Haciendo justicia

Yoamaris Neptuno Domínguez
5/12/2018

De pequeña tuve la suerte de conocer a la actriz Ida Gutiérrez Jiménez (1937-2008), quien fuera directora de la compañía de teatro para niños La Edad de Oro, y del grupo Enrique Santisteban. Recordada entre los cubanos por su personaje de la santera Petra en San Nicolás del Peladero, y merecedora del Micrófono Nacional de la Radio Cubana y de la Orden por la Cultura Nacional, Ida es ejemplo de consagración, rigor y dedicación.


Foto: Internet
 

Esto pudimos confirmarlo los asistentes a la presentación de cuatro capítulos de la serie de entrevistas para la televisión Unos minutos en la vida de…, que muestran la trayectoria de actores cubanos a través de sus propios testimonios o de las palabras de familiares y conocidos.

En esa ocasión, el realizador de documentales Carlos Collazo comentó acerca del origen de este proyecto. Ante la gran aceptación del trabajo en las redes sociales e instituciones, la Agencia Artística de Artes Escénicas ACTUAR sugirió la realización de la serie, la cual hace justicia a los grandes actores cubanos.  

Cámara en mano, Collazo hace preguntas sobre los inicios y el desempeño personal y profesional de sus entrevistados. La sala Taganana, del Hotel Nacional de Cuba, fue testigo de las historias de vida de Natasha Díaz, Miriam Mier, Verónica Lynn, María Teresa Pina y Luisa María Jiménez.

En el caso de Ida, el realizador se valió del testimonio de Ernesto Molina, hijo de la actriz, quien resaltó los valores y la profesionalidad que desde muy pequeño pudo apreciar en la carrera artística de su madre; lo que contribuyó en su propia formación como artista.  También conocimos de sus gustos por el café, los turbantes, sus largos vestidos de colores, su sonrisa eterna y sus ansias de enseñar. Ejemplo de mujer, madre, amiga y protectora, siempre fue muy agradecida con los que estuvieron a su lado en los buenos y malos momentos. Es recordada por sus alumnos como una maestra paciente, muy estricta como directora, pero a la vez muy cómica.

En el auditorio había rostros conocidos: Rosa Freire, Cristina Palomino, Aurora Pita, Carmita Ruiz y Amada Morado; miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba; representantes del Instituto Cubano de Radio y Televisión, del Ministerio de Cultura, del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, y familiares de los entrevistados. Los presentes agradecieron la nobleza de tal iniciativa, por su significación para la cultura y el arte en Cuba.

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