“Si sabes de dónde eres, sabrás a dónde regresar”, afirma y es fácil entender entonces por qué ha querido dedicar su trabajo musical a la promoción del folclor de su país, al que le canta siempre desde cualquier lugar, “porque sé cuáles son mis raíces y no me desprendo de ellas”.

Rosalía León, cantautora y guitarrista mexicana, presentará este jueves en el Edificio de Arte Cubano en el Museo de Bellas Artes su reciente álbum ¡Más alto!, con lo que demostrará cuánto se puede hacer por mantener viva la tradición y convertirla en algo atractivo para las nuevas generaciones.

Foto: Internet
 

“El disco se realizó a cuatro manos y lo que pudiera parecer una locura al combinar guitarras estridentes o poderosas con una guitarra tan melosa como lo es la de cuerdas de nylon, es hoy un sueño que me hizo estudiar y trabajar mucho.

“Me siento dichosa al compartir este disco con guitarristas eléctricos como Mike Stern, Sergio Vallín, Javier Bátiz, Raúl Fernández Greñas, Julio Revueltas, Pavel Cal, Edgar (Cholo) Lozano, César Huesca, Joe Demikeli, Constantino Garín y Oscar Galván. También me acompañaron los cantantes Sole Giménez, Susana Harp, Jorge Villamizar y Kelvis Ochoa así como dos narradores en Náhuatl, y el resultado es, sin dudas, un disco que hermana, que tiende puentes, que une a todos en el empeño por no dejar morir las raíces”.

Rosalía León junto a Kelvis Ochoa, uno de los invitados del disco ¡Más alto!
 

Podría haberse dedicado a otra cosa, puede pensar quien la conoce, teniendo en cuenta que comenzó a tocar la mandolina, que estudió canto y batería, además de guitarra y que durante su estancia en Estados Unidos egresó de Humanidades en el Camino Collage.

Si Rosalía dedicó parte de su vida al latin jazz con el dúo que formó, junto al guitarrista Rubén Izquierdo, al tango y al folclor andino, a tocar las flautas de pan y las de cristal e incluso a la actuación, gracias a los cursos en el Larry Moss Studio, de Santa Mónica, California; cabe preguntarse por qué este fue su camino.

Sin embargo, ella está convencida que es la mejor manera para expresar su identidad, para defender su cultura, para hacer sentir a México en cualquier latitud.

Fue ambiciosa, ¡y qué bueno! Fundó el proyecto de guitarras Gliese 229, e impulsó una caprichosa fusión de ritmos latinos, metal y rock, a través de su guitarra acústica, una guitarra eléctrica y su voz.

“Me gusta rockear el folclor y el público cubano será testigo de ello. Me acompañarán los cubanos Haydeé Milanés, con quien compartí concierto en el Teatro Mella por sus 15 años de trabajo; Athanai y los guitarristas Raúl Verdecia, Dayron Ortiz y César Huesca, quien viene desde México después de grabar en el disco”.

“Quiero proponer un México moderno, aguerrido, que evoluciona y por eso pensé y terminé este álbum en dos años, y ante todo es incluyente porque el folclor comparte con el blues, el rock, el jazz, el heavy metal y con cantautores también”.

De su autoría, “Duerme y descansa”, “Dimensión Astral”, “Alegoría”, “Espectro”, “Antes paso por la gloria”, “Más alto” y “Casi creo …”. Incluye además “El Bajalú”, “La Chancla” y “El Son de la Negra”, canciones tradicionales mexicanas, una tradicional náhuatl “Xochipitzahua” y “Aires del Mayab”, de José Domínguez y Carlos Duarte; “No ha sido fácil”, de Pablo Milanés; “Mi ciudad”, de Guadalupe Trigo; “Huapango”, de José Pablo Moncayo y; “Tierra Mestiza”, de Gerardo Tamez.

Justo durante el proceso de preparación y grabación de este disco, Rosalía ganó el Premio a la Mejor Canción Popular en el Primer Concurso Internacional de Cantautores de Costa Rica, con su tema “Casi creo”.

¿Por qué Cuba?

Cuba es una isla de encanto… Es una tierra que admiro y respeto mucho, una nación hermana de la mía y en la que se respira mucha buena música. Desde aquí le quiero cantar a México.