Desde este miércoles 3 de julio la República Oriental del Uruguay queda oficialmente inscrita en el entramado de naciones que conforman la urdimbre cultural del Festival del Caribe.

Por primera vez la Fiesta del Fuego invita a este país sudamericano, cuyo vínculo con la región caribeña ha despertado no pocas polémicas, según comentó Orlando Vergés, Director de la Casa del Caribe, durante la gala inaugural de la XXXIX edición.

“Para nosotros el Caribe no es solo un área geográfica, es algo más. Nuestras inclinaciones apuestan siempre por el reconocimiento del Caribe como una condición humana, afincada en sólidas bases históricas y culturales. Entre los argumentos que se consideraron para este convite, pesaron mucho las pruebas sobre los aportes de los afrouruguayos a la historia y la cultura de ese hermano país. De igual modo, hoy son muy evidentes los componentes de origen africano en zonas importantes de la cultura popular uruguaya, tales como la religiosidad popular, la música y el carnaval.”

Vergés subrayó además la dedicatoria del Festival al aniversario 60 del Triunfo de la Revolución cubana, para homenajear las causas comunes que defiende la Casa del Caribe, desde su fundación en 1982.

Bemba Saoco y el Candombe de Canelones, procedentes de Cataluña y Uruguay, respectivamente, compartieron el escenario de la Sala Principal del Complejo Cultural Heredia con compañías como Cutumba, Kokoyé y el Ballet Folklórico de Oriente, en un momento de integración cultural que aperturó oficialmente el espíritu del Festival.

En nombre de los más de 140 integrantes de su delegación, el embajador de Uruguay en Cuba, Excelentísimo Señor Eduardo Lorier, saludó a las principales autoridades de la provincia, allí presentes, y llamó al pueblo santiaguero a defender las conquistas culturales que lo hacen más humano y sensible.

Momento especial de la tarde fue la entrega del Premio Internacional Casa del Caribe al músico santiaguero Eduardo Morales Orozco, conocido por todos como “Tiburón”.

En esta ocasión, la Casa quiso destacar la capacidad vocal y el carisma que convirtieron a “Tiburón” Morales en el cantante sonero por excelencia y un ícono de la música cubana.

Asimismo, Enay Diamela Palacios, Secretaria de la Asamblea Municipal del Poder Popular, entregó al cantante el Escudo de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Al recibir las distinciones, el también director de la agrupación Son 14, recordó a otros músicos como Miguel Matamoros y Sindo Garay: “Es tanto lo que me han dado que creo que no soy merecedor de esto. Agradezco de corazón esas condecoraciones que valen más que todo el dinero del mundo”.

Con el acompañamiento musical de la popular orquesta Los Karachi, Morales regaló un mano a mano de improvisación sonera y retomó el emblemático tema “Calle Enramadas”, compuesto por Pedro Gómez y popularizado por Son 14.

Durante la velada se conoció que Sara Mederos y Oscar Damián, coordinadores del Festival en Uruguay durante siete años, también recibirán el Premio Internacional Casa del Caribe, durante la inauguración de la Casa de Uruguay, en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.