Siempre que un gran hombre fallece, quedan muchas cosas por decirle y aunque su obra sea de las más fructíferas y abarcadoras uno siente que aún necesita más de él, de sus enseñanzas y conocimientos. La Feria Internacional del Libro (FIL Cuba 2020) acogió este domingo en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña un homenaje a Roberto Fernández Retamar desde la admiración, el respeto y el cariño, para rellenar (un poco) el vacío con los buenos recuerdos de aquellos que disfrutaron de una relación cercana con él.

A Retamar es necesario inmortalizarlo en toda su magnitud, desde su obra literaria, considerada por la Academia Cubana de la Lengua como una de las más relevantes en nuestro idioma, hasta por su labor como director de una institución con el prestigio de Casa de las Américas, la cual dirigió desde 1965 hasta el 2019, año de su desaparición física.

Era muy receptivo con todos los que se le acercaban a hacerle cualquier recomendación. A la Casa lo aportó todo, se dedicaba por entero a ella de manera personal e intelectual; indudablemente, dejó en legado enorme en materia de literatura, pensamiento y enseñanzas de vida para aquellos que trabajamos con él, comentó a La Jiribilla Caridad Fernández, directora el Fondo Editorial de Casa de las Américas.

Formaron parte del panel que recordó la vida y obra de Retamar (junto a Caridad), Félix Julio Alfonso, historiador y Profesor Titular del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana y Jorge Fornet, actual director de la revista Casa de las Américas y del Centro de Investigaciones de esta institución. Ambos lo resaltaron como un gran pensador de Latinoamérica, y reconocieron su labor como editor de libros y publicaciones periódicas, sobre todo, su presidencia en Casa de las Américas, que resultó relevante en la consolidación y enaltecimiento de la misma.

Fornet aprovechó la ocasión para presentar la última edición de la revista, que en esta ocasión es un número doble (296-297), como mismo se hizo en 1984 a raíz de la muerte de Julio Cortázar. Esta actual publicación se comenzó a gestar el mismo 20 de julio de 2019 como el homenaje más inmediato y explícito, preámbulo de una trayectoria futura que será parte del legado de su máximo inspirador y responsable. Los disímiles textos reunidos en dicha edición fueron agrupados bajo el nombre de Para, de, con Roberto Fernández Retamar e incluyen ensayos, críticas y poemas del homenajeado, así como mensajes de despedida tras su fallecimiento.

“No fue un hombre perfecto, él mismo lo reconoció en varias ocasiones, pero sí una lección viva para todos los que tuvimos la oportunidad de conocerlo de cerca. Su generosidad, confianza en los jóvenes y en el futuro que ellos pueden lograr, sin duda, eran cualidades de un hombre grande”, relató Caridad Fernández, quien asegura, además, que gran parte de su formación intelectual la adquirió por las enseñanzas de Retamar y su trabajo en Casa de las Américas.

La obra de Roberto Fernández Retamar ha trascendido innumerables ámbitos y fue reflejo de la inquietud moral e intelectual de varias generaciones de creadores; aportó un sinfín de textos a la cultura cubana, dejando como herencia una vastísima obra literaria. A través de su vida fue un ejemplo de revolucionario abnegado, que dejó marcada la historia con su prosa culta y elegante.