Luis Franco acompañó a Evoluciona, la campaña cubana por la no violencia hacia las mujeres que durante la pasada semana llevó hasta Granma sus actividades centrales. Al final de uno de esos largos días conversamos con el joven músico sobre el valor de esta experiencia.

Entiendo que vienes trabajando con el Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR) desde la campaña Eres Más. ¿Cómo fue que llegaste a ello?

El director de OAR, Gabriel Coderch, escuchó mi música en la radio mientras iba hacia el trabajo, y pensó: “Me gustaría que este muchacho estuviera con nosotros en Las Tunas”. El año pasado esta provincia fue sede del cierre de la campaña Eres Más.

Cuando me llamaron y me comentaron la idea de unirme a la campaña, me asusté un poco, pues no sabía si esto favorecería mi carrera. Cuando comprendí los objetivos de la campaña, lo propiamente profesional y la promoción que obtendría como cantante pasaron a un segundo plano. Decidí sumarme, porque me pareció un tema pertinente. Y aquí estoy desde entonces.

¿Existe alguna experiencia personal que te haya acercado a estos temas?

Cuando empecé a trabajar en la campaña Eres Más, me dediqué a investigar en Internet y con  los especialistas de OAR acerca de cómo se comportaba el tema de la violencia en Cuba (no existen estadísticas oficiales). Poco a poco me fui dando cuenta de que muchas veces la violencia es un problema de actitud. En nuestras propias rutinas generamos expresiones machistas que percibimos como totalmente normales cuando realmente no lo son. Este tipo de campañas me ha enseñado a estar comprometido y a ver las cosas de otra manera.

¿Cuál crees que debe ser el papel de los artistas en estos procesos de transformación social?

Me gusta mucho esa pregunta. Hace poco tuve una experiencia conmovedora, y me siento muy orgulloso de haberla vivido. El 1^ro de diciembre hice un concierto en el teatro Mella, mi primer concierto en grande. Ahí presenté el DVD Luis Franco Live, bajo el sello EGREM.

Invité a Tony Ávila y juntos cantamos Mi casa. A pesar de ser una canción vieja no ha perdido su vigencia —y no la va a perder—; es casi un himno. Sucedió una cosa impresionante cuando cantamos esta canción. Todos se pusieron de pie y encendieron sus celulares. Se respiró un ambiente de patriotismo y se afirmó el orgullo que implica ser cubano.

El arte tiene la capacidad de conmover a las personas, de abrir sus mentes y de hacer llegar mensajes. Es vital en este tipo de campañas.

¿Qué quiere decir La voz de la vida?

Yo buscaba una frase que lo dijera todo, y la encontré: “Alza tu voz”. Parece una frase trillada, pero comunica de forma muy rápida y sin complicaciones. Eso justamente fue lo que traté de hacer con La voz de la vida: no confundir demasiado el texto de la canción, hacerlo diáfano, directo.

La titulé La voz de la vida, puesto que las mujeres son precisamente eso. Ellas dan vida y son vida en sí mismas. La voz de la vida no se puede apagar nunca: “alza tu voz, eres la voz de la vida”. Si bien no logramos el video inspirador que deseábamos, conseguimos romper las rutinas de las campañas que ofrecen una imagen sumisa y maltratada de la mujer. Nuestro video muestra a una mujer que ha superado ese momento, que dio el primer paso. Eso era lo que queríamos, un video optimista y llamativo desde el punto de vista de los colores. No sé si lograremos inspirar y conmover, pues este tema es complejo y se encuentra muy enraizado en nuestra sociedad. No basta con 15 días de jornadas y campañas sociales, es preciso trabajar toda la vida.

¿Cómo resumirías el término evolución en un mensaje dirigido a tu público, a las juventudes y a las mujeres cubanas?

Tenemos que evolucionar en muchos aspectos. Si queremos mejorar como país lo primero que hay que trasformar es la mentalidad en muchos aspectos, uno de estos aspectos es, precisamente, el machismo. A mí también me ha costado trabajo entender que mujeres y hombres podemos hacer las mismas cosas, pero lo he entendido a través de esta campaña. Creo que evolucionar es, inicialmente, un cambio en la manera de pensar.