“Leales a Martí”, de los periodistas y comunicadores Magda Resik y Alexis Rodríguez, es una exposición de fotografía documental que reverencia el diálogo establecido entre el Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal, y la prensa cubana y, en particular, con “nuestro primer gran periodista” José Martí, al decir de Julio Larramendi, destacadísimo fotorreportero que tuvo a su cargo la inauguración de la muestra que puede verse hasta el venidero 12 de abril en la Casa México, en la parte vieja de la capital.

Afirmó Larramendi que con esta exposición celebramos el Día de la Prensa Cubana: “las instantáneas hechas por Magda captan los momentos en que Leal está íntimamente relacionándose con una parte de la historia de Cuba o con una parte de la historia de los vínculos entre Cuba y Estados Unidos; son —dijo— instantes únicos que ella supo, con sensibilidad, atrapar”.

Quiero aclarar, insistió Larramendi, que no se trata de una exposición sobre Eusebio, sino de un homenaje a la prensa cubana y a Martí. Subrayó que Alexis “lleva años captando con su cámara aquello que sucede en la Habana Vieja y ha tenido la oportunidad y la sagacidad de estar en muchos momentos que vinculan los monumentos de Martí con nuestra historia, siempre de la mano de Leal, nuestro mayor inspirador”.

En un aparte con esta reportera, y minutos después de inaugurada la muestra, Magda Resik, insistió que el “protagonismo que Leal tiene en esta exposición viene siendo el del historiador que nos ha enseñado a andar La Habana, descubriendo esa ruta de la historia y esas huellas de la identidad que nos identifican y que nos definen como cubanos”. Ciertamente —aclaró— “tuve la oportunidad de acompañarle en varias ocasiones y, especialmente, en los recorridos que marcaron su descubrimiento de la presencia de José Martí en territorio estadounidense”.

Como periodista, subrayó la también directora de Habana Radio, la Voz del Patrimonio Cubano, que “sin el afán de trascender como fotógrafa ni mucho menos, pero animada por el amor y por el asombro ante el descubrimiento emocionado del Historiador cada vez que llegaba a un sitio” sintió la responsabilidad de atesorar estos instantes que, seguro, “son únicos”.

Hay, significó Resik, imágenes de Leal rindiendo culto a Carmen Mantilla “en un cementerio de Nueva York”, bajo un frío aterrador, donde vemos al historiador con un ramo de rosas blancas ante aquella humilde tumba. “Fuimos descubriendo la zaga de Martí por Tampa, por San Agustín de la Florida, donde quedamos asombrados con la única escuelita pública —la más antigua de ese lugar—y, en su patio, encontramos ante el busto del Apóstol, “hondeando, una bandera cubana”.

Tanto en tus imágenes como en las de Alexis, se percibe, se siente, un gran respeto de Leal ante los símbolos…

“Son momentos muy profundos que no se pueden describir, son instantes de una emoción contenida y honda; es como un diálogo íntimo con la historia. En esos periplos se rindió homenaje a las figuras grandes de la historia de Estados Unidos que Martí, también, admiró, como Abraham Lincoln, como George Washington; todo eso nos ayuda a comprender la envergadura del país en que nacimos”.