El 6 de diciembre dio inicio en La Habana la Feria Nacional de Artesanía 2021. Tras casi dos años de pandemia y en un contexto marcado por limitaciones financieras y de acceso a materiales, artesanos y alfareros, artistas y creadores se han reunido en esta ocasión para exhibir su trabajo.

La Feria inició su recorrido por el país el pasado 18 de noviembre en Camagüey, auspiciada por el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), institución que, con más de 40 años de creada, busca la preservación de los valores patrimoniales y creativos que la distinguen. Como expresión de la resistencia y capacidad de innovación de los creadores cubanos durante la etapa de pandemia, el evento se extenderá por todas las provincias del país y el Municipio Especial Isla de la Juventud.

En la inauguración del evento, Arturo Valdés Curbeira, director del FCBC, destacó que el actual sistema de ferias de artesanía pretende satisfacer necesidades de consumo material de los cubanos, por lo cual provee a la población de un conjunto de bienes y servicios de alta calidad.

La Jiribilla se acercó a algunos de los artistas que ofrecen sus creaciones al público en la Estación Cultural de Línea y 18 para conocer cómo han enfrentado las limitaciones impuestas por la pandemia tras casi dos años de confinamiento y escasez de materias primas. En esas condiciones, los creadores han sorteado diversos obstáculos, han encontrado nuevas soluciones creativas y han diversificado sus producciones.

A modo de presentación… creación artesanal y potencialidades

La presencia de plantas ornamentales en ediciones anteriores de las ferias de artesanía ha tenido gran acogida en el público. En este año sobresale “Arte Verde”, propuesta que combina el arte con la naturaleza y la cerámica. Para Betty Hoyos, directora del proyecto familiar, esta es una oportunidad para los capitalinos, pues cuentan con una gran variedad de plantas que requieren poco tratamiento y se adaptan con facilidad a las condiciones de los hogares con espacios pequeños.

“Arte Verde”, propuesta que combina el arte con la naturaleza y la cerámica.

“Hay plantas de sombra y de sol y cada quien puede encontrar una de acuerdo a sus intereses, condiciones y necesidades en cada hogar. Tenemos una amplia colección que abarca entre 1500 especies y subespecies, híbridos y cultivares de cactus, suculentas y otras plantas llamadas cactáceas; además de los llamados abeniums o rosa del desierto, ideales para Cuba por sus condiciones climáticas”.

Uno de los stands más recurrentes en las ferias y otros eventos expositivos es el dedicado a la talabartería. “Triple A. Piel” es un proyecto conocido por la calidad de sus piezas y los niveles de personalización de productos como cintos, carteras, billeteras.

Desde Matanzas llega a La Habana el arte de “Arcillados”, proyecto familiar liderado por el matrimonio de Liubis Milián y Richael González, cuya pasión por la alfarería les ha permitido innovar con nuevos materiales reciclados y potenciar las técnicas de esmalte sobre vasijas, ante la escasez de materiales en la etapa de pandemia.

De un error en la mezcla del esmalte y la arcilla salió esta técnica que ahora emplean con frecuencia.

“Usamos productos ociosos de empresas que cerraron en algún momento: vidrios, cosas en desuso. Nosotros mismos hacemos los diseños de las vasijas y mezclamos los esmaltes con las arcillas, que en esencia son tierras. En una de esas ocasiones que estábamos mezclando las materias primas ocurrió un error y salió una de las técnicas que ahora empleamos con más frecuencia”, declaró Liubis.

Otro proyecto con gran acogida dentro del público es “Mayólicas Puyalena”, del ceramista Carlos Manuel Puyalena, quien por más de 25 años emplea la mayólica como técnica para decorar sobre una capa de esmalte que no ha sido cocida.

“La técnica consiste en introducir la pieza en un recipiente que tiene suspensión de vidrio con aglutinantes. Eso se sumerge y antes que se seque, se pinta esa pieza, se decora con óxidos metálicos y entones va al horno. De todo eso la base y la cubierta se funden en una sola y es lo que te da el acabado indeleble. El público gusta mucho de estas piezas de cocinas utilitarias; también hacemos marmitas para asar y cazuelas para cocinar paellas, siempre con la técnica de la mayólica”.

En la Feria hay una representación variada de confecciones textiles. Uno de los proyectos que ha participado en ediciones anteriores y destaca por su estética es “Fresko Habana”, surgido en 2016 con la intención de recrear al público enmarcando una época, fundamentalmente la que guarda relación con la influencia de la cultura soviética en Cuba.

“Usamos la técnica de impresión de la serigrafía y con eso jugamos. La idea no es solo el material, sino también emplear la gráfica para llevar al público a una época, a ese recuerdo y a esa esencia que es lo que realmente somos”, aseguró Ivelisse Fernández Pupo, productora de la iniciativa.

Para los más pequeños de casa la Feria ofrece algunas confecciones como muñequerías y otros utilitarios. Entre las propuestas de este tipo de confecciones se encuentra “MimArte”, de la artista Bárbara Isabel Suárez Vidal, quien en poco tiempo como artesana ha logrado importantes reconocimientos, entre ellos, el Gran Premio en la sección de Miscelánea del IV Salón de Muñequería Casa de la Obrapía y el Primer Lugar en el Festival de talentos artísticos del Consejo de Iglesias Metodistas en La Habana.

Limitaciones para la creación durante la pandemia

Con un desafío adicional ante las condiciones en que tiene lugar la Feria Nacional de Artesanía, los artistas enfrentaron varios obstáculos para desarrollar los procesos creativos. Algunos aprovecharon el período de aislamiento para  impulsar su arte, otros, buscaron vías alternativas para el sustento del mismo.

Yoniel Hernández Corrales, representante del proyecto “Triple A. Piel”

Yoniel Hernández Corrales, representante del proyecto “Triple A. Piel”, de las Tunas, afirmó que la pandemia les permitió ajustar su trabajo con mucho esfuerzo y sacrificio, en tanto tenían algunos recursos ahorrados y eso les permitió sobrellevar esa etapa.

“También pudimos diversificar nuestras producciones. Hemos participado en exposiciones durante 15 años y, aun así, el tiempo de pandemia nos permitió ver lo que teníamos y crear espacio para nuevas cosas.”

Bárbara Isabel Suárez Vidal, directora de “MimArte”

Por su parte, Bárbara Isabel Suárez Vidal, creadora de “MimArte”, resaltó que, a pesar de la pandemia, pudo adaptarse a las nuevas condiciones de vida y seguir trabajando. “Recibí el apoyo y creatividad de todos en casa. Se me dio la oportunidad de comercializar con tiendas Caracol y ayudar a sustituir las importaciones de juguetes para los pequeños. Las mayores limitaciones han estado en la escasez de materiales, que solo se han podido adquirir por la modalidad de la Moneda Libremente Convertible”.

Para Betty Hoyos, directora del proyecto “Arte Verde”, el período de pandemia fue una oportunidad para potenciar su trabajo. “Nos hemos concentrado en cosas que no hacíamos anteriormente. Cuando tú no tienes a dónde ir se te ocurren más ideas y vienen más cosas a la mente. Ha sido un proceso muy constructivo porque al quedarnos más en casa aprovechamos cosas que antes no veíamos”.

En una situación similar se encontraron los representantes del proyecto “Arcillados”, quienes durante este tiempo se vieron forzados a cerrar el taller donde creaban sus piezas para, poco a poco, trabajar en productos y creaciones que prevén, engalanen una futura exposición.

Otros contratiempos que impactaron en el proceso creativo de artesanos y artistas fueron la disponibilidad de insumos y el acceso a ellos. En esta disyuntiva estuvo “Fresko Habana”, cuya productora refirió que en dicha etapa debieron esforzarse mucho, sin perder las ganas en el proyecto. “Nos hemos apoyado mucho en el espacio virtual para no dejar de brindar nuestro producto a todos los públicos”. Igualmente, comentó sobre las carencias de materias primas para la confección de los detalles que engalanan cada pieza.

Carlos Manuel Puyalena, creador y representante del proyecto Mayólicas Puyalena, destaca cómo el acceso a las redes sociales influyó en la exposición de sus creaciones durante los dos años anteriores.

“Tuvimos que empezar a buscar soluciones. Creé un grupo de Whatsapp, puse la opción de venta a domicilio. Me tuve que volver informático y subir fotos todo el día, trabajando con una mano y con la otra atendiendo el teléfono”.

Acogida del público

El stand de las plantas ornamentales tradicionalmente destaca en las ferias como uno de los establecimientos más visitados. Betty Hoyos, encargada de “Arte Verde”, ofrece sus impresiones al respecto.

“Las plantas siempre han tenido gran acogida por el público cubano, sobre todo por los niños y las personas mayores. Creo que hay un antes y un después del Covid-19 porque las plantas han servido de entretenimiento. Muchas personas me han escrito al Facebook o a páginas del proyecto, y me agradecen por la posibilidad de cultivar las plantas en la etapa de confinamiento; también han aprendido a injertar, a reproducir los cultivos. Las plantas han sido un hobby muy importante para muchos clientes que nos siguen de años en todas las ferias y nuevos que se han incorporado, sobre todo los niños. Es muy bonito la acogida que ha tenido “Arte Verde” antes y después del Covid”.

Similar acogida ha tenido los productos de Triple A. Piel, cuyos artículos han contado con una gran recepción, debido tanto a su calidad como a su presentación.

Igual aceptación ha tenido los productos de artesanía, como comenta Carlos Manuel Puyalena. “En el caso nuestro, siempre hemos tenido tremenda acogida porque el producto tiene calidad, porque rememora épocas antiguas y tenemos cosas que tiene que ver con la colonia, y la gente lo identifica con vasijas de la farmacia”.

Por su parte, la artesana Bárbara comenta que “a pesar de que los precios de los productos sufrieron cambios en su valor por el tema del reordenamiento, las elaboraciones han tenido buena acogida”.

Oportunidades que ofrece la Feria Nacional de Artesanía a los creadores

En las condiciones actuales, la Feria Nacional de Artesanía representa un punto condicionante del devenir artístico de los artesanos en el país. Las experiencias, contactos y vivencias de los creadores indican hasta qué punto este tipo de encuentros dinamizan el proceso creativo.

“La feria, sobre todo, rompe las barreras del contacto en línea y te permite tratar directamente con la persona que te escribe, la conoces, él te conoce a ti y le puedes dar recomendaciones. Aunque tenemos presencia en otras ferias, considero que si hay más oportunidades, mejor, porque hay un contacto más que vas a tener con el público”, comentó Betty Hoyos, en referencia a la significación que para ella tuvo el espacio expositivo.

Ivelisse Fernández, representante de “Fresko Habana”, también resalta las oportunidades del contacto cercano con las personas. “No solo que el público nos vea y nos sienta más cercanos, también existe la posibilidad de colaborar con otros emprendimientos. Abogamos completamente por eso. Creemos que entre todos podemos ayudarnos y la Feria nos da eso”.

Similar criterio lo comparte Carlos Manuel Puyalena, para quien el público desempeña un rol central en la evaluación de la calidad de los productos y de los precios a los que se ofertan. “El termómetro es el público, que es el que dice si esto está bien o si está mal. Ahora mismo hay una incertidumbre porque no hay una media respecto a la relación ingresos-gastos. Estamos tanteando para que todo el mundo salga contento”

En referencia a la exposición en sí, el creador de “Mayólicas Puyalena” expuso la oportunidad de conocer a personas con las que no se tenía una relación previa y que muestran un interés en el trabajo, lo cual facilita la interacción con las piezas actuales y con otras que se elaboren en el futuro.

Ese juicio también lo homologan representantes de “Triple A. Piel”, quienes destacan la visibilidad que ofrece este tipo de espacios. En palabras de Yoniel Hernández: “Nosotros somos de las Tunas y la posibilidad de venir aquí a mostrar nuestro trabajo siempre es importante”.

De la misma forma apuntó que si bien sería beneficioso realizar otras presentaciones de similar envergadura, ello no generaría la misma expectativa en el público que espera una Feria Nacional con anticipación.

Bárbara Isabel Suárez Vidal, de MimArte, subrayó que la Feria le ofrece la oportunidad de intercambiar con todos los tipos de públicos y con las entidades interesadas en comercializar, al tiempo que permite conocer aquellos intereses donde enfocar el trabajo para satisfacer los diferentes gustos de la población.

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