Historias de vida en el cine cubano

Narmys Cándano García
17/3/2016

Una vida de experiencias extremas, signada por la guerra, el destierro, la pérdida de la familia, ponen al límite la capacidad de conmoción en El camino de la vida, el más reciente documental de Isabel Santos que se presenta en el contexto de las jornadas por el aniversario 57 del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficas (ICAIC).

La obra narra la historia de Isabel Álvarez Morán, una española de 93 años, sobreviviente al cerco de Leningrado, que desde niña vivió los principales conflictos bélicos que afectaron al mundo durante la primera mitad del siglo XX.

En conferencia de prensa, su directora explicó que el documental está basado en el libro Historia de una niña de la guerra, en el cual la anciana hace una historia detallada de su vida que luego accedió a develar ante las cámaras, envuelta en tristeza de tan crueles recuerdos, pero sin perder el hálito optimista que la rodea, y la ha ayudado a “salvarse”.

“Yo quería que Isabel contara su historia, quería que ella buscara en su memoria los recuerdos, algunos muy difíciles de relatar” (…) También es un homenaje a todas las personas que tuvieron historias parecidas, a otros sobrevivientes.

Agradeció Isabel Santos a Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba, por la gestión de las imágenes de archivo sobre el Cerco de Leningrado donadas por un director ruso, testimonio visual, reconstruido y empleado para ilustrar parte del horror que superó la protagonista hasta 1963, año en que se instaló definitivamente en Cuba.

Por otra parte, Pablo Massip, presentó también a la prensa su documental El hombre de la sonrisa amplia y la mirada triste, acerca del artista de la plástica Eduardo Roca (Choco), el cual, afirmó, no es un material biográfico o histórico, sino muestra las interioridades del hombre y el creador desde los testimonios de amigos y familiares.

Precisó el realizador, que su objetivo fue revelar que “Choco es un hombre muy humilde, que enseña constantemente qué es ser cubano, artista, un hombre de pueblo”. Se rescatan recuerdos de su infancia, y se habla de la religiosidad en la obra del artista, de aspectos simpáticos como su afición por el equipo de Industriales, por jugar dominó, o de momentos tan tristes como la pérdida de su hijo.

Explicó, además, que en el material se mezcla la danza a modo de transición, con coreografía de Rosario Cárdenas, mientras que los artistas entrevistados ofrecen cada uno su visión a través de una obra de arte.

Ambos documentales serán estrenados en el Cine Chaplin los próximos días 23 y 24 de marzo.