Nunca sobran las razones para el júbilo y la autocomplacencia, pero abundan las razones para pensar con alegría en el año cinematográfico recién concluido.La productora Audiovisuales Icaic concluyó la producción de Oscuros amores, dirigida por Gerardo Chijona, un homenaje en clave de humor negro al realizador Juan Carlos Tabío, al actor Enrique Molina, y al director de fotografía Raúl Pérez Ureta, recientemente fallecidos. También se concluyó, y se estrenó en el Festival, El mundo de Nelsito, el más reciente filme de Fernando Pérez, seleccionado por la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica como el mejor largometraje cubano estrenado en el año 2022.

“Nunca sobran las razones para el júbilo y la autocomplacencia, pero abundan las razones para pensar con alegría en el año cinematográfico recién concluido”.

La selección mencionada también indicó lo mejor de la producción nacional en cuanto a cortometraje de ficción (La novicia jardinera, de Arturo Sotto) y documental (Landrián, de Ernesto Daranas) mientras que recibieron menciones de los especialistas Mafifa (Daniela Muñoz Barroso), La vida que queda atrás (del experimentado Manuel Pérez Paredes) y Abisal (Alejandro Alonso), que ganó hace unos días el premio al mejor documental en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Los críticos elegimos La súper (Ernesto Piña) como mejor dibujo animado, y este título ya se cuenta entre los preferidos por un público que sigue amando el producto nacional, como se demostró en la cantidad de espectadores que acudieron también a ver La caja negra, de Kiki Álvarez, y La espuma de los días, de Fernando Timossi.

Imagen del rodaje de Oscuros amores, dirigida por Gerardo Chijona. Imagen: Tomada del sitio web del filme

Y cuando el periodista insiste en convidar al lector a creernos cuando se habla del futuro cine cubano no solo piensa en los logros del año pasado, sino en lo que se prepara. A través del Fondo de Fomento del Cine Cubano en sus diferentes etapas se brindó apoyo concreto a 65 proyectos de creadores independientes. Por ejemplo, solo la cuarta convocatoria benefició diez proyectos en la modalidad de desarrollo de la idea, y dos en postproducción (a punto ya de concluirse). Un triunfo debido a los esfuerzos mancomunados de los independientes y del Icaic resultó Cuentos de un día más, una película de antología, integrada por seis cuentos que dirigieron ocho realizadores bajo la dirección general del maestro Fernando Pérez.

Por otro lado, el proyecto Palomas continuó su labor de activismo social, y el develado de problemas sociales a veces invisibles para otros medios que no sean el cine, exactamente el documental. Así, vimos Mujeres sobrevivientes de dos pandemias: Covid 19 y desigualdades de género, dentro de un conjunto de testimonios producidos por el Icaic y apreciados a lo largo de los últimos doces meses como: Esa es la vida, Octavio, de Patricio Wood; Charo Guerra y Georgina Herrera otra vez ante el espejo, dirigido por Rebeca Chávez; La gente del documental, dirigido por Inti Herrera, el largometraje Sueño de isla, sobre la vida y obra del cantautor Gerardo Alfonso, y Contra el tiempo, que relata una de las historias posibles de la medicina cubana, ambos bajo la dirección de Rolando Almirante.

“El proyecto Palomas continuó su labor de activismo social, y el develado de problemas sociales a veces invisibles para otros medios que no sean el cine”.

También se registraron avances en el trabajo de conservación y recuperación del patrimonio cinematográfico con la restauración de la mayor parte de los documentales realizados por ese clásico redivivo que es Nicolás Guillén Landrián (auténticos redescubrimientos ocurrieron cuando se volvieron a exhibir Ociel del Toa o Coffea Arábiga, entre otros) y Sara Gómez, cuya infinita película De cierta manera ya está disponible, finalmente, en una copia encantadora.

Y en cuanto al reconocimiento de nuestros grandes creadores, los que están y los que ya no, debe mencionarse el hecho de que en marzo, como parte del aniversario del Icaic, se entregó el Premio Nacional de Cine al director Manuel Herrera, el autor de Girón, Zafiros, locura azul, y del excelente documental Retrato de un artista siempre adolescente. Además, a finales de año se dio a conocer la noticia sobre la primera presencia del cine cubano en el Museo del Cine de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Los Ángeles, con la copia restaurada por su archivo del clásico La muerte de un burócrata, realizado en 1966 por Tomás Gutiérrez Alea.

A través del Fondo de Fomento del Cine Cubano en sus diferentes etapas se brindó apoyo concreto a 65 proyectos de creadores independientes. Imagen: Tomada de Cubacine

La necesidad impostergable de conservar nuestro patrimonio cinematográfico impulsó también a la Cinemateca de Cuba a suscribir un convenio con la Escuela de Cine Elías Querejeta, del país vasco, para la restauración de documentales con material de archivo y coauspició el Encuentro de la crítica cinematográfica Pensar el cine, este año dedicado a celebrar vida y obra del realizador italiano Pier Paolo Pasolini. Además, la Cinemateca también incentivó las candidaturas para inscribir la colección de carteles cubanos de cine en el programa Memoria del mundo de la Unesco y la conmemoración del centenario del intelectual Alfredo Guevara.

“La programación habitual se enriqueció este año con muestras como el Festival de Cine Francés, Orizzonti Italia-Cuba, el Festival de Cine Europeo, y varias semanas dedicadas a las cinematografías de otros países”.

La programación cinematográfica ha logrado una paulatina recuperación a pesar de la pandemia, las limitaciones tecnológicas y la desaparición de numerosas salas (este año se inició un programa de recuperación que se ocupó en restaurar el Cine Regla, la sala Glauber Rocha, y las salas de video del Liceo de Guanabacoa y de la comunidad de Cocosolo). La programación habitual se enriqueció este año con muestras como el Festival de Cine Francés, Orizzonti Italia-Cuba, el Festival de Cine Europeo, y varias semanas dedicadas a las cinematografías de otros países.

Para demostrar, si alguien necesitara semejantes confirmaciones, la mejoría de la programación cinematográfica, podemos volver sobre los resultados de la Selección de los mejores filmes exhibidos en Cuba en 2022, según los miembros de la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica, que aludimos al principio de este texto. Son todas películas de altísima calidad artística, y todavía se quedaron fuera por lo menos otras cinco, según mi parecer: la finlandesa Compartimento nº 6, la norteamericana Todo a la vez en todas partes (que triunfará sin dudas en todas partes como una de las mejores películas de 2022), la francesa Entre nosotras, la española Cinco lobitos y la islandesa Gorriones.

En 2022 el espectador cubano pudo acceder a algunas de las mejores películas, producidas en los más diversos países. Imagen: Tomada de Internet

Pero hablemos de las que quedaron en la lista. En la cima de la selección brillan, en ese orden, la australiana El poder del perro, de Jane Campion; la danesa Otra ronda (Thomas Vinterberg), la británica Belfast, de Kenneth Branagh, la japonesa  Drive my car (Ryusuke Hamaguchi) y la iraní  Un héroe, Asghar Farhadi. La segunda mitad de la decena elegida está integrada mayormente por película norteamericanas: Westside Story (Steven Spielberg), La tragedia de Macbeth (Joel Coen), Blonde (Andrew Dominik) y El callejón de las almas perdidas, de Guillermo del Toro. La excepción en esta terna la constituyó la coproducción colombo-tailandesa Memoria, del realizador de cultoApichatpong Weerasethakul.

Dicho con otras palabras: en 2022 el espectador cubano pudo acceder a algunas de las mejores películas, producidas en los más diversos países. Conste que la selección de los críticos cubanos no solo abarca largometrajes de ficción, sino también documentales (fueron elegidos el sudafricano Lo que me enseñó el pulpo, el español La naranja prohibida y el cubano La vida que queda atrás) y los animados norteamericano Encanto y Soul

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