Land of the Sun: Sonido para la lluvia

Ana María Domínguez Cruz
25/5/2020

Llueve… Casi todas las tardes de estos días de distanciamiento social han caído gotas del cielo. A veces, como golpes secos traídos a la fuerza; a veces, con la suavidad que deja una caricia reposada… Y se me antoja ponerle música a la lluvia.

Land of the Sun (Tierra del Sol) fue mi elección, la misma que una y otra vez me ha llevado hasta un disco que, disfrutable y refinado, me hace bailar apretada conmigo misma y me hace comprender que los talentos unidos de esta manera solo consiguen aplausos, ovaciones, ganas mayores.

El disco, Premio Grammy 2005 en la categoría de Mejor Álbum de Jazz Latino, unió al jazzista estadounidense Charlie Haden y al jazzista cubano Gonzalo Rubalcaba. Fotos: Cortesía de la autora
 

Grabado del 19 al 22 de diciembre de 2003 en Avatar Studios, Nueva York, el álbum es romántico y dulce, pero sin exceso de ornamento. No hacía falta. Dejar fluir fue lo mejor.

A cargo de la producción estuvieron Gonzalo Rubalcaba (y también de los arreglos) y Ruth Cameron. En su repertorio se incluyen “Fuiste tú” (José Sabre Marroquín), “Sueño solo con tu amor” (José Sabre Marroquín), “Canción de cuna a Patricia” (José Sabre Marroquín), “Solamente una vez” (Agustín Lara), “Nostalgia” (José Sabre Marroquín), “De siempre” (José Sabre Marroquín), “Añoranza” (José Sabre Marroquín), “Cuando te podré olvidar” (José Sabre Marroquín), “Esta tarde vi llover” (Armando Manzanero) y “Canción a Paola”  (José Sabre Marroquín).

Boleros todos en los que el contrabajo de Charlie Haden y el piano de Gonzalo Rubalcaba se enriquecen entre ellos y, además, con el aderezo de los cubanos Ignacio Berroa (batería) y Oriente López  (flauta); los estadounidenses Joe Lovano (saxo tenor), Larry Koonse (guitarra) y Michael Rodríguez (trompeta, fliscorno); el dominicano Juan de la Cruz (percusión), el beninés Lionel Loueke (guitarra) y el puertorriqueño Miguel Zenón (saxofón alto).

Sensibilidad y corazón se entrelazan desde los dedos de Haden en las cuerdas de su instrumento y los de Rubalcaba en las teclas. Detalles en las percusiones, en los sonidos de los saxofones y la flauta… Nada sobra. Todo a su tiempo. Y los solos, merecidos, enamoran.

Gonzalo Rubalcaba y Charlie Haden.
 

Charlie Haden (1937-2014) no fue solo un contrabajista de jazz. Fue, según dijo el guitarrista Pat Metheny, “un filósofo”. Haden fue famoso por sus interpretaciones y sus acertadas composiciones, pues lamentablemente su voz (por la que se inició en el mundo de la música) no le acompañó más desde que le aquejó la poliomielitis.

Se archivan sus éxitos a partir de su unión con el saxofonista Ornette Coleman a finales de los años 50 y por ello, juntos, son representantes cimeros del free jazz, palpable en la entrega The Shape of Jazz to Come. Integró el Trío de Keith Jarrett, el American Quartet, la banda Old and New Dreams, y protagonizó colaboraciones con la compositora y saxofonista estadounidense Carla Bley, los pianistas Hank Jones, Kenny Barron y Denny Zeitlin.

Se habla también de un Charlie Haden político. Creó la Liberation Music Orchestra, con la que introdujo el jazz en la combinación de las canciones de la Guerra Civil española con los himnos pacifistas y las melodías revolucionarias latinoamericanas. “Necesitamos de la belleza”, repetía constantemente.

Y belleza sobra en el álbum, galardonado con el Premio Grammy 2005 en la categoría de Mejor Álbum de Jazz Latino. Suavidad, luz tenue, fibra tocada… Es el sonido de la lluvia, al menos de la mía.