La Ruta del Esclavo es el nombre del próximo CD de Gerardo Alfonso, el autor de temas tan trascendentales como “Aquí cualquiera tiene” (1984), “Son los sueños todavía” (1996) y la icónica canción “Sábanas blancas” (1992), inspirada en La Habana.

El disco recrea, desde la contemporaneidad, los símbolos y procesos históricos y socioculturales de grupos humanos herederos de las tradiciones africanas en Cuba. Las 15 canciones que comprenden este material intentan rescatar rasgos del imaginario popular y difundir crónicas sociales cantadas en defensa de la diversidad cultural.

En el 2016 el fonograma fue asumido por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem). “La pasada década lo había propuesto a varias disqueras cubanas, pero no tuve eco en ese momento. Seis años más tarde la Egrem se involucró en mi proyecto porque había solicitado a través de la Unesco el financiamiento y se consiguió insertar el disco en el programa La Ruta del Esclavo”, comentó Alfonso.

El disco recrea, desde la contemporaneidad, los símbolos y procesos históricos y socioculturales de grupos humanos herederos de las tradiciones africanas en Cuba.

El CD está proyectado para estrenarse en diciembre del presente año. Promueve la formación de capacidades de apreciación y la transmisión social de la herencia africana en Cuba, sus prácticas y tradiciones, utilizando la música como vehículo.

Del autor

Gerardo Alfonso (La Habana, 1 de noviembre de 1958), destacado compositor y guitarrista, cuenta con 41 años de trayectoria artística. Integrante del Movimiento de la Nueva Trova desde la década de los 80, aprendió a tocar la guitarra y el piano de manera autodidacta. Ha trabajado durante años en el rescate de valores culturales a través de constancia y perseverancia en diversos espacios de la cultura cubana y sus instituciones. Es un activo promotor de géneros menos favorecidos y defensor de estratos sociales. Creó el ritmo del guayason y el o´changa con elementos melódicos de la música campesina y la afrocubana. Su obra acumula la grabación de 9 CDs en estudio y cinco a guitarra en vivo. Además, ha obtenido numerosas nominaciones y premios Cubadisco.

Gerardo Alfonso acumula 41 años de trayectoria artística como cantautor. Foto: Francisnet Díaz Rondón / Tomada de Vanguardia

Sobre el proceso de elaboración del CD

La esclavitud, vista desde la contemporaneidad, sobresale como eje central del fonograma La Ruta del Esclavo. Respecto al tema, manifestó el autor: “En el transcurso de mi vida musical, recopilé diferentes canciones sobre la temática de la racialidad y, por supuesto, todo eso amparado o respaldado por géneros de música afrodescendiente, que va del funky a la rumba, e incluye géneros míos que estoy defendiendo hace años como el guayasón y el o´changa, incluso hay algunas canciones inspiradas en pregones. No es un disco folclórico puramente; aunque me baso en el folclor, hay temas más eclécticos desde el punto de vista musical”.

“Cuento con colaboraciones importantes como la de Daisy Brau y Obba Aré Amlé, este último tiene especial relevancia por ser uno de los pocos grupos araráexistentes en Cuba. A Pablo Menéndez, director del grupo Mezcla, lo invité para que tocara todas las guitarras eléctricas del disco y ha hecho un trabajo virtuosísimo. También está mi hijo Tobías Alfonso, que toca los teclados; Yanio Abreu en el saxo y el clarinete; en fin, varios artistas involucrados, además de los músicos de mi banda. Lo más importante es que este disco, desde el punto de vista de arreglo y producción, lo está llevando a cabo Joaquín Betancourt”.

Expectativas…

Antes de comenzar un proyecto con una implicación social y cultural tan alta, casi siempre existen perspectivas al respecto. Así habló Gerardo Alfonso sobre la acogida que pudiera recibir su próximo disco La Ruta del Esclavo:

“No sé si una vez que el disco esté listo sea pasivamente disfrutado. Puede resultar un disco polémico porque algunas personas evitan el discurso sobre racismo, no quieren saber de esas cosas e inmediatamente se ponen a la defensiva. Pero puede suceder lo contrario con la música que está ahí dentro, que es sabrosa y no me refiero solamente al ritmo: hay aspectos en la melodía, en las letras y en las armonías que logran fluidez y belleza en el disco. De lo que sí estoy seguro es de que mis canciones, que han esperado tanto (algunas compuestas en la década de los 80), con la producción más las colaboraciones que posee, le dan una altura estética al proyecto. Esto, sin pretender ser un disco elitista, pues su lenguaje es popular, y al mismo tiempo, hondo porque está reflexionando sobre un tema tan complejo y delicado como la racialidad”.

“El racismo permanece de una forma solapada, (…) está en todas partes y de alguna manera te penetra y te daña”.

“El racismo es como un virus”

Sobre la significación del CD a nivel personal el cantautor confesó: “En las conferencias relacionadas con el programa La Ruta del Esclavo se habla de la historia de los lugares, de la fundación de las entidades relacionadas con el proyecto, de la etnología y las artes relacionadas con la cultura afrocubana y afrodescendiente. Pero hay una parte que tiene que ver con la racialidad, con ser un negro y haber sufrido la discriminación racial, que tiene maneras muy sutiles de sobrevivir. El racismo permanece de una forma solapada, es como un virus, está en todas partes y de alguna manera te penetra y te daña. En este disco expreso mis puntos de vista, que no constituyen una catarsis racista ni una contestación o agresión contra los blancos; pues lejos del prejuicio, solo pretendo expresar pensamientos, sentimientos e ideas sobre la cultura negra”.

“El tema de la discriminación es tan delicado que no puedes señalar a la persona y decirle ‘yo te acuso’ porque la persona no lo va a admitir, sino que solo lo reconocerá en su interior, sin cómplices ni testigos, y el disco te hace dialogar con eso. No es un material rencoroso ni agresivo, simplemente comparto puntos de vista que invitan a la reflexión, tanto del individuo blanco como del negro, porque el racismo constituye un conjunto, un problema que tiene dos alas, se sufre y se padece de ambos lados. Creo que eso es algo bueno desde el punto de vista cultural, que representa la base de todos los conflictos racistas que aún existen”, ultimó Alfonso.

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