El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural concluyó el año 2018 con significativos avances en su misión primordial de proteger, conservar, inventariar y promover el patrimonio cultural del país.

Su presidenta, Gladys Collazo, aseguró que con ese fin el consejo implementó una ardua labor de formación y capacitación del personal especializado en la gestión de los museos, la documentación, el patrimonio inmaterial y los bienes culturales en sentido general.

Existen en el todo el país 336 museos, de ellos 63 están cerrados, 22 de forma parcial. Durante el 2018 se reabrieron 24, entre los que destacan el Museo de Jaruco, el Museo de Arte de Matanzas y el Museo Castillo de San Severino.

Entre los resultados más importantes obtenidos resalta la inscripción de las Parrandas de la Región Central del país en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Otras 18 fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, junto a la obra literaria manuscrita, impresa y grabada de Alejo Carpentier; la colección de Carteles cubanos de cine; el Ballet Nacional de Cuba y el changüí.

Un trabajo meritorio realizó, durante el pasado año, la Comisión Nacional de Monumentos y sus cuatro subcomisiones: Arquitectura, Arqueología, Historia y Patrimonio Natural.

Según trascendió en el balance anual, para este año la comisión propone la colocación de una llama eterna en el Monumento La Demajagua; la declaratoria de Monumento Nacional a La Matilde, en Camagüey; Monte Oscuro, en Granma, y a la Cabina de Radio Reloj desde la que hiciera su llamado al pueblo de Cuba José Antonio Echeverría el 13 de marzo de 1957, luego del ataque al Palacio Presidencial. Igualmente, se continuarán los esfuerzos por lograr una imagen digna en el Monumento a Quintín Banderas.

Un momento especial del análisis se dedicó al estado de los museos amenazados, que ascienden a 70 en toda la isla, de los que han sido rescatados 12 y el presupuesto estimado para su recuperación es de 100 millones en ambas monedas. Por tanto, Collazo enfatizó en la necesidad de trabajar de cerca con los gobiernos municipales para avanzar en ese sentido.

Durante el 2018 se atendieron de manera diferenciada los monumentos Valle de Viñales; Trinidad; el Valle de los Ingenios; El Morrillo —ya está terminado—, y el Batey del Central Cunagua en Ciego de Ávila. De igual modo, asociado al plan general por el 500 aniversario de la fundación de San Cristóbal de La Habana, fueron atendidos La Colina Lenin; el Centro Histórico de Guanabacoa; el Cementerio Cristóbal Colón y la Universidad de La Habana, uno de los monumentos nacionales de mayor complejidad por sus dimensiones.

Un paso meritorio durante la etapa analizada fue la creación de la Red de Museos de Arte por su trascendencia para la conservación del patrimonio y el intercambio entre sus especialistas.

Entre los objetivos para el presente año destacan la necesidad de continuar el trabajo en la conformación de los expedientes para solicitar las posibles declaratorias de la comida tradicional cubana; el baile de Casino; el juego de pelota “De las cuatro esquinas” y el Carnaval de La Habana.

Otra de las aspiraciones del sistema nacional de museos es lograr una geografía atractiva para el visitante y evitar el estado obsoleto de ese aspecto en no pocos museos.

Perfeccionar la metodología de revisión, validación, actualización y atención a las solicitudes de incorporación al Registro oficial del patrimonio cultural inmaterial, será imprescindible para el futuro de la institución.

La viceministra Kenelma Carvajal reiteró la importancia de los inventarios de bienes patrimoniales en los diferentes organismos, así como de la informatización y del diseño de las vías para acercar los servicios que brinda a la población. “Tenemos un compromiso con la memoria histórica, con la digitalización de los documentos históricos y su conservación”, sentenció.