En el marco del aniversario de la desaparición física de Fidel Castro, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural acogió la presentación del Doctor Pedro Simón Martínez, director del Museo Nacional de la Danza, quien abordó la relación de Alicia Alonso con el Líder Histórico de la Revolución y la influencia de este en el desarrollo del ballet luego del triunfo revolucionario.

“El profesor, investigador y escritor cubano resaltó la impronta de la figura de Fidel Castro en la historia del ballet en Cuba”.

Antes de la charla, Simón presentó un material audiovisual donde se mostraba el testimonio de Ángela Grau y de Alicia como parte de la declaración que ofreciera el Ballet Nacional de Cuba en 1959 en respaldo al proceso revolucionario. A juicio de Pedro, ese momento definió el desarrollo de esa institución hasta la actualidad.

“El ballet era un arte excelente que había que poner en manos del pueblo”.

El profesor, investigador y escritor cubano resaltó la impronta de la figura de Fidel Castro en la historia del ballet en Cuba y el apoyo otorgado a esa manifestación artística como parte integral de la cultura cubana. En ese sentido, manifestó que el Líder Histórico de la Revolución Cubana lo acogió sin ningún tipo de recelo, con mucha sensibilidad y con una amplitud de miras para transformarlo desde las bases populares. “El ballet era un arte excelente que había que poner en manos del pueblo”, comentó.

Asimismo, aclaró que el acercamiento de Fidel a las necesidades de ese arte ya existía en el período de la Sierra, pues las pudo conocer tras su encuentro el Doctor Julio Martínez Páez y con Antonio Núñez Jiménez.

“Fidel es un personaje importantísimo para el ballet de Cuba”.

Según detalló Pedro, uno de los aspectos más importantes fue el apoyo económico, lo cual no solo se traducía en los trabajos de la compañía, sus producciones y en el desarrollo de la propia escuela de ballet, sino también en las observaciones realizadas durante los ensayos y el interés manifestado por su promoción, fruto de la comprensión, sensibilidad y disfrute a raíz de una postura de apoyo indiscutible. “Fidel es un personaje importantísimo para el ballet de Cuba, y lo sigue siendo porque lo tenemos presente”, apuntó.

Otra de las ideas reflejadas en el coloquio fue el trabajo del Ballet Nacional en la promoción de la danza a nivel popular, lo cual se ha traducido en presentaciones, charlas y conversatorios en diversos lugares del país. Ello ha contribuido, con el paso de los años, al arraigo popular de esa manifestación artística.

“Destacó la importancia de la divulgación de un arte a priori elitista, que agrupa un alto y variado número de espectadores en Cuba”.

Igualmente se comentó el desempeño de Fidel y Alicia como figuras históricas cuya relación de amistad estuvo vinculada paralelamente a un sentido de pertenencia capaz de sobrepasar las diferencias en interés de la patria. Pedro reseñó, además, la lucha contra los prejuicios de la obra de ambos líderes y destacó la importancia de la divulgación de un arte a priori elitista, que agrupa un alto y variado número de espectadores en Cuba. A tono con la actualidad, el investigador comentó que se realizan esfuerzos frente al cierre de escuelas de ballet y enfatizó en el caso de Pinar del Río, un territorio pródigo en representantes destacados de la danza nacional cuyo centro de enseñanza no se encuentra en funcionamiento.