Rostros que te observan desde el acrílico, collares, velas, naturaleza. Una mirada cercana a los símbolos, expresiones y prácticas del sincretismo religioso. Claroscuros a todo color de la memoria. El lente de Roberto Chile hurga, desde el respeto y la sensibilidad, en el hombre detrás del ritual, en el sentido de su espiritualidad.

Como piezas de un rompecabezas se integran, se superponen, se acompañan en un imponente mural de tres metros de alto por tres de ancho, las 90 fotografías de Chile que conformaron originalmente la exposición Somos, inaugurada en 2018 en la galería Collage Habana, del Fondo Cubano de Bienes Culturales.

Su llegada a Santiago de Cuba había sido un largo anhelo de Chile y la Casa del Caribe, pospuesto durante la celebración de la XXXVIII Fiesta del Fuego y consumado finalmente en el marco del XII Coloquio Internacional Joel James in Memoriam, celebrado entre el 10 y el 13 de enero de este año. Un regalo para todos los santiagueros, custodiado en la Casa de las Religiones Populares, más conocida como la Casa del Caribe 2.

En la ceremonia de inauguración participaron algunos de los sacerdotes y babalawos fotografiados por Chile, entre ellos José Manuel Pérez Andino, presidente de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba. Media hora de rezos y evocaciones rituales “cargaron” esta obra que, desde entonces, da la bienvenida a quienes llegan hasta la casona de Vista Alegre:

“Creo que está en el lugar donde debe estar: en la Casa del Caribe de Santiago de Cuba, un sitio donde se ha hecho mucho por las tradiciones culturales, por las religiones populares y por la cultura de nuestro país en general”, declaró Chile en aquella ocasión.

La entrega de este mural es solo un paso más en el proyecto Somos, afirmó además el fotógrafo, quien declaró sus intenciones de prolongar esta idea como un recorrido de vida, mientras la lucidez, la fuerza y la voluntad le acompañen.

Según afirmó Orlando Vergés, director de la institución santiaguera, con esta obra Roberto Chile se inscribe en la gran cofradía religiosa que somos los santiagueros, y forma parte de los grandes hombres que han pasado por ese sitio, templo de las tradiciones caribeñas.

Para retribuir la ofrenda del artista del lente a la Casa, Vergés entregó una muestra de la exposición Alegoría a la bandera cubana, del fotógrafo santiaguero Eugenio Pastó. La dedicatoria, simple: “En la Casa del Caribe te queremos”.

En una expresión mutua de afecto y respeto, Roberto Chile agradeció a Orlando Vergés por acompañarlo en esta travesía y por brindarle su grandiosa amistad. Asimismo, mencionó a aquellos que hicieron posible la realización de este mural, especialmente al Fondo de Bienes Culturales, que apoyó el viaje por toda Cuba para reflejar en profundidad manifestaciones de la Regla de Ocha, el culto de Ifá, la regla bantú y las sociedades abakuá:

“Le agradezco —expresó Chile— a todos los que abrieron las puertas de sus patios, de sus casas, de sus templos, que me permitieron retratar sus rituales, sus momentos íntimos, y captar este enorme instante de espiritualidad, que ya es parte también de la historia de Cuba”.

Instantes de Jagüey Grande, Trinidad, Guanabacoa y el propio Santiago de Cuba trascienden en estas fotos, catalogadas como una de las expresiones más creativas en la obra reciente de Chile.

Evocando simbólicamente la voz del tata nganga del palo monte, Chile preguntó a los presentes “¿Somos o no somos?”, para finalizar la ceremonia a la usanza de los ritos tradicionales de esa antigua manifestación de la religiosidad popular en Cuba. La respuesta a una voz con el nombre de esta obra fue, a la vez, una invitación a reconocernos en lo que SOMOS.