El 27 Festival Internacional de Ballet de La Habana “Alicia Alonso” llegó a su final el pasado domingo 13 de noviembre luego de un fin de semana de actividades simultáneas realizadas por el Ballet Nacional de Cuba, con un programa combinado en el Teatro Sauto de Matanzas y con tres representaciones del ballet Carmen del sueco Johan Inger, a cargo de la Compañía Nacional de Danza de España dirigida por Joaquín de Luz en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional en La Habana.

“La variada muestra artística ofrecida al numeroso público que colmó cada espacio teatral, incluyó un amplio espectro de la técnica y los estilos recorridos por la danza escénica”.

Una hermosa jornada que, iniciada el 20 de octubre, en saludo al Día de la Cultura Cubana, se hizo extensivo a cinco teatros de la Isla: Teatro Nacional de Cuba en sus salas Avellaneda y Covarrubias en La Habana; Milanés en Pinar del Río; Sauto en Matanzas y Terry en Cienfuegos, para un total de treinta y tres funciones.

“Una hermosa jornada iniciada el 20 de octubre, en saludo al Día de la Cultura Cubana, se hizo extensiva a cinco teatros de la Isla”.

La variada muestra artística ofrecida al numeroso público que colmó cada espacio teatral, incluyó un amplio espectro de la técnica y los estilos recorridos por la danza escénica, en el que pudieron admirarse obras del ballet de acción del siglo XVIII como La fille mal gardée, joyas del romanticismo como Giselle, en la mundialmente aclamada versión de Alicia Alonso, del legado del clasicismo de finales del siglo XIX como La bella durmiente, El corsario, El lago de los cisnes y creaciones de la más diversa vanguardia, con nombres tan prestigiosos como los cubanos Alberto Alonso y Alberto Méndez, el ruso Mijail Fokin, el británico Ben Stevenson, el italiano Mauro Bigonzetti, la argentina Ana María Stekelman, el canadiense Peter Quanz, el alemán Uwe Scholz y el sueco Pontus Lidberg, entre muchos otros.

A los aportes realizados por el Ballet Nacional de Cuba, anfitrión del evento, ahora bajo la dirección de la Primera Bailarina Viengsay Valdés, se sumaron seis conjuntos danzarios cubanos (Ballet de Camagüey / Danza Contemporánea de Cuba / Ballet Laura Alonso (Centro Pro Danza) / Acosta Danza / Malpaso / Micompañía) y dos compañías extranjeras que alcanzaron grandes éxitos: el Buenos Aires Ballet de Argentina, dirigido por el Primer Bailarín Federico Fernández y la Compañía Nacional de Danza de España, dirigida por el también Primer Bailarín Joaquín de Luz. En esta nueva cita brindaron su arte estrellas procedentes de prestigiosos conjuntos danzarios como el Ballet Bolshoi de Moscú, el Real Ballet de Londres, el ballet de la Scala de Milán, el Ballet Estable del Teatro Colón de Buenos Aires, el Ballet Nacional de Finlandia, el Ballet de San Francisco, el Ballet de la Ópera de Roma, el Ballet del Estado de Berlín, el Ballet Nacional de Noruega, el Ballet de Washington, la Compañía de Danza de México y el Ballet Nacional SODRE de Uruguay.

“Uno de los históricos objetivos del Festival de La Habana ha sido enriquecer la cultura danzaria del público cubano”.

Uno de los históricos objetivos del Festival de La Habana ha sido enriquecer la cultura danzaria del público cubano y así ha sido en esta nueva celebración ya que subieron a la escena 60 ballets de la autoría de 45 coreógrafos procedentes de 14 países; de Estados Unidos, Canadá, América Latina y Europa, 3 de ellos con carácter de estrenos mundiales y 19 de estrenos en Cuba.

Como es tradicional el 27 Festival incluyó diversas actividades colaterales entre las que figuraron exposiciones fotográficas, una exposición documental dedicada al 30 aniversario del ballet La Diva, protagonizado por Alicia Alonso, así como un ciclo de la danza en el cine, que tuvo su punto culminante con la premier en Cuba del documental Hasta el alba, diario de un proceso creativo del realizador mexicano Horacio Alcalá, sobre el trabajo de la Compañía Nacional de Danza de España.

“Subieron a la escena 60 ballets de la autoría de 45 coreógrafos procedentes de 14 países”.

Como la historia del Festival de La Habana no se detiene, quedó abierta una nueva cita para el 2024, que volverá a ratificar su objetivo mayor, ser un puente de amistad y de entendimiento entre los pueblos mediante el lenguaje milenario y universal de la danza.