Como parte de las actividades programadas de la XI edición del Festival Internacional Timbalaye La ruta de la rumba, se realizó el pasado viernes el coloquio internacional en torno a la búsqueda de nuevas rutas de cooperación para el desarrollo económico, cultural y turístico de América Latina y el Caribe.

A la sala Rubén Martínez Villena, de la Uneac, sede del encuentro, asistieron importantes personalidades de Cuba y México, entre ellas Miguel Barnet Lanza, poeta, narrador, ensayista y etnólogo; el mexicano Enrique Vargas Flores, director del espacio cultural iberoamericano de la Secretaría General Iberoamericana, así como Nancy Morejón, Premio Nacional de Literatura, y Armando Bojórquez Patrón, presidente de la Asociación para la Cultura y el Turismo de América Latina, entre otros.

Vargas Flores, en su ponencia, habló sobre la diversidad cultural. Comentó que hoy el mundo se debate entre la hegemonía cultural y la diversidad cultural. Expresión esta última que defiende, pues es ahí donde nacimos y nos desarrollamos.

“Creo que en el momento en que nos encontramos, en un mundo complejo, desconectado, en el que suceden cosas más rápido de lo que podamos procesar, estamos obligados a reflexionar. Resulta importante entender hacia dónde vamos y qué estamos haciendo a favor del patrimonio inmaterial”, acotó.

Señaló también que la nueva era del patrimonio está obedeciendo a un proceso que nace en la comunidad y que llega a los organismos multilaterales en la toma de decisiones, es decir, va en la construcción correcta, de abajo hacia arriba.

“Nunca como antes el patrimonio inmaterial está siendo valorado y propiciado ese diálogo con los otros sectores organizados de la sociedad. Ahora a ese encuentro hay que acompañarlo de la reflexión y de facilitar la toma de posiciones. Cuba es un país con una enorme influencia cultural (…). El mayor reto que tenemos es que economía, turismo y otros sectores hablen de cultura y respeten la matriz cultural”, añadió Vargas Flores.

Por otra parte, Miguel Barnet Lanza comentó que algún día tiene que prevalecer una hegemonía cultural en el planeta que no sea la occidental blanca y neoliberal, sino una hegemonía cultural que respete la diversidad, la cultura del otro, esa que ha estado relegada, olvidada y que han rescatado.

El Festival Internacional Timbalaye, que sesiona desde el 23 y hasta el 31 de agosto con motivo del aniversario 500 de la fundación de La Habana y los 20 años de trabajo de Timbalaye, tiene como objetivo reconocer el legado histórico y cultural de la presencia africana en Cuba, el Caribe y América Latina, a partir de su patrimonio vivo, según Irma Castillo, vicepresidenta del evento.

Varias son las propuestas culturales para esta jornada, que permitirán promover, visibilizar, mantener y defender la rumba, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.