Fiesta de publicaciones teatrales en Camagüey

Omar Valiño
21/10/2016

Entre las distinciones del recién finalizado Festival Nacional de Teatro de Camagüey, estuvo el segmento de publicaciones, bajo la responsabilidad, como en los últimos años, de nuestra Casa Editorial Tablas-Alarcos.

Si bien desde 2000 se fueron incrementando paulatinamente las publicaciones teatrales y escénicas en general, tengo la seguridad de que esta convocatoria estableció la cota más alta en lo que va de siglo; un signo claro de cuánto se aporta desde esta esquina al quehacer teatral del país.

Ubicado el segmento entre los Encuentros con la Crítica y los Foros teóricos, al medio mismo de las dialogantes mañanas del evento en el acogedor Centro de Convenciones Santa Cecilia, quien quiso pudo volver a casa con la alforja llena de libros y revistas en distintos formatos.

Buena parte de la actividad editorial del país se vio representada. Ediciones Matanzas, una editora exquisita y atenta a todo, en particular a la centralidad de la provincia en el teatro para niños y de títeres en Cuba,  envió Titeriterías, de Armando Morales, y Los aretes que le faltan a la luna, de Joel Cano. Ediciones Cubarte se sumó con el sustancial DVD Todos Los Piñera, que estuvo al cuidado de Norge Espinosa, devoto de Virgilio Piñera.

De Ediciones Unión se presentó por primera vez Los 12: las sorpresas de la memoria, de Esther Suárez Durán, investigación y testimonio sobre el mítico grupo teatral cubano de los 60 liderado por Vicente Revuelta, que recibiera el Premio UNEAC “Pablo de la Torriente Brau”, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Casa de las Américas aportó los más recientes números de la revista Conjunto, 179 y 180, de su Departamento de Teatro, en tanto el Fondo Editorial Casa de las Américas, junto al Ministerio de Cultura-INAE, de Uruguay, lo hizo con Antología de teatro uruguayo en el siglo XXI, a cargo del importante crítico e investigador de ese país, Roger Mirza.

Por el 30 aniversario de la Asociación Hermanos Saíz –una de las dos dedicatorias del festival–, un sello editorial nacido de dicha organización, como Reina del Mar Editores, de Cienfuegos, contribuyó con Las sobras de la Buena Pipa. Teatro de jóvenes para niños, compilación de Rafael González Muñoz. Y la Casa Editora Abril arribó con dos títulos que recibieron el Premio Calendario, de la propia AHS: Amnesia del infierno, de Roberto Viña Martínez, y Manual para usuarios con movilidad limitada, de Alessandra Santiesteban.

A propósito de este aniversario, Ediciones Alarcos preparó tres libros electrónicos de investigaciones que recibieron, en los últimos años, el Premio La Selva Oscura, de la AHS: Sobres cerrados, memoria abierta, de Maira Almarales, acerca de Teatro de Las Estaciones, de Matanzas; El largo viaje hacia la verdad, de Carlos Sarmiento, sobre la introducción y lecturas cubanas del método de Stanislavski y el papel en ello de Vicente Revuelta; y En un segundo de fulgurante revelación, de Andy Arencibia, a propósito de Manita en el suelo, de Alejo Carpentier. Con la decisiva contribución del Archivo Digital de Teatro Cubano que dirige Lillian Manzor en la Universidad de Miami, pudimos ofrecerlos en una memoria flash como soporte.

Esos libros de Alarcos habrían podido asociarse también al otro aniversario que Camagüey celebró: los 40 años del Instituto Superior de Arte, porque todos partieron de Trabajos de Diploma que licenciaron a sus autores en la Universidad de las Artes. Mas lo hicimos para el ISA en específico con Estaciones teatrales, de Eberto García Abreu, jefe del Departamento de Teatrología y Dramaturgia de la Facultad de Arte Teatral, y con Documental de amenazas, de Agnieska Hernández Díaz, ambos de Ediciones Alarcos.

Tablas-Alarcos también sumó Teatro cubano actual. Dramaturgia escrita en los Estados Unidos (II), compilación de Alberto Sarraín, que continúa, como indica su cifra, la publicación de autores cubanos residentes en ese país; y Caminos al viento, de Freddys Núñez Estenoz, líder de Teatro del Viento en Camagüey y director artístico del festival. Presentó, además, la revista Tablas 1-2/16, con una nueva visualidad de la mano de la joven diseñadora Daniela Portilla. E hizo debutar El Comején en papel, boletín de crítica de espectáculos y literatura escénica con destacado diseño gráfico de Annelis Noriega.

En recta organicidad con el Foro de la Unión Internacional de la Marioneta (UNIMA), aportamos por Ediciones Alarcos cuatro títulos: Tórtola mía, de José Manuel Espino (Premio de Dramaturgia para niños y de títeres Dora Alonso 2014); Teatro migrante para niños. Un caribeño en Nueva York, de Manuel A. Morán; Teatro sombrío para niños curiosos, de Christian Medina Negrín; e Historias que vuelan dentro, de Blanca Felipe.

Estos son apenas los datos más significativos de las publicaciones dentro del XVII Festival Nacional de Teatro de Camagüey. Ojalá que quienes volvieron con revistas y libros a casa estén traspasando, con sus lecturas, el umbral de los datos y degustando la fiesta de pensamiento de estas letras que también hacen nuestro teatro.