Mujeres en escena: pluralidad de roles y retos de género

Kenia Méndez Mederos
25/10/2019

Como parte del evento teórico de la decimoctava edición del Festival de Teatro de La Habana este jueves tuvo lugar el panel Mujeres en escena. Actrices, directoras, dramaturgas y productoras llegaron al espacio para compartir las principales experiencias y retos que las ocupan.

A la mesa, que estuvo moderada por la teatróloga y  jefa de redacción de la revista Tablas Ámbar Caridad Carralero, llegaron: Vivian Acosta, actriz, fundadora y directora del grupo Galiano 108; Viena González, directora y fundadora de la compañía independiente Teatro Guloya de República Dominicana; Carla Stefan, gestora y productora cultural, socia de Gestión Cultural Metropolitana en Sao Paulo; Agnieska Hernández, dramaturga y directora y Sahily Moreda, actriz, directora y fundadora de la Compañía del Cuartel.

En el panel Mujeres en escena, de izquierda a derecha: Agnieska Hernández Díaz, Ámbar Caridad Carralero Díaz, Carla Stefan, Vivian Acosta, Sahily Moreda y Viena González. Foto de la autora
 

Sahily es aboga de profesión y aún lo ejerce, pero nos dice que el teatroes el lugar donde se siente a plenitud”. Vivian rememora una y otra vez a sus maestros, a Tomás González; para ella “dedicarse al unipersonal implica una responsabilidad muy grande; entrenamiento y perseverancia son palabras que no deja de repetir. Viena comenta con orgullo que fue alumna de Flora Lauten y Vicente Revuelta, confiesa que hace de todo: gestión, producción, actuación, dirección… y advierte: “ser mujer y hacer todo esto implica una lucha constante para que se reconozca el espacio individual”.

Agnieska es ya una dramaturga aplaudida, ahora se entrena —dice ella— para ser directora, porque le interesa el teatro documental, seudo- documental: “el ejercicio que más cuesta es pensar qué me interesa decir y qué le puede interesar al otro”. Carla estudió actuación, pero se descubrió como productora: “coordinar es muy difícil para las mujeres, muchas personas solo oyen a los hombres”, explica, pone ejemplos, cuenta un poco de cómo lo ha vivido ella.

Ellas difieren en contextos y tiempos, pero las une la pluralidad de roles asumidos, la necesidad de ser y hacer siempre más. “Son mujerangas”, se dijo, mujeres del teatro, mujeres con carreras que hablan de avances y retrocesos, de silencios y también de proclamas ganadas.

Mujeres en escena es una de las tantas provocaciones que nos deja este festival para mirarnos, mirar al otro, mirar a Cuba y, juntos, mirar mejor. Y es que el teatro necesita seguir siendo el articulador de reconciliaciones, diálogos y aprendizajes que nos salva.