Ha muerto Pupy Pedroso,

el César de la canción

popular. Guaracha y son

suenan, pero en un sollozo.

Ha muerto, y lo más curioso

era oír el sollozar.

Los que lo iban a escuchar

estaban tristes, sin ganas

llevaban ya Seis semanas

que no querían bailar.


La Timba hoy está de luto

y la Amadeo Roldán

sabe que se ha ido un gran

maestro sin sustituto.

No basta un solo minuto

de silencio, el tiempo ordena

que suba Pupy a la escena,

rápido se abre el telón

y aunque están los que Son Son

Ya tu campana no suena.


¿Que te fuiste con Formell

a fundar otros Van Van

y que allá se quedarán

Por encima del nivel?

Te entiendo, tú eres aquel

que llaman El buena gente,

pero hay un piano invidente

de notas, por tu partida,

que nunca más en la vida

va a verte sentado, al frente.


Dile al Tosco y a Adalberto

cuando llegues allá arriba

que aún su música está viva

para adornar el concierto,

que el libro se quedó abierto

por donde ellos lo dejaron,

y los que un día escucharon

su música magistral

aún van a la Tropical

a ver si ya regresaron.