La osadía literaria de Salvador Wood

Ana María Domínguez Cruz
3/3/2020

Por una rima trigueña
de tus labios de coral,
volviera en dulce la sal
de toda la costa isleña.
Tú eres el santo y seña
de mi verso y de mi prosa,
eres mi ejemplo de esposa
y eres mi orgullo de hombre.
Que dios bendiga tu nombre
y al sembrador de esa rosa.

¿Quién puede imaginarse, al leer estos versos, que fueron escritos por el actor cubano Salvador Wood? ¿Quién podría incluso sospechar que existen otros, similares o no, que fueron agrupados en una compilación que asombra, que despierta luces, que muestra una faceta poco conocida del afamado actor?

Salvador Wood y su esposa. Foto: Tomada de Juventud Rebelde
 

Su hijo, Patricio, agradece la gentileza de publicar este poemario de su padre en un texto titulado El canto de mis canciones, presentado el pasado 12 de febrero en la UNEAC como parte del programa de la 29 Feria Internacional del Libro de La Habana.

“Era mi madre quien se ocupaba de organizar esos poemas y leerlos de vez en cuando en algún lugar. Él los acumulaba de manera arbitraria y Yolanda, su eterna musa, los organizaba. A mí me encantaba escucharlo mientras recitaba sus versos”.

Una osadía literaria es como define Patricio este regalo de la editorial, que tuvo prólogo de la investigadora Josefa Bracero. “Excelente elección —nos dice— porque ha trabajado mucho en la historia de la radio en el país y que además, conoció bien a mis padres y al amor que se tuvieron”. Y agrega:

“Trabajamos bien, la familia con la editorial, para lograr que la compilación de versos tuviera cauce, que estuviera organizada. El libro está dividido en capítulos, nombrados por versos de un poema, y justamente el título del libro es uno de esos versos, que además es el único de un capítulo. Además, buscamos una vasta colección de fotografías de mi padre porque nos pareció apropiado que acompañaran este libro. Es un arsenal valioso y está volcado en esta especie de biografía, que puede verse como una semblanza de la vida de mi padre, de esa etapa del exilio que vivió después de la huelga del 9 de abril.

“Al parecer esos momentos duros de su vida fueron los catalizadores de sus inspiraciones. Es una manera de acercarse a esas experiencias suyas como combatiente y a la obligación de abandonar su país. Siendo joven, conoció a mi madre, joven combatiente revolucionaria en Santiago de Cuba, cuando lo llamaban Leonardo Robles o Cepillo, sus alias en la lucha. Cuando triunfa la revolución, dejó de escribir. Tal vez descubrió que la Revolución era un poema propiamente dicho.”

Hasta la salida de este libro, me atrevo a asegurar que pocos conocían las inquietudes de poeta de Salvador Wood.