Claustrofobias: abriendo espacios al Premio Calendario

Karla Castillo Morét
10/3/2017

Claustrofobias Promociones Literarias unió fuerzas con la AHS, en aras de aumentar la divulgación de las obras del Premio Calendario. Yunier Riquenes es uno de los coordinadores de este proyecto, que estuvo presente en la Feria Internacional del Libro 2017, encargándose de la promoción del Calendario.

En la Sala de Prensa que sirvió como una especie de base de operaciones a Claustrofobias, intercambiamos sobre la importancia de este premio y la necesidad de acercarlo a los jóvenes universitarios, además de algunos problemas que, a su entender, deben solucionarse. 

foto de Yunier Riquenes
Yunier Riquenes. Foto: Racso Morejón

“Este es un proyecto que coordinamos Naskicet y yo. Él es informático y matemático, un lector voraz, y yo soy escritor y promotor; entonces decidimos un día, como lectores que somos, buscar la forma de hacer visibles libros y autores cubanos.

“Primero empezamos una página web; después comenzamos a hacer programas de radio y boletines digitales e impresos, estos últimos, por ejemplo, llegaban a las bibliotecas provinciales cubanas y a más de 500 personas en todo el país, que se iban subscribiendo. Luego realizamos spots, que son más de bien público que publicitarios; por ejemplo, en la televisión están transmitiendo uno que dice: `Todo comienza en las páginas de un libro´, ese es de nosotros.

“La idea es que las personas lleguen a la lectura, los libros y a los autores cubanos a partir del soporte al que puedan acceder, desde los más tradicionales —que pueden ser una hoja de papel o el boca a boca en los espacios de socialización— o también a través de nuevas tecnologías como páginas web, el uso de las redes sociales o cualquier otro dispositivo, como aplicaciones para celulares.

“Nos hemos inventado una editorial que se llama Ediciones Claustrofobias, donde hacemos libros digitales y también impresos. El objetivo es que los diferentes contenidos de los autores cubanos puedan circular por todas esas plataformas. Como estamos llegando a un periodo en Cuba de mayor acercamiento a la información desde los nuevos dispositivos —con las zonas wifi, que me parecen algo excelente y ojalá exista mejor conectividad—, hay que pensar que debemos gestionar contenido con una imagen Cuba. La literatura es uno de esos contenidos que se deben tener en cuenta, porque estamos copiando muchos libros digitales de autores extranjeros, pero de escritores cubanos no se realizan los suficientes. Tenemos que crear un nuevo usuario, un nuevo lector, que, evidentemente, es a lo que estamos intentando llegar con nuestro trabajo.

“Respecto al Premio Calendario, se nos ocurrió hacerle la propuesta a la AHS para trabajar un poco la estrategia de comunicación con todo lo que hemos avanzado. En Claustrofobias nos hemos creado una plataforma, de acuerdo a todo lo que mencioné anteriormente. La idea es que esa información que estamos generando en torno al Calendario, circule por la prensa plana, la digital, la radio, la TV y el mundo de internet.

 

“¿Qué hemos hecho? Pues no hemos inventado nada nuevo, estamos apoyándonos en lo que está establecido; se diseñó un cartel, calendarios de mesa, marcadores, invitaciones, todo el paquete promocional que se hace en cualquier campaña promocional. Realizamos también un spot que transmitió la televisión, y hemos hecho circular esa información por todos los canales posibles. A eso sumamos algo que puede ser novedoso: el Premio Calendario en esta edición, y por vez primera —que es una frase que no me gusta utilizar—, contará con los libros digitales. Estos tienen una versión para celulares y otra para ponerlos en formato digital gratis, o sea, son libros promocionales que van a estar colgados en la red.

“Las personas interesadas en conocer qué sucede con autores jóvenes cubanos y que siguen los Premios Calendario, los podrán descargar en cualquier parte del mundo; esa es la posibilidad que brinda lo que estamos haciendo.

“También vamos a enlazar ese libro digital con entrevistas en audio, o sea, colocaremos en la página web podcasts que permitirán a las personas saber quiénes son los autores y de qué va el libro. Además, colocaremos videos de los autores donde hablarán de sus libros y su premio. Toda esta información va a ir complementando, evidentemente, la visión del libro y del autor, y se va a publicar la transcripción de estas entrevistas para que quienes no quieran escucharlas o verlas, puedan leerlas; es decir, hay tres posibilidades de lectura: el audio, el video y el texto en digital. Crearemos también una galería de fotos en la que queden imágenes de los autores para que la gente, cuando vaya a buscarlos, encuentre fotografías atractivas.

“Pensamos circular los libros por los Joven Club del país. Queremos ponerlos incluso en el paquete; no sabemos a quién tenemos que buscar ni cómo, pero por supuesto, vamos a tratar de lograrlo y que estén en la mochila para que cada persona que quiera llegar a ellos pueda hacerlo.

Nosotros estamos realizando la promoción de un premio de la AHS, no es un premio nuestro. Preparamos el producto para que ellos lo puedan promocionar también.

 

“Garantizamos que los libros estarán en centros universitarios, porque Claustrofobias trabaja en el Festival Universitario del Libro y la Lectura, en Santiago, y nos estaremos moviendo a otras provincias. Con esta idea llegaremos también a los departamentos de Letras en las Universidades, para que no se queden sin información y para decirle a la gente que esos libros están ahí. También nos acercaremos a distintas revistas que pueden ser de fácil acceso a los jóvenes, como Somos Jóvenes y Alma Mater.

“No puedo dar una respuesta certera acerca del conocimiento que tienen los jóvenes de Santiago sobre el Premio Calendario. Como promotores nos movemos por diferentes lugares, pero sé que la distribución de los libros no es buena; no soy la persona más adecuada para hablar de esto, pero sé que no es buena.

“Habría que pensar en cómo se hace la convocatoria, cuándo se libera, cómo y a dónde llega, para luego ver si son efectivas o no la promoción, la publicidad en función del espectáculo y el show de la premiación, y las presentaciones de los libros y los ganadores. Además, habría que verificar si es efectiva la circulación de los libros, que desde mi punto de vista ―no soy absoluto― tampoco es buena. No hay una distribución certera, y esto es algo que no tiene que ver solo con Calendario: en estos momentos, la distribución de los libros en todo el país no es la mejor.

“Tengo experiencia con el Premio Calendario. He participado como concursante y jurado. Obtuve mención en 2003 y 2004, y luego no participé más. Como jurado participé en el género de Narrativa, que tuvo una convocatoria bastante amplia. En Cuba se está escribiendo mucho cuento y poesía, los jóvenes casi siempre se van por esas variantes. Existe una amplia diversidad de autores, estéticas y poéticas, y hay participantes de muchas partes del país.

Hay que tener en cuenta que Calendario cumplió 20 años, y como estamos hablando de literatura joven en Cuba, es uno de los concursos que mucha gente mapea o revisa para saber o entender lo que ha pasado con la literatura en el país. No siempre los ganadores de los Calendario son lo más representativo —ganar este concurso puede ser por talento, suerte o casualidad—, pero siempre es una buena base para saber qué se está escribiendo en materia de literatura joven en la Isla. Asimismo, hay otros escritores cubanos que no han recibido menciones o premios, y que hay que buscarlos por otra parte.

Participar en el premio Calendario —sobre todo cuando no eres de La Habana o de las grandes capitales de provincia— te ayuda a, por lo menos, publicar el libro en una editorial nacional y te hace visible. Se presenta en la Feria del Libro, en las Romerías de Mayo y en otros espacios; de alguna forma funciona como una plataforma promocional para los autores, y muchas veces esa obra se convierte en su primer libro publicado. Creo que es un concurso que ha sido y debe seguir siendo para los jóvenes.