El trompetista Mayquel González ha consolidado su carrera como instrumentista desde que en 2002 obtuvo el primer premio en el concurso JoJazz, en la categoría de Mayores. La ejecución de este músico se caracteriza por ser viva, clara, llena de matices y tonalidades. González vibra a la par de la trompeta y se deja seducir por la magia de la improvisación que llega a través del jazz y su fusión con la música popular y caribeña.  

El artista es parte del plantel del Festival Internacional Jazz Plaza 2023, que hasta el 29 de enero se adueña de cada rincón de La Habana y Santiago de Cuba. Participó en “Mucho más que palabras”, homenaje a Marta Valdés, bajo la dirección musical de Dayron Ortiz, el pasado 23 de enero en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional. Ese día, junto a la tropa de Ortiz, hizo gala de su maestría en la canción “En la imaginación”, con la calidez y emotividad que la trompeta aporta. 

“La ejecución de este músico se caracteriza por ser viva, clara, llena de matices y tonalidades”. Imagen: Lilien Trujillo

La segunda experiencia en el evento —y la que más anhela— está aún por suceder: cuando se prendan las luces de la sala de conciertos del Museo Nacional de Bellas Artes y en el escenario estén Mayquel y un grupo de amigos instrumentistas a los que admira. Se puede asegurar que el éxito y la calidad de la propuesta están garantizados. 

El trompetista no ofreció muchos detalles en su entrevista a La Jiribilla, pues desea sorprender al público y mostrar al Mayquel que se hipnotiza y viaja a otra dimensión cuando sopla la boquilla de la trompeta. “Voy a proponer música nueva, inédita; temas en los que estoy trabajando hace algún tiempo”, expresó. Esta presentación será un experimento, y parte de esas canciones, en dependencia de la aceptación que tengan, integrarán el repertorio de su segundo fonograma, que de alguna manera continúa el trabajo realizado en Tiempos de paz (Colibrí, 2019); un álbum en el que confluyen el dominio técnico del instrumento, el virtuosismo y la sencillez, atributos que lo hicieron merecedor del premio en el apartado de Ópera Prima en Cubadisco 2019.

En la misma línea de la experimentación, el concierto de Mayquel será un intercambio de ideas mediante la música, con el objetivo de ofrecer al público una propuesta diferente en una época donde todos están ávidos de buena música.

Yaroldy Abreu en las tumbadoras, Josué Puig Leiva en el piano, Emir Santa Cruz en el saxofón, Sarah Sofía Gutiérrez en el chelo, Hamsel Woo Sánchez en el trombón, Roberto Mario Álvarez en el bajo, Gehiram Alejandro Torres en la batería y la cantante Marbis Manzanet acompañarán a Mayquel en un viaje que augura llegar a puerto seguro. 

“Uno de los aportes más grandes del Jazz Plaza durante todos estos años es haber creado un pensamiento jazzístico desde lo cubano, desde la raíz”, responde si indagas en la trascendencia de uno de los eventos musicales más importantes que se realizan en Cuba, tanto por su calidad como por la cantidad de participantes nacionales e internacionales. 

“Uno de los aportes más grandes del Jazz Plaza durante todos estos años es haber creado un pensamiento jazzístico desde lo cubano”.

A su juicio, en el Festival priman el aprendizaje y el intercambio de experiencias entre muchos músicos que se dedican a hacer jazz y beben de la rumba, el changüí y otros géneros cubanos que al mezclarse con el jazz logran propuestas interesantes y diversas. Ese ajiaco es precisamente una de las diferencias que distinguen al género en Cuba.

“La posibilidad de renovar este pensamiento año tras año ha contribuido al desarrollo de la música y del jazz cubano. Es un privilegio participar en esa transformación”, asegura. Si le pides una palabra que defina al Jazz Plaza no lo duda y al instante agrega: “Descarga”.

Mayquel González sabe de sobra que cuando median la improvisación, el talento y el amor solo resta cerrar los ojos y dejarse llevar por la música. Ojalá esa magia inunde la sala de conciertos del Museo Nacional de Bellas Artes este 27 de enero.