Casa del Alba acogió el cuarto encuentro del espacio de pensamiento La Revolución cubana en América Latina y el Caribe, que conduce el doctor Andrés Zaldívar, presidente de la Unión de Historiadores de Cuba en La Habana. En esta ocasión se abordó el tema “Vínculos libertarios entre Cuba y la República Dominicana”, por un panel que integró el Comandante del Ejército Rebelde Delio Gómez Ochoa y Joaquín Gerónimo Berroa, Embajador de la República Dominicana en Cuba.

El cuarto encuentro del espacio de pensamiento La Revolución cubana en América Latina
y el Caribe estuvo dedicado a los vínculos libertarios entre Cuba y República Dominicana.
Foto: De la autora

 

El espacio contó con la presencia de embajadores y funcionarios del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país; Jorge Luis Mayo, director del área México, Centroamérica y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores; Patricio Bosch, hijo del destacado político dominicano Juan Bosch; Eugenio Suárez, director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, así como de metodólogos y profesores de historia y afiliados a la Unión de Historiadores de Cuba.

El Comandante Delio Gómez Ochoa se refirió a la ayuda internacionalista cubana a los afanes libertarios contra la dictadura trujillista de junio de 1959, en la que se desempeñó como asesor principal por la parte cubana. Esta, reconocida como una de las primeras manifestaciones de solidaridad de la Revolución cubana, involucró esfuerzos de patriotas cubanos, dominicanos y de otras nacionalidades, que desembarcaron en Dominicana el 14 de junio de 1959 tras un proceso de preparación y entrenamiento desarrollado en Cuba. Por diversos motivos tácticos y contextuales estos intentos fracasaron y de los patriotas cubanos solo sobrevivieron dos, incluyendo al Comandante.

Gómez Ochoa, que ha sido reconocido como Héroe Nacional de la República Dominicana, comenta que a pesar de los errores, fueron muchas las certezas de aquellos días: “Una conciencia bien definida, una conciencia clara de por qué se lucha”.

En palabras de Eugenio Suárez, aquella expedición fue fundamental para el proceso emancipatorio de Dominicana: “Una de las acciones patrióticas e internacionalistas más relevantes para el pueblo dominicano, tuvo resultados históricos de vital importancia. En particular, la gesta produjo un recrudecimiento de la oposición política nacional e internacional contra el régimen de Trujillo. La acción se convirtió en paradigma de los sucesivos episodios revolucionarios dominicanos y enriqueció la historia heroica de ese patriótico pueblo”.

Por su parte, Joaquín Gerónimo Berroa, Embajador de la República Dominicana en Cuba, dedicó su intervención a Juan Bosch y la influencia que recibió de Cuba, en ocasión del 110 aniversario del natalicio del eminente político dominicano. El embajador, autor del libro En el nombre de Bosch, comentó que Bosch constituye uno de esos grandes cruces de la historia en común que une a ambos países.

El político dominicano llega muy joven a Cuba en 1939 como parte de su salida al exilio para dedicarse a la literatura y la política, y asume responsabilidades importantes: fue el primer Secretario General del Partido Revolucionario Dominicano y el coordinador de la organización política del exilio. Bosch vivió en Cuba 19 años y regresa luego del triunfo revolucionario, en 1974, momento en el que su pensamiento abraza ideas de la izquierda revolucionaria. Fue el responsable de la creación del Comité de Amigos de Cuba y de la promoción de una interacción profunda y renovada entre ambos países. Los profundos sentimientos de Bosch hacia este país son evidentes en un fragmento de Cuba, la isla fascinante: “Al borde de ese centro de vida y fuerza que es el puerto, las plazas de Armas y de la Catedral parecen el refugio de la paz, de una paz de piedras, sobre las cuales, han ido cayendo lentamente más siglos de los que conoce el hombre”[1].

La Jiribilla aprovechó el espacio para conversar con el embajador de la República Dominicana sobre los pilares y principios fundamentales que han sostenido las relaciones entre ambos países:

“Lo primero es lo antiguo de esas relaciones: tienen la edad de la historia de América, pues al ser dos islas adyacentes había una comunicación entre los indígenas de allá y de acá. Eso se produjo durante siglos, desde antes de la llegada de los españoles y luego durante la época colonial. Ya en tiempos modernos lo que significó Máximo Gómez en la independencia de Cuba y la interacción de familias cubanas y dominicanas en diferentes épocas, creó una imbricación total. Se trata de una relación histórica casi familiar, de hecho a la gente de Santiago de Cuba les preguntan si son dominicanos porque dicen que hablan igual que nosotros; lo que quiero decir es que hay esa unidad de los pueblos, esa marca ha quedado a lo largo del tiempo y se expresa a través de personalidades.

“Por ejemplo: el hecho de que Fidel Castro siendo un joven de 21 años formara parte de una expedición armada para ir a liberar a la República Dominicana de la dictadura de Trujillo fue impresionante, eso no se dio, si se hubiese dado a lo mejor la Revolución se hace primero allá que aquí porque Fidel iba para allá. De la misma manera encontramos a Delio Gómez Ochoa, que es reconocido en República Dominicana como un Héroe; aquí es un comandante con grandes reconocimientos, pero allá en nuestro país él es un Héroe Nacional, reconocido por decretos y honores presidenciales en el Congreso. También está Juan Bosch, que viene mezclando a ambos países desde el año 1937. Aquí está su descendencia: su hijo, sus nietos, sus obras. Bosch trabajó en el año 1940 en la redacción de la Constitución Cubana, que fue la más avanzada antes de la Revolución y dejó una impronta de trabajo literario y trabajo político.

“Esos son los elementos que definen esa unidad, esa solidaridad, y en estos tiempos modernos, ya a partir de los últimos 20 años con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, estamos trabajando otros temas, a nivel propiamente diplomático: desarrollando mayor intercambio comercial, artístico, cultural y académico. Cuba nos apoya muchísimo con la formación de nuestros estudiantes de medicina y de otras áreas. En fin, estamos ampliando los vínculos en áreas que van más allá de lo histórico, cultural y político”.

 

Notas:
 
[1]Cuba, La isla fascinante, Juan Bosch, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1955.