Que no mantenga al enfermo tanto rato en la misma

posición —dijo el médico. Que lo vire a un lado —luego a

otro. Que cuide sus pulmones. Que no permanezca

muchas horas bocarriba. Que lo mueva… —¿lo (con)

mueva?

Yo, un producto genuinamente nacional,

fui a buscar la patria en el cuerpo

sobre el que una buena parte del año cae nieve.

Tanto nadar

para ir a dar a tu casa de la calle Lanaudière

donde no más entrar indagas mi posición política.

Siento ganas de reír,

preguntarte quién te paga

para activar la paranoia que me está destinada.

Respondo: Quiero verte desnuda.

Al instante comprendemos que hablamos de lo mismo.

Dejas caer lentamente tu falda acampanada.

Me turbo y recuerdo que alguna vez fui una pionera

que no sabía que existían las visas que caducan,

ni las diferentes posiciones… incluyendo las políticas.