La Revolución cubana costó muchas vidas

Magda Iris Chirolde López
24/12/2018

Más allá de mencionar hechos históricos que sucedieron en Cuba durante el período de 1959 a 1965, el libro En los umbrales de la Revolución. Terrorismo y bandidismo en Occidente, de José (Pepe) Suárez Amador, ofrece al lector años de investigación y vivencias personales acerca de la lucha contra bandidos y terroristas.

El texto conforma una trilogía que muestra cuántos esfuerzos, recursos materiales y vidas humanas costó la épica lucha que el pueblo cubano enfrentó en los primeros siete años de la Revolución para garantizar la construcción de una nueva sociedad.


 Foto: Cortesía de la autora
 

Al decir de Pepe, el tema de la batalla contra bandidos ha sido abordado durante años por la literatura, el cine, la televisión y el teatro. Ha expresado con fidelidad y crudeza aquellos tiempos de pugnas contra los enemigos de la Revolución, quienes, organizados y financiados por el gobierno de los Estados Unidos, pretendieron crear una insurgencia armada en la nación e impedir el desarrollo de la Revolución.

Considera el autor que aún quedan muchos elementos históricos por conocer de aquella épica gesta que realizó el pueblo en todo el archipiélago. En el presente libro se recogen casi todas las acciones terroristas y los alzamientos ocurridos en Pinar del Río, La Habana y Matanzas.

Cuando aparecen estos grupos armados, cuenta Suárez Amador que cada una de las tres provincias mencionadas tuvo sus peculiaridades. En Pinar, por ejemplo, se produjeron numerosas infiltraciones de los agentes de la Agencia Central de Inteligencia. En más de una ocasión ciudadanos norteamericanos que desembarcaron por las costas de esa región dieron paso a múltiples alzamientos.

La Habana fue objeto de atentados y sabotajes. Todavía se recuerdan algunos, como la explosión del vapor La Coubre, donde perecieron alrededor de 101 personas, y los bombardeos ocurridos el 15 de abril en los aeropuertos de Ciudad Libertad y de San Antonio de los Baños, por aviones enmascarados con insignias de la fuerza aérea cubana.

Por otra parte, en Matanzas los bandidos intentaron organizar su estructura y estrategias contrarrevolucionarias, como se pretendió en el Escambray. La idea era crear descontento en gran parte de la población rural, para sumar elementos a las bandas armadas.

A través de un análisis, el autor distinguió elementos comunes en las tres provincias. Las bandas que se alzaron en dichas regiones nunca lograron establecer un territorio libre del comunismo; y sus acciones se limitaron al acoso y asesinato de humildes familias campesinas, provocando el homicidio de niños, como ocurrió en Pinar del Río con una niña de seis años, recluida durante meses en estado de gravedad tras ser cruelmente baleada.

En La Habana un joven de 12 años fue asesinado por los bandidos cuando intentaba sofocar el incendio de su vivienda. En Matanzas una banda que asaltó un vehículo ocasionó la muerte de un niño de 22 meses de nacido, y en una vivienda fueron asesinados dos menores de 10 y 12 años de edad.

José Suárez Amador es licenciado en Ciencias Políticas y Militares. Siendo muy joven se incorporó a la Revolución, primero como maestro voluntario y luego como miembro de las Fuerza Armadas Revolucionarias (FAR), donde permaneció 30 años. Durante 50 meses combatió en la lucha contra bandidos, además cumplió misión en Angola y desempeñó importantes tareas como cuadro profesional del trabajo político y del Partido en las FAR.

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