La Academia: una década de fusión de la música con la pedagogía

Ana María Domínguez Cruz
5/8/2019

Todo comenzó por un libro. El connotado percusionista cubano Ruy López-Nussa lleva en la sangre el arte de enseñar y concibió el volumen Ritmos de Cuba. Percusión y Batería (editado por la Fundación Autor de la SGAE) con el ánimo de ilustrar, con el didactismo que seduce, las raíces de la percusión en el país a partir del estudio de la batería.

 Diez años celebra este proyecto musical liderado por el percusionista cubano Ruy López–Nussa.
Foto: Tomada del sitio oficial de Ruy López-Nussa

 

Abordó entonces los diferentes géneros de la música popular y folklórica, mostrando los variados ritmos a través de un intercambio entre las percusiones afrocubanas y el instrumento en el que más cómodo se siente, con elementos del jazz y otras corrientes musicales.

El libro, que además incluye un disco con 91 ejemplos musicales, es una herramienta valiosa para los estudiantes y desbroza el camino para quienes desean estudiar, desde la batería, la rítmica cubana. Así, combina transcripciones en forma de partituras polirrítmicas de la mejor parte de los conjuntos musicales que en Cuba ejecutan percusión, y al estilo de un atlas, ofrece un nutrido panorama de nuestra cultura.

Lo curioso es que Ruy no se contentó con el libro, ¡y mejor que haya sido así! Su hermano Ernán le propuso que encaminara ese contenido a través de un grupo musical y así surgió, una década atrás, La Academia.

El proyecto musical fue muy ambicioso en un inicio porque se presentó e ideó para un formato de nueve integrantes, pero la dinámica los llevó a ser seis. Ahora en el escenario, están el maestro en la batería, Robertico García (director musical) y Maiquel González en la trompeta, Alberto Cuenca en el piano, Arnulfo Guerra en el bajo y Octavio Rodríguez en la percusión.

A Ruy lo que más le interesa es innovar, improvisar y retocar con frescura temas ya conocidos. En un primer disco junto al percusionista jamaicano Everton Pablo Paul, evocan la música de Bob Marley y luego, con el fonograma que lleva el mismo nombre de la agrupación, ofrece una muestra contundente de esos anhelos en temas como Camandele, Obbatalá, Enlloró, Los caminos del Cóndor, El cumbanchero, Mivi, El Carbonero, Nostalgia, Sandunga y El bodeguero, la pieza de Richard Egües.

Sin embargo, en medio de todo el derroche creativo que se comparte en La Academia, Ruy no se considera compositor, sino “un percusionista que enseña y de vez en cuando también escribe”.