El Ballet Nacional de Cuba festeja este año el 75 aniversario de su fundación y uno de los aspectos centrales del jubileo, que tendrá su punto culminante en una especial jornada de galas en el mes de octubre, será el reencuentro con figuras que al paso del tiempo han contribuido a su gloria. En esa galaxia figuran estrellas vigentes, exbailarines, coreógrafos y maestros que no solo contribuyeron a la solidificación de la Escuela Cubana de Ballet en la patria sino en el resto del mundo donde entregaron y siguen entregando sus más altos valores.

 “La historia del ballet cubano es muy hermosa y me honra ser parte de ella”.

Una de esas históricas figuras se encuentra ya entre nosotros, aportando sus ricas experiencias a las nuevas generaciones que hoy día integran las filas del Ballet Nacional de Cuba. Es la prestigiosa exbailarina Menia Martínez, quien desde hace días a invitación de Viengsay Valdés, directora general de la institución, hace llegar su sabiduría pedagógica desde las salas de clases y ensayos de nuestro principal conjunto danzario.

Nacida en La Habana, Menia inició sus estudios de ballet en el Conservatorio Municipal, dirigido por el maestro Alberto Alonso y en 1951 se convirtió en una de las primeras alumnas de la Academia de Ballet Alicia Alonso, al recibir una beca de esa histórica institución. En 1952 hizo su debut profesional con el actual Ballet Nacional de Cuba, en el que permaneció por varios años y con el que actuó en varios países de América Latina. Entre 1957 y 1959 cursó estudios en la Academia Coreográfica Agripina Vagánova, en la antigua Unión Soviética. En 1960 regresó a Cuba e integró el elenco del Conjunto de Danzas de Alberto Alonso, el Ballet de Cámara de Ana Leontieva y del Ballet de la Televisión Cubana. En 1961 fue profesora fundadora de la Escuela Provincial de Ballet de La Habana y en 1963 reingresó al Ballet Nacional de Cuba, en el cual se mantuvo en calidad de Primera Solista y viajó por países de Europa y Asia. En 1966 actuó como artista invitada del Ballet Kirov, de Leningrado y del Ballet Bolshoi de Moscú. En 1969 integró las filas del Ballet de Camagüey hasta su incorporación, ese mismo año, al Ballet del siglo XX, dirigido por el célebre coreógrafo Maurice Béjart, con sede en la ciudad de Bruselas.

“Desde los comienzos de su carrera Menia Martínez sintió una gran vocación pedagógica”.

Posteriormente, en calidad de primera figura, pasó a formar parte del elenco del Ballet de Wallonie, también en Bélgica, dirigido por su esposo el bailarín y coreógrafo cubano Jorge Lefebre.

Desde los comienzos de su carrera Menia Martínez sintió una gran vocación pedagógica, la que desarrolló casi de manera simultánea a su desempeño como primera figura de importantes compañías, festivales y galas internacionales de ballet. Desde el 2015 es directora artística del Conservatorio Maurice Béjart de Bruselas.

“La historia del ballet cubano es muy hermosa y me honra ser parte de ella. Recibí muchas enseñanzas de mis maestros y creo es mi deber compartirlas con las nuevas generaciones”, nos dice con emoción, mientras con sudinamismo y carisma habitual, va a la barra para iniciar el rito pedagógico.