Ellas no pueden asegurar si la diversidad de estilos se apoderó de su música o si, por el contrario, resultó un camino que fueron tejiendo. Lo cierto es que el dúo Jade regala una amplia sonoridad de música cubana.

“Las fuentes musicales de las que hemos bebido han enriquecido el heterogéneo estilo de Jade, a lo que se suma el principio de la fidelidad a nosotras mismas, pues somos autocríticas con las falsas poses. Nuestra rumba (‘Caminando’, ‘Yo ya te olvidé’) es la buena rumba cubana. Lo mismo sucede con el son que componemos (‘Son a Felina’, ‘Reinicia’, también la guajira ‘Por si el peso’, o ‘Guajiramente Chabuca’), en general nos dejamos llevar mucho por la intuición.

“La música tradicional ha sido un eje, un centro para Jade. Descubrirla ha sido un goce total. Aunque en algunas canciones pudiera notarse que nos salimos musicalmente del universo tradicional, está ahí latente”, comenta el dúo.

“Las fuentes musicales de las que hemos bebido han enriquecido el heterogéneo estilo de Jade”.

Pero su versatilidad no se manifiesta solo a la hora de componer, sino que su propuesta deviene una mirada distinta del arte nacional.

“El arte brinda infinitas posibilidades, es un universo de contenido y forma, desde lo más íntimo, existencial, hasta el espacio más público, colectivo. Estos espacios se van mezclando, es ley de vida; formamos parte de una sociedad única, y a la vez de una aldea más grande en la que nuestra individualidad convive con otras. En nuestra música se refleja la Cuba que hemos vivido, y Cuba es una amalgama de colores, olores, sonidos, palabras que conectan hacia dentro y fuera, la pluralidad consciente e inconsciente.

“Jade viaja una y otra vez mediante los ritmos, las personas, los libros, el cine y la realidad toda. Justamente, esas realidades las conectamos con la esperanza, la imaginación, los girasoles, el grito liberador. Podemos encontrar en Jade pinceladas de Fayad Jamís, en tantos palos que te dio la vida o de Vallejo y su claro-oscuro permanente. Además, tenemos de Piazzola en nuestra canción ‘Compás de espera’viajando al sur, y mucho de Guillén, en una Jade ‘Caminando La Habana’ profunda de todos y todas”.

Ese mundo de verdades cubanas forma parte de su nueva propuesta discográfica, que una vez más hace coincidir la buena música con el sentir de quienes viven en este pedazo de isla. Pero, sobre todo, resulta un disco en el que han salido de su zona de confort.

“El disco es un proyecto de familia (…), cocinado entre amigos, sueños, desvelos, desencuentros, frustraciones y alegrías”.

Caminando es un disco muy variado. ‘Prueba y vete’, por ejemplo, resulta muy divertido, casi adolescente, que juega con la rumba y con el rap. Por otra parte, ‘Te soñé’ es una balada muy sencilla. ‘Más lejos que el sol’, una canción con un aire más pop y ‘Mañana tal vez’ juega con lo asimétrico y el jazz a base de scats”, advierten.

“El disco es un proyecto de familia, una especie de ‘foto familiar’; cocinado entre amigos, sueños, desvelos, desencuentros, frustraciones y alegrías. Tuvo varias etapas complejas, desde buscar a los músicos, preparar los arreglos para el nuevo formato de banda, las presentaciones en vivo, hasta que llegó la oportunidad de grabar. En esta última etapa decidimos apoyarnos en Yusa, a quien nos une hoy —además de una linda amistad— el amor por la música, y la admiración. Fue uno de los saldos más gratos del disco, la amistad que hemos cultivado con ella y con otras mujeres que han sido luces en nuestro recorrido.

“Estamos decididas a que nuestra música tribute directamente a la defensa de los derechos de la mujer”.

“Nuestro agradecimiento a los amigos bandoneonistas de la Argentina, a la polifacética cantautora rapera Llilena Susel, a la poesía irreverente de Legna Rodríguez Iglesias y a la de nuestro muy querido Poeta Nacional Nicolás Guillén”, enfatizan.

Al preguntarle a Jade por la canción del disco que, desde su consideración, no debiera pasar desapercibida se decantaron por “Compás de espera”.Este es un canto de esperanza y de inspiración, una canción para salir de los malos momentos, sumando a lo anterior que se canta fácil; linda en varios formatos: a dúo, a trío, a cuarteto, a banda, y quién sabe si a orquesta algún día”.

“La música tradicional ha sido un eje, un centro para Jade”.

Quienes han escuchado al dúo pueden notar que muchas canciones promueven la libertad en su más alta expresión. “Estamos decididas a que nuestra música tribute directamente a la defensa de los derechos de la mujer. Ello puede notarse en temas como ‘Son a Felina’, ‘Por si el peso’, ‘Compás de espera’, ‘Flores’, ‘Mamá no sabe lo mío’”, explican.

“En sentido general, se deben crear más espacios y motivar más el debate y el intercambio verdadero. Tenemos mucho que aprender; no solo a nivel técnico-musical, que es donde solemos enfocarnos los músicos, sino también extender esa mirada hacia la producción, el marketing musical, el derecho de autor, actualizarnos con tendencias nuevas, y buscar soluciones colectivas que ayuden al gremio, y en específico a las mujeres hacedoras de música”, añaden.

Jade prefiere compartir la idea de que la música es “para el alma divertir”, por ello se reinventan continuamente. “De esta forma disfrutamos mejor lo que hacemos”, concluyen.

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