Los hombres de Zaida

Maikel José Rodríguez Calviño
15/10/2018

 

El verso de Silvio Rodríguez Todo empezó en la sorpresa proporciona el título a la muestra personal que por estos días acoge la sala Orígenes, del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, de la artista cubana Zaida del Río. La propuesta se inserta en el conjunto de actividades desarrolladas por la institución para conmemorar el aniversario 500 de La Habana.

Por primera vez, Zaida centra su atención de manera exclusiva en el cuerpo masculino, devolviendo un conjunto de piezas, realizadas con técnica mixta, notables por su belleza y lirismo. Más que una exposición de corte homoerótico, se trata, en mi opinión, de una muestra que, más allá de orientaciones o identidades sexuales, nos remite a la anatomía varonil, aunque la cuestión gay no escapa a muchas de las piezas incluidas en ella.

Fiel a un estilo pictórico basado en el dibujo y el uso expresivo del color, Zaida teje cuerpos y espacios mediante finas redes que van construyendo una realidad plástica retiniana y hedonista, profundamente conectada con la obra de artistas tan importantes dentro de la historia del arte insular como Amelia Peláez y René Portocarrero, de quienes toma el barroquismo y el trabajo con las líneas de contorno para dimensionarlos y sumarlos a su poética. El deseo constituye el motivo principal de la exposición, si bien aparecen otros, como la religiosidad popular, los algoritmos amorosos o sexuales, las variantes anti-hegemónicas de lo masculino y las dinámicas cotidianas de la comunidad LGTBIQ cubana. Incluso encontramos piezas que guardan puntos de contacto con su exquisita serie El gran hipnotizador (2009), donde la anatomía masculina también estuvo presente. 

Si ya Zaida nos había enamorado con sus mujeres-cabeza de pájaro, ahora nos atrae mediante hombres-caracol, bordados con pincel fino, que abandonan la concha para manifestarse en todo su esplendor. Polémica y voluptuosa, Todo comenzó en la sorpresa ofrece hoy un conjunto de hermosas piezas en las que habitan la atlética perfección del Apoxiomeno, la geométrica musculatura de los dioses africanos, la exótica inocencia de los jóvenes de Taormina y la cálida sensualidad del hombre cubano. Todo, gravitando alrededor de ese modelo de belleza que muchos encuentran en el cuerpo masculino.

Inauguración de la exposición: Foto: Ariel Cecilio Lemus
 
:La exhibición cuenta con treinta lienzos de enormes tamaños. Foto: Ariel Cecilio Lemus
 
Es una serie totalmente nueva en su trabajo. Foto: Ariel Cecilio Lemus
 
artista cubana Zaida del Río
 La artista junto a su obra. Foto: Maité Fernández
 
 Hombre desvestido de rojo. Foto: Maité Fernández
 
Foto: Maité Fernández
 
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